Como una nueva muestra de que el mercado laboral de Estados Unidos se fortalece, la semana pasada las solicitudes de ayuda por desempleo bajaron en 1,000 y se ubicaron en 264,000. Índice de Precios al Productor cayó 0.4% en abril.   Reuters WASHINGTON. El número de estadounidenses que pidieron por primera vez el seguro federal de desempleo bajó inesperadamente la semana pasada, en una nueva evidencia de que el mercado laboral se fortalece aún cuando la economía tiene dificultades para recuperarse de una desaceleración en el primer trimestre. Otro dato mostró el jueves que la firmeza del dólar y la caída del petróleo contuvieron la inflación al productor en abril. Eso, junto con las señales de un modesto repunte del crecimiento económico en el segundo trimestre, sugiere que la Fed probablemente no elevará las tasas de interés hasta fin de año. Las solicitudes iniciales del beneficio para desocupados cayeron en 1,000 a un total desestacionalizado de 264,000 en la semana terminada el 9 de mayo, informó el Departamento de Trabajo, muy cerca de un mínimo de 15 años alcanzado hace dos semanas. La medición ha estado por debajo de 300,000, un umbral asociado con un mercado laboral fortalecido, por 10 semanas consecutivas. Economistas encuestados por Reuters esperaban un alza de los pedidos de subsidio a 275,000 para la semana pasada. El promedio móvil de cuatro semanas, considerado una medición más precisa de las tendencias en el mercado laboral porque suaviza la volatilidad semanal, cayó en 7,750 a 271,750 pedidos la semana pasada, su nivel más bajo desde abril del 2000. Los futuros de las acciones en Wall Street ampliaron ganancias tras los datos, mientras que los precios de los bonos del Tesoro en Estados Unidos subían. En tanto, el dólar extendía sus pérdidas frente a una cesta de monedas. El dato de solicitudes destaca el dilema que enfrenta el banco central estadounidense. Las autoridades consideran que la economía se dirige a un fortalecimiento y que el mercado laboral parece estar ajustándose, pero una expansión inesperadamente floja y débiles presiones inflacionarias están complicando los planes de elevar las tasas. La Fed, que tiene una meta de inflación de 2%, ha mantenido su tasa de interés referencial de corto plazo cerca del cero por ciento desde diciembre de 2008. En un reporte por separado, el Departamento de Trabajo dijo que su Índice de Precios al Productor (IPP) basado en la demanda final cayó 0.4% el mes pasado, su tercer declive este año. El IPP aumentó 0.2% en marzo. En los 12 meses a abril, los precios al productor disminuyeron 1.3%, el mayor declive anual desde 2010, luego de descender 0.8% en marzo. Economistas esperaban un alza de 0.2% el mes pasado y una baja de 0.8% respecto al año anterior. La economía creció muy tenuemente en el primer trimestre, retenida por varios factores como la fortaleza del dólar, el mal clima e interrupciones portuarias. Las ventas minoristas y los datos fabriles sugieren que si bien la actividad está repuntando, el ritmo sigue siendo modesto. Una retracción de 0.7% en el índice de productos de demanda final explicó más de 70% del declive del IPP el mes pasado. Los precios energéticos disminuyeron 2.9% tras elevarse 1.5% en marzo. Los precios de los alimentos se redujeron por quinto mes consecutivo. El dólar, que ha ganado 11% contra las monedas de los principales socios comerciales de Estados Unidos desde junio, y los menores precios energéticos, están manteniendo contenida la inflación.

 

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