Review: Gear S2, la sorpresa de Samsung

Luego de varios intentos poco afortunados, Samsung ha dado un paso decisivo que demuestra el potencial que tiene el segmento de relojes inteligentes, dándole un giro ingenioso y funcional.   Samsung fue una de las primeras marcas en apostar por un reloj inteligente. Hoy, a poco más de 2 años del lanzamiento de su primera generación de su Galaxy Gear, la compañía coreana presenta el Galaxy Gear S2, la cuarta generación de su smartwatch. Y es una grata sorpresa. Para el Gear S2, la compañía tomó varias decisiones afortunadas: eliminó la cámara, optó por un sistema de recarga inalámbrica, una pantalla circular y un mecanismo de navegación tan ingenioso como divertido. El resultado es un reloj que vale la pena tener en consideración si buscas entrar al mundo de los wearables y usas un teléfono Android. He aquí nuestras impresiones a detalle. Diseño y materiales: Probamos el Gear S2, que tiene un diseño discreto y moderno, con una caja de acero inoxidable y extensible de silicón blanco. Ésta es la versión más casual y deportiva de las dos que ofrece Samsung, la otra es el Gear S2 classic, de caja un poco más reducida y extensibles de cuero, más apropiado para looks más formales. Las correas son muy fáciles de cambiar y hay al menos media docena de opciones de extensibles de plástico diseñadas por el influyente Alessandro Medini. En lo que a la funcionalidad se refiere, el Gear S2 tiene el que es quizá el sistema de interfaz de usuario más ingenioso. El bisel del reloj (el aro que rodea al display) es giratorio, y sirve para desplazarse entre pantallas o dentro de los menús. Es una manera divertida y diferente de interactuar con el reloj, que además tiene mucho sentido: es rápida y ahorra taps en la pantalla. En definitiva, lo mejor de este dispositivo. Al bisel giratorio se le suman dos botones físicos ubicados a un costado del reloj, uno para “volver” y otro de inicio. Este último puede configurarse para que al oprimirlo dos veces realice una acción predeterminada: abrir apps recientes, ir a las alarmas, abrir la app de música, las notas de voz, etc.

El Gear S2 tiene uno de los métodos de interacción más ingeniosos y simples: una carátula giratoria. Bien ahí, Samsung. #smartwatch

Un vídeo publicado por Carlos Morales (@spacemono) el 6 de Dic de 2015 a la(s) 10:15 PST

Display: Otro punto fuerte del Gear S2. Su pantalla de 1.2 pulgadas es más pequeña que la de otros relojes circulares (como el LG Watch Urbane o el Moto 360), y tiene uno de los mejores contrastes y brillos de la categoría. Su resolución, de 360 x 360 pixeles, ofrece una densidad de 302 pixeles por pulgada, la segunda más alta solo detrás de la del Apple Watch. Rendimiento: La versión bluetooth del Gear S2 (la que probamos) utiliza un procesador Exynos de doble núcleo a 1 GHz, mientras que la 3G corre con un Qualcomm MSM8x26 de 1GHz. Ambas versiones tienen 512 MB en RAM y 4 GB de almacenamiento interno. (El modelo 3G lo probaremos próximamente.) Resistencia: Además del prácticamente ubicuo monitor de ritmo cardiaco, este reloj cuenta con acelerómetro, giroscópio, barómetro y sensor de luz ambiental, lo cual significa que está pensado para la actividad física. Este dispositivo se siente sólido y tiene una certificación IP68, lo que significa que resiste el polvo y el agua (hasta 1 metro de profundidad durante 30 minutos). Apps: Éste es el principal desafío de Samsung con su reloj inteligente. Al ser el único modelo que corre sobre Tizen (un sistema operativo de código abierto), la creación de aplicaciones nativas resulta poco atractiva para los desarrolladores, lo cual se traduce en una oferta mucho más reducida para ese sistema operativo que para Android Watch o watchOS. Si bien el Gear S2 puede funcionar bien como un hub de notificaciones de tu teléfono, siempre es muy útil poder abrir o manipular una app desde tu reloj, lo cual no ocurre actualmente y limita el potencial del aparato. Batería: Los 250 mAh de capacidad de su batería podrían no resultar impresionantes en el papel, pero Tizen hace una labor notable haciendo rendir la carga, que en condiciones normales puede incluso superar los dos días. Para lograrlo, el sistema incluye una opción de bajo consumo energético, en el que muestra las carátulas en modo básico blanco y negro, además de contar con un modo de ahorro de energía en el que se desactivan buena parte de las funciones del reloj y el display se muestra en escala de grises. Recarga: Al igual que otros modelos de la competencia (Moto 360, LG Watch Urbane y Apple Watch), el Gear S2 obtiene su energía a través de un cargador magnético de inducción. Compatibilidad: Esta generación de relojes Samsung funciona con casi cualquier Android que corra 4.4 o superior. El proceso de vinculación requiere la instalación de un par de apps de Samsung, pero no es algo que resulte demasiado tedioso. Además, hay varios rumores de que la compañía coreana busca que sus dispositivos con Tizen funcionen con iOS, eso nos gustaría verlo. Precio: El precio del Gear S2 es de 6,499 pesos, mientras que el Gear S2 Classic cuesta 6,999. Por el momento no hay versión con conectividad 3G en México, pero puedes encontrar ambas versiones BT en tiendas departamentales.   Balance Samsung pagó el precio de innovar en un segmento que apenas está dando signos de comenzar a repuntar. Sus generaciones de relojes pasadas le enseñaron lo suficiente como para proponer un modelo que eleva el juego en la categoría y sin duda vale la pena considerar si estás dispuesto a pagar su precio. La única gran desventaja del Gear S2 es lo limitado de la oferta de apps nativas, pero eso podría solucionarse si más fabricantes adoptan Tizen en el futuro, algo que no resulta descabellado una vez que este modelo ha probado su potencial y coveniencia.   Más imágenes