La habilidad para asociarse con inversionistas es imprescindible, pero ¿qué deben hacer las empresas a fin de allegarse los recursos suficientes para aprovechar las ventajas de las reformas estructurales?   Por Edmundo Torres Barajas y Javier Garibay Güémez Sin lugar a dudas, las reformas estructurales propuestas por el gobierno federal constituyen un paso importante para elevar la productividad de nuestro país, fomentar la expansión de las empresas e impulsar el desarrollo económico. Dichas reformas representan un cambio radical que no ha pasado inadvertido en los países de primer mundo. En efecto, estas reformas pretenden atraer inversiones que permitan mejorar la producción y la competencia, al tiempo que prometen importantes recompensas a los emprendedores que se aventuren a explorar sus beneficios. Sabemos que el capital y recursos son elementos indispensables para incursionar en los mercados que se han visto favorecidos a raíz de estas reformas, por lo que la habilidad para asociarse con inversionistas es imprescindible. ¿Qué deben hacer las empresas para hacerse de los recursos suficientes para aprovechar las ventajas presentadas por estas reformas? ¿Cómo pueden estas empresas atraer a inversionistas que les permitan llevar a cabo sus planes de crecimiento? ¿De qué manera se pueden preparar las empresas para tener mayores posibilidades de éxito en los procedimientos licitatorios y demás oportunidades de negocio que tengan lugar a raíz de dichas reformas?   Due diligence El primer paso consiste en conocer la propia organización, para lo cual es necesario realizar un análisis respecto de la información que refleje el desempeño financiero, fiscal, operativo, legal y administrativo de la sociedad de que se trate, a efecto de identificar las áreas de oportunidad, así como los posibles riesgos en los que ésta puede estar inmersa. Dentro de las áreas que usualmente son sujetas de revisión en este proceso encontramos las siguientes: financiera, fiscal, legal, ambiental, recursos humanos, operaciones y tecnologías de información. Asimismo es importante indagar para asegurarse que la compañía cumple a cabalidad con la regulación aplicable en las materias de lavado de dinero y combate a la corrupción, las cuales se vuelven aún más importantes en los casos en que se pretenda participar en licitaciones públicas. Recordemos que el incumplimiento de estas disposiciones no sólo afecta gravemente la confianza de los inversionistas, sino que puede dar lugar a la imposición de sanciones penales y administrativas.   Cumplimiento regulatorio y protección de activos intangibles Una vez identificadas las áreas de oportunidad y evaluados los riesgos, es preciso entrar en una fase de autocorrección, la cual consiste en asegurar el debido cumplimiento de todas las disposiciones legales y regulatorias que al efecto resulten aplicables. Estar al día en el cumplimiento de las obligaciones legales (fiscales, ambientales, societarias, contractuales, etcétera) representa un factor de suma importancia de cara a la solidez y permanencia de cualquier empresa, al tiempo que aumenta la confianza de los inversionistas para invertir en el negocio. Es preciso mencionar la gran importancia de proteger los activos intangibles de la sociedad (patentes, marcas, licencias, modelos de utilidad, know-how, etcétera), como mecanismo efectivo y diferenciador, y los cuales representan actualmente una de las ventajas competitivas más importantes que tienen las empresas. Recordemos que los activos intangibles pueden inclusive tener un mayor valor que los inmuebles y demás activos tangibles, por lo que la valoración de los mismos se vuelve imprescindible a efecto de tener un conocimiento confiable de la realidad patrimonial de la empresa, lo cual es un elemento básico en la toma de decisiones gerenciales y de inversión. Por ello consideramos que no basta con garantizar su debido registro y protección jurídica; es necesario asegurar que la explotación de los mismos se convierta en un importante generador de valor que ayude a obtener una financiación adecuada y eficiente.   Gobierno corporativo La implementación de buenas prácticas de gobierno corporativo constituye un elemento clave para aumentar la eficacia económica y potenciar el crecimiento de cualquier empresa, al tiempo que fomenta la confianza de los inversionistas, quienes contarán con los incentivos y medidas de protección apropiadas para asociarse con los empresarios que pretendan incursionar en los mercados beneficiados por las reformas estructurales. Recordemos que el gobierno corporativo induce y favorece al órgano directivo para perseguir objetivos que sirvan a los intereses de la empresa y de sus accionistas, con lo que se facilita y garantiza una supervisión eficaz. Garantizar un trato justo y equitativo a todos los accionistas contribuye a generar el grado de confianza necesario para los inversionistas, quienes, como propietarios de capital, exigen, cada vez más, tener voz y voto en las asambleas de accionistas, tener acceso a las cuentas de la sociedad, poder supervisar las labores del órgano de administración de forma efectiva, así como contar con mecanismos flexibles que les permitan retirar sus inversiones cuando lo consideren conveniente. Los inversionistas están dispuestos a invertir en sociedades que cuenten con una estructura de gobierno corporativo bien definida, que garantice un alto grado de transparencia y en donde exista una administración responsable, una posibilidad real de supervisión de la administración y revelación de información financiera. Otra de las ventajas que representa el contar con un buen sistema de gobierno corporativo consiste en que no únicamente se da certidumbre y confianza a los inversionistas, sino también a los terceros interesados (stakeholders) sobre la conducción honesta y responsable de los negocios de la sociedad. En resumen, el gobierno corporativo permite que las sociedades tengan un mejor acceso a los mercados de capitales.   Buscar al inversionista Luego de haber realizado lo anterior, es indispensable obtener los capitales que le permitan incursionar de manera efectiva en los mercados favorecidos por las reformas estructurales. Éste es el momento de elegir adecuadamente la estructura de negocio que más se adapte a las necesidades del mercado en cuestión y que permitan fortalecer la posición en el mercado o penetrar nuevos nichos. Identificados los inversionistas con los que se desee colaborar, se iniciará una importante etapa de negociaciones, análisis (estratégicos y económicos), valoraciones, proyectos, auditorías y contratos de confidencialidad, de cara a la consecución del plan elaborado. La debida implementación de los pasos antes señalados facilitará el desenvolvimiento de esta etapa, en la que se estará en posibilidad de presentar a los inversionistas un escenario favorable. Finalmente, es preciso mencionar que los pasos antes mencionados no son exclusivos para conseguir financiación de inversionistas vía participación en el capital. En los casos en los que no se quiera recibir a un nuevo accionista en la sociedad, existen diversos mecanismos para incursionar en los mercados (tales como alianzas estratégicas, joint ventures, etcétera), pero de éstos hablaremos en otra ocasión.   Edmundo Torres Barajas y Javier Garibay Güémez son integrantes de la práctica de Corporativo de la firma legal Baker & McKenzie.   Contacto: Twitter: @bakermckenzie Facebook: BakerMcKenzieMexico LinkedIn: Baker & McKenzie México (Grupo) Página web: Baker & McKenzie in Mexico   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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