El transporte dedicado al traslado de materiales peligrosos tendrá que prepararse para ofrecer una infraestructura competitiva.   Por Reyna Isabel Ortega    Con la aprobación de la Ley de Hidrocarburos en el Senado de la República, la oportunidad de negocio para el sector transporte y logístico se abre para impulsar y motivar su economía que irá acompañada en función del desarrollo de infraestructura; sin embargo, deberán prepararse e invertir en equipamiento. Hoy por hoy, el autotransporte de carga en México mueve poco más del 65% de las mercancías que se trasladan en el interior del país y la apertura de transportar hidrocarburos para Petróleos Mexicanos (Pemex) promete que este sector incremente su actividad hasta 5% en los próximos diez años. Para la Comisión de Transporte de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos, (Concamin) a cargo de José Luis Fuente Pochat, la apertura tendrá que llevar al país en una primer instancia al desarrollo de infraestructura sobre todo carretera y de ductos. “En segundo lugar el gremio del autotransporte tendrá que hacer su parte e invertir en equipos adecuados, como autotanques y vehículos que cumplan con las especificaciones técnicas que se requieran para el traslado de los hidrocarburos y sus derivados”, indica José Luis Fuente Pochat. Con la reforma y la aprobación de las leyes secundarias, la oportunidad de que los transportistas mexicanos participen en el movimiento del petróleo y gas natural, incluyendo al gas asociado al carbón mineral y los hidratos de metano, se amplía. De acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, actualmente existe un parque vehicular de 83.99 unidades dedicadas al movimiento de materiales peligrosos, mismo que necesariamente crecerá una vez puesta en marcha la reforma energética. El sector transporte, señala Fuente Pochat, se enfocará a prestar su servicio en la edificación de nuevas refinerías, pozos petroleros y traslado de los hidrocarburos y materiales peligrosos para la industria química, es ahí en donde se demandará directamente el servicio del autotransporte. Asimismo, industrias como la del plástico, la agroindustria y de manufactura, también se verán beneficiadas al contar con mayor oferta de transporte para expandir sus negocios, y se prevé que destinen importantes recursos para consolidar proyectos y fortalecer sus cadenas de valor. La ley secundaria aprobada en el Senado de la República contempla la importación de gasolinas por parte de particulares a partir de 2017 y abre el negocio de transporte y ductos de gas y petróleo, para lo cual se creó un árbitro de la competencia, el Consejo de Coordinación del Sector Energético. La meta del gobierno federal es incrementar la producción de petróleo de 2.5 millones de barriles diarios a 3,000 millones en 2018 y 3.5 millones en el 2025. En cuanto al gas natural se pretende pasar de 5,700 millones de pies cúbicos a 10,l 400 millones en 2025, por lo cual la competitividad del transporte será clave para alcanzar la meta.

 

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