En las últimas semanas se está volviendo a hablar de facilitación comercial como uno de los ejes para detonar competitividad. Aquí los retos…     En abril pasado, el World Economic Forum (WEF) presentó el Informe Global de Facilitación del Comercio 2014, en el que se mide el grado de desarrollo de políticas y servicios que facilitan el flujo de bienes a través de las fronteras y hacia los mercados de destino en 138 economías nacionales. Los primeros 10 lugares los ocupan Singapur (1), Hong Kong (2), Holanda (3), Nueva Zelanda (4), Finlandia (5), Reino Unido (6), Suiza (7), Chile (8), Suecia (9) y Alemania (10). En lo que corresponde a Latinoamérica, además del caso de Chile, las primeras ubicaciones son Costa Rica (42), Perú (51), Panamá (52) y Uruguay (60). Las siguientes son México (61), Guatemala (62), Ecuador (65), Nicaragua (68), El Salvador (71), Colombia (73), República Dominicana (79), Honduras (85), Brasil (86) y Bolivia (87). En los últimos lugares figuran: Argentina (95), Paraguay (113) y Venezuela (137). México permanece sin cambios, al pasar de la posición 64 a la 65. En este reporte se observa que Estados Unidos continúa su declive del sitio 19 al 23, al igual que China, del 48 al 56, e India, del 84 al 100, tras la severa recesión que enfrentó el mundo en 2009. Del reporte se desprende que Singapur, Hong Kong y Dinamarca son los países con un marco más favorable para el comercio internacional. En los nueve subíndices que se estudian, México obtuvo las siguientes calificaciones:
  • Acceso a mercado, sitio 18.
  • Eficiencia en la administración aduanera, sitio 58.
  • Eficiencia en los procesos de importación y exportación, sitio 62.
  • Transparencia en aduana, sitio 70.
  • Disponibilidad y calidad de la infraestructura, sitio 71.
  • Disponibilidad y calidad en servicios de transporte, sitio 66.
  • Disponibilidad y uso de las TIC, sitio 62
  • Ambiente regulatorio, sitio 71.
Con base en los resultados, es claro que para nuestro país queda mucho por hacer, pero no precisamente en el tema de acceso a mercado, en que tenemos la mejor calificación. Si observamos la tabla siguiente, a excepción de Singapur, las 17 posiciones que preceden a México corresponden a países subdesarrollados y las posiciones que ocupan nuestros dos principales socios comerciales en este rubro son Estados Unidos posición 70 y la Unión Europea en su conjunto la posición 75. Es verdad que los temas de facilitación comercial o de acceso a mercado a nivel macro pueden no decir nada, ya que son complejos en su contexto y naturaleza. Cada subtema tiene sus particularidades. image001 Para ser más puntual, en las últimas semanas se está volviendo a hablar de facilitación comercial como uno de los ejes para detonar competitividad. Se comentan varias posibilidades como la apertura de nuevas líneas de acción para propiciar medidas que promuevan una mejora regulatoria en materia aduanera con balance entre el control y la facilitación tales como:
  • Incrementar la interlocución con los sectores a través de la comisión de promoción de exportaciones (Cocex).
  • Impulsar el sistema nacional de plataformas logísticas para mejorar la competitividad de las cadenas de abastecimiento y un mejor ordenamiento territorial.
  • Entablar un diálogo entre el Poder Ejecutivo y el sector privado para acordar dichas acciones.
Y es que la facilitación comercial no sólo se trata de reducir aranceles como mecanismo para dar acceso al mercado nacional a productos provenientes del extranjero, este es a mi juicio un rubro que ya agotamos desde el sexenio pasado. En cambio, debemos trabajar en las grandes oportunidades de mejora que tenemos para crear un mecanismo de facilitación en un mecanismo más integral basado en una estrategia de política comercial que detone el crecimiento y la competitividad. Basta recordar que entre 1980 y 2010, la tasa de crecimiento promedio anual de México fue 2.32% y en el periodo 2007-2011 sólo de 1%. El último examen de la política comercial de nuestro país, enviado a la Organización Mundial de Comercio (OMC), integra aspectos clave que podrían contribuir a que la política comercial imprima un mayor dinamismo al crecimiento. Destaca el reto de la competencia económica, que se atiende ya con una nueva ley, así como la urgencia de fortalecer cadenas de proveeduría que vinculen la producción nacional con los mercados en el exterior. Sin duda, en México se han logrado avances importantes en materia de política comercial, con enormes sacrificios, al formar parte de esfuerzos de integración regional, y más cuando se tiende a profundizar en una apertura comercial unilateral. Se espera que los grandes pendientes para detonar la economía mexicana se atiendan y se resuelvan con la detonación en el mediano plazo de todas las reformas estructurales recientemente aprobadas. Gradualmente, con el paso del tiempo podremos analizar si hubo una reducción real en el costo de la generación de energía, si llegó la transformación de la red carretera, el incremento de la eficiencia en puertos, o se logró contar con un sistema de aduanas de calidad, además de desmotivar la corrupción y la inseguridad. Para muestra, dos fotografías instantáneas:
  • Manzanillo es el mayor puerto mexicano. Ocupa el lugar 71 (en el World shipping counsil 2012) a nivel internacional, posición que no se ajusta al volumen y peso específico del comercio exterior en la economía del país.
  • Por nuestro sistema de aduanas pasan a diario 26,000 vehículos de carga, 1 millón de pasajeros por fronteras y se generan 8 millones de pedimentos de importación y exportación (según la Confederación Latinoamericana de Agentes Aduanales, CLAA), la interconexión de sistemas entre dependencias y la implementación de la Ventanilla Única avanzan, pero no logra consolidarse.
Hay que reconocer que es un enorme reto el lograr en el menor tiempo posible transformar todo aquello que nos ha limitado como país y nos ha restado competitividad y oportunidades de crecimiento; es una tarea mayúscula porque para crear infraestructura y sistemas, y mejorar, puertos, aeropuertos, líneas férreas, cruces fronterizos o carreteras, o equipar aduanas con tecnologías de punta, se requiere mucho tiempo y enormes inversiones. En otro sentido, y no menos importante que la infraestructura, es reflexionar que el diseño de políticas sobre facilitación comercial debe basarse en los principios de transparencia, certidumbre jurídica, imparcialidad y uniformidad en la administración del marco normativo, en la mejora regulatoria y simplificación operativa que implementan los gobiernos, por ejemplo:
  • Aumentar la transparencia de la normativa comercial (artículo X del GATT) mejorando su accesibilidad, yendo más allá de la mera publicación de la legislación general, ampliando el ámbito de las normativas que deben publicarse y ser accesibles, creando puntos de información y mecanismos de consulta, exigiendo posibilidades de recurso de las decisiones, intensificando el diálogo entre las administraciones nacionales y los operadores comerciales, etcétera.
  • Simplificar los procedimientos de importación, exportación y aduaneros (artículo VIII del GATT) definiendo compromisos claros en relación con los pagos y tasas, los requisitos relativos a la documentación exigida y los trámites de importación, exportación y aduaneros, entre otras medidas.
  • Lograr la aplicación efectiva de la libertad de tránsito (artículo V del GATT) reduciendo el margen de discriminación, determinando los requisitos fronterizos realmente necesarios para el tránsito, fomentando la creación de regímenes de tránsito regionales efectivos en las regiones pobres del planeta, etcétera.
Con base en estos principios, cada país define sus necesidades y las prioridades en materia de facilitación del comercio, especialmente en el caso de los países en desarrollo y los menos avanzados. Finalmente se muestra una gráfica con las tendencias que tienen diferentes economías de la región en materia de Facilitación Comercial. Debemos tener siempre presente que cada país busca lo mismo y realiza menores o mayores esfuerzos para mejorar su posicionamiento en este rubro, y a la vez en su posición en el Índice de Competitividad Global.
Fuente: Centro de Desarrollo Industrial (CDI).

Fuente: Centro de Desarrollo Industrial (CDI).

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