La primera generación del visor de Realidad Virtual comercial de Samsung y Oculus VR es algo digno de probarse, pero su potencial es limitado.   Oculus VR, la compañía que Facebook compró en julio de 2014 por 2,000 millones de dólares (mdd) ha conseguido lo que muchos otros han soñado: desarrollar un dispositivo de realidad virtual realmente capaz de engañar a tu cerebro para sumergirte en una experiencia casi tangible. El único problema de la compañía es que, hasta ahora, no tiene un modelo comercial de su aparato, pero ello no le ha impedido asociarse con Samsung para darnos una probada de lo que podemos esperar de su primer entrega de consumo masivo: el Gear VR, un visor que aprovecha la pantalla de un Galaxy –S6, S6 Edge, S6 Edge+ o Galaxy Note 4– para reproducir una realidad virtual frente a los ojos de quien lo porte. Ésta es la primera generación del visor de Samsung, la que actualmente se encuentra en venta México, sin embargo ya viene la segunda, más estilizada y con mejores acabados, la cual ya puede pre ordenarse en Estados Unidos a través de Amazon, Samsung.com y Best Buy, y comenzará a venderse el 20 de noviembre.   Hands On Lo primero que hay que decir del Gear VR es que es un accesorio para tu Galaxy, lo cual podría resultar insensato como idea de negocio, pero tiene sentido si consideramos que el display AMOLED de la nueva generación de teléfonos Samsung es el mejor entre todos los smartphones que se venden actualmente. Al limitar la compatibilidad con los teléfonos Samsung, Oculus pueden controlar la calidad de la experiencia. Físicamente, el Gear VR se siente muy ligero y resistente. Pesa 420 gramos (más el teléfono) y está fabricado con un cuerpo de policarbonato y las tiras de neopreno y velcro permiten ajustarlo independientemente de la talla del usuario. El smartphone se monta fácilmente en el puerto delantero del visor, y automáticamente lanza las apps de realidad virtual que tengas instaladas, y es compatible con todas las apps para Google Cardboard. La navegación es sencilla, al centro de la pantalla verás un punto azul, éste servirá de cursor y para moverlo simplemente tienes que guiarlo con la cabeza. En el costado derecho hay un panel táctil que te ayuda a desplazarte por los menús (arriba, abajo, izquierda, derecha) y un botón físico para regresar a la ventana anterior. En cuanto a la calidad de la imagen, es cierto que aún pueden distinguirse los pixeles, por lo que también es necesario poner un poco de nuestra parte para entrar de lleno en la experiencia. Esta primera generación tiene una esponja que se ajusta al contorno de la cara para bloquear la luz y mejorar la inmersión, sin embargo dentro puede subir mucho la temperatura y hacerte transpirar, lo que termina por empañar las lentes de aumento. Si usas gafas de aumento, no hay problema, dentro del visor hay espacio suficiente, no es necesario que te las quites. Si quieres más detalles sobre el visor y el aspecto de la experiencia dentro de él, echa un vistazo a nuestro video:
Aunque el primer contacto con el Gear VR en acción es algo fascinante, la experiencia resulta desgastante, ni la vista ni el cerebro pueden con una carga sensorial tan fuerte y tras 5 minutos de uso podrías necesitar un descanso. Así, éste no es un aparato que te permita ver una película completa, al menos no por ahora. En resumen, el Gear VR es algo fascinante, pero a menos que ya tengas un Galaxy y seas muy entusiasta de la realidad virtual o los gadgets, los casi 4,000 pesos que hay que pagar por él resultan un poco elevados. No obstante, hay que reconocer que es un gran primer paso.   1 2 3 4 5 6 7 8 9Más imágenes  

 

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