Revista Time nombra a Angela Merkel personaje del año
La canciller alemana encabezó a un grupo de finalistas que incluyó también al precandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos Donald Trump, que salió en tercer lugar, y al líder de Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi, que ocupó la segunda posición.
Reuters
La revista estadounidense Time nombró el miércoles a la canciller alemana Angela Merkel como la “Persona del Año” en 2015 y destacó su fortaleza y liderazgo frente a la crisis de refugiados sirios y a los problemas de la Unión Europea con su moneda este año.
Merkel encabezó a un grupo de finalistas que incluyó también al precandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos Donald Trump, que salió en tercer lugar, y al líder de Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi, que ocupó la segunda posición.
“Por pedirle a su país más de lo que la mayoría de los políticos se animaría, por resistir con firmeza contra la tiranía (…) y por ofrecer un liderazgo moral categórico en un mundo donde escasea, Angela Merkel es el Personaje del Año de TIME”, dijo la Nancy Gibbs, la editora de Time.
En respuesta a la noticia, el portavoz de Merkel, Steffen Seibert, dijo en una conferencia de prensa del gobierno: “Estoy seguro de que el canciller aprecia esto como un incentivo en su trabajo.”
Merkel celebró su aniversario de 10 años como canciller el mes pasado, por lo que su líder más veterano de la Unión Europea.
Durante años fue considerada como una líder cauta que evitaba los riesgos y prestaba atención a la opinión pública al formular sus políticas. Pero su liderazgo en la crisis de Ucrania el año pasado y en la de Grecia este año, además de su postura en el tema de los refugiados, ha cambiado esa visión.
Sin embargo, su política de “puertas abiertas” a los refugiados causó una disminución en el respaldo a sus conservadores y en su popularidad, que cayó a un 54% desde el 75% en ocho meses.
Time también destacó su liderazgo este año en la respuesta de Occidente al “robo de Ucrania” por parte de Vladimir Putin y en recibir a refugiados en Alemania pese al “reflejo de cerrar puertas, construir muros y no confiar en nadie”.
