El actor se aseguró de que su imagen no sea explotada de forma alguna hasta 25 años después de su muerte. ­   Por Natalie Robehmed Cuando el aclamado actor Robin Williams murió en agosto de 2014, dejó atrás un fortuna patrimonio de 100 millones de dólares (mdd) y una potencial fortuna en concesión de licencias de imagen. Pero una cláusula incluida en su testamento establece que su imagen no va a generar dinero en las próximas décadas. Williams, más conocido por películas como Mrs. Doubtfire y Good Morning, Vietnam, decidió restringir el uso de su imagen durante 25 años después de su muerte. Esto evita que su nombre, fotografías, voz o firma sean usadas en película, comercial o patrocino alguno hasta 2039, lo que limita sus ganancias futuras. La sucesión patrimonial de los artistas incluidos en nuestra lista de celebridades muertas que más dinero generan pueden cobrar más de 500,000 dólares por el uso de la imagen de las celebridades en los anuncios, con ofertas excepcionales que alcanzan los siete números. Algunos, como James Dean y Bettie Page, también ganan por regalías –a veces millonarias– pagadas por marcas de ropa que llevan su nombre. Al restringir la explotación de su derecho de publicidad, Williams, quien se suicidó a los 63 años de edad, ha asegurado que nadie no pueda beneficiarse de su prematura muerte, al menos no aún. “Puede que no deseara que su imagen fuera excesivamente explotada después de su muerte”, dijo Mark Roesler, presidente y director ejecutivo de CMG Worldwide, una casa de concesión de licencias para celebridades. “Ésa es una decisión personal que muchas celebridades toman.” Roesler, quien no está asociado con la sucesión de Williams, señaló que el actor autorizó el uso de su imagen durante su vida en varios comerciales, entre ellas Snickers y Legend of Zelda (el actor era tan fan del videojuego que nombró a su hija en honor a la princesa), entre otros. Independientemente de sus decisiones hechas en vida, muchas estrellas de Hollywood como Williams se han vuelto cada vez más conscientes del uso de su imagen después de la muerte. Los desarrollos en la tecnología de generación computarizada de imágenes y los efectos visuales hacen que los estudios y las sucesiones puedan explotar la imagen de las celebridades (a través de publicidad, hologramas, o shows en Las Vegas) para asegurar sus negocios vivan por siempre. Furious 7, por ejemplo, usa una combinación de imágenes de archivo, efectos visuales y dobles corporales para recrear a Paul Walker, quien murió en 2013 antes de que la película terminara de rodarse. Concluida con un largo homenaje a Walker, la película recaudó 1,500 mdd este año, por lo que es la quinta película más taquillera de todos los tiempos. Williams también podría haber limitado su imagen como un movimiento fiscal inteligente, dice Roesler. A raíz de las dificultades fiscales de la sucesión patrimonial de Michal Jackson (las autoridades tributarias afirman que debe más de 700 mdd en parte por el valor de su imagen y su propiedad intelectual), las celebridades parecen haberse vuelto más cautelosas acerca de cómo podría ser valuada su imagen. Pero el testamento de Williams aclaró que él ya había optado por dejar los derechos de su nombre, firma e imagen a su Fundación Windfall, lo que la exime del pago de impuestos. “No entiendo la restricción dado que su imagen está en manos de la caridad”, dijo Laura Zwicker, un abogado de Greenberg Glusker que asesora a familias de alto patrimonio para planificar su patrimonio. Zwicker dijo que si Williams hubiera dejado su imagen a miembros de su familia, la colocación de una restricción en el uso de la misma podría “deprimir su valor para efectos fiscales”. La cláusula también asegura que si la Fundación Windfall no califica para la deducción de impuestos por las regulaciones de la IRS, el fiduciario debe distribuir beneficios del derecho de publicidad de Williams a una organización caritativa con un propósito similar. “Ya ahorraste en impuestos al ceder los derechos a la caridad”, explicó Zwicker. “Puedo ver [a alguien] haciéndolo por razones de privacidad.” Cualquiera que haya sido la motivación para Williams, algo es seguro: no habrá un holograma suyo al lado del de Jackson o Page en un escenario de Las Vegas, al menos no pronto.  Y para los fans del actor que prefieren recordar el rostro sonriente que vivía una batalla con la depresión, ése es un regalo invaluable.

 

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