La fuerte volatilidad de los mer­cados presiona la cotización del peso; por tanto, las empresas con compromisos en dólares son las que tendrán mayores apremios para hacer ajustes internos y revisar y evaluar sus nuevos proyectos de inversión. Así ve las cosas Luis Antonio Zetter, CFO de una de las empresas líderes de telecomunicaciones, con presencia en 29 estados.   Un convencido de que la disciplina es una virtud valiosa para los financieros, Luis Antonio Zetter, CFO de Megacable, habla de lo que, a su juicio, es una de las fortalezas de la empresa: la disponibilidad de dinero en caja, y del nuevo servicio de la compañía: Cable Play, una plataforma en línea con todo su catálogo de contenidos para las distintas plataformas.   ―¿Cómo afecta a Megacable la volatilidad financiera global? ―En el último trimestre se empezaron a mover mucho las cosas, pero en enero entraron con mucha fuerza la baja del petróleo, la devaluación en China y la continua apreciación del dólar. “Nosotros nos vemos afectados. Prácticamente todo el activo fijo y la programación y el contenido que transmitimos en nuestros paquetes de video están, en su mayoría, denominados en dólares. “Tenemos acuerdos en los contratos con nuestros proveedores para poner un tope al tipo de cambio y compartir la mitad de lo que exceda del tope, pero es una devaluación tan fuerte que sí nos pega. Los topes son diferentes con cada proveedor (con los que nos costó más trabajo negociar fue con los de infraestructu­ra); algunos están en 14.50 pesos por dólar y otros en 12.50, pero en todos los casos quedaron superados el año pasado.”   ―En septiembre, ustedes ya predecían esta situación. ―No tan fuerte. Sí había una expectativa de deterioro, pero no una situación como ésta. Sin embargo seguimos esperando que el tipo de cambio tenga un regre­so; consideramos que las tasas de interés crecerán de manera natural, alentadas más por el entorno global que por lo que a Estados Unidos le pueda impactar. “En nuestro diagnóstico del tipo de cambio para todo el año esperá­bamos que el promedio estuviera en 17.50 pesos. Había líneas que nos decían que incluso iba a estar por debajo, pero éramos un poco escépticos con eso.”   ―¿Cuánto les ha afectado esta situación? ―Tener un gobierno corporativo y una comunicación fuerte te da la posibilidad de tener definicio­nes y operar con cierta libertad. Lo segundo es la disciplina; con mucha volatilidad hay ganadores y perdedores, y el trabajo del área financiera, en mi opinión, no es ir a Las Vegas, adonde está el benefi­cio, sino disminuir el riesgo y, si es posible, eliminarlo. “Eso tiene sus costos. Hay que buscar qué es lo que nos da la ma­yor estabilidad con el menor costo posible. Y bajo ese marco, decimos no al riesgo, porque a quien ha arriesgado le ha ido bastante mal. “Somos muy conservadores en ese aspecto. “Por instrucciones y por acuer­do, debemos tener en caja de dos a tres meses de nuestra operación en dólares, lo que equivale a entre 40 y 50 mdd. La ventaja en Megacable es que tenemos una caja bastante amplia, y ésa es una de nuestras fortalezas: nos ayuda a enfrentar estas turbulencias de mediano y largo plazo; por supuesto, cuando se alargan ya no es tan fácil. “Manejamos los flujos en pro­medios de 20 y 60 días del tipo de cambio. Cuando en 20 días supera el promedio móvil de los 60 días, en ese momento sabemos que no de­bemos de comprar dólares porque van en una subida, y cuando baja al promedio de los 20 días indica que hay oportunidad de volver a adqui­rir dólares si es necesario.”   ―¿Compran coberturas? ―Manejarlas implica un costo; ade­más, siempre vas a comprar al tipo de cambio más caro que el precio del día vigente, porque ningún ban­co te va a decir que vale menos que lo que vale hoy. Siempre la expecta­tiva es que se vuelva más caro. “Lo mismo sucedió el año pasado con las tasas de interés. Nosotros tenemos con los bancos un crédito en pesos, pero con la subida de las tasas había incertidumbre sobre lo que iba a suceder. El 100% está en tasa variable, así que si sube la TIIE (tasa de interés interbanca­ria de equilibrio), obvia­mente suben los intereses y tienes que seguir pagando. “Invertimos en algunas coberturas, pero deben de ser sin riesgo de capital y tener un rendimiento defini­do. Pongo a competir a los bancos y el que me dé la me­jor tasa se lleva el pastel. No estoy casado con ninguno.” megacable1

Luis Antonio Zetter, director de Administración y Finanzas de Megacable. (Foto: Luz Montero).

―¿Cambiarás tu estrategia conforme se muevan las tasas? ―Hablando de disciplina, la estra­tegia es la misma. La tasa se va a mover, pero en la diferencia entre la tasa activa y la pasiva está el riesgo. “La política actual nos sirve para momentos de volatilidad. No sa­bemos cuánto y cómo podrían subir las tasas de interés, pero sabemos cuáles son los desaceleradores (de la economía): China, que ya no va a crecer, y los BRIC, que ya no tienen el crecimiento de hace dos años. “Considero que Estados Unidos está revisando el panorama in­ternacional (previo a su decisión sobre las tasas); al final, la subida de tasas (de diciembre pasado) le ayudó a todo mundo a quitar­se preocupaciones, y a tomar y sentar más credibilidad, pero, en mi opinión, el aumento de tasas no va a ser como lo previmos hace cuatro o cinco meses; vendrá un poco más lento.   ―¿Cómo están sus vencimientos de crédito en dólares? ―Tenemos de dos tipos. Uno de 40 mdd, lo tomamos para operación normal y, de hecho, lo liquidamos antes de cerrar el año. “El otro crédito, hasta por 103 mdd, está amarrado a un convenio que tenemos con la Comisión Fe­deral de Electricidad (CFE), donde nos pagará en dólares (así que) está cubierto en sí mismo. “Se trata de una de tres licitacio­nes ganadas por Mega­cable, con valor de 105 mdd, para hacer el cambio de medidores de ener­gía eléctrica de grandes consumidores. “La compañía instala, calibra y programa los me­didores que serán monito­reados por la CFE. Es una nueva tecnología que ayudará a disminuir pérdidas de energía eléctrica. “El proyecto se realiza en la Ciudad de México y el Estado de México, y se instalarán 308,000 contadores, de los cuales llevamos el 45%. “Tenemos también un crédito por 2,100 millones de pesos (mdp), que renovamos cada tres años; esta vez vence el 31 de julio de 2016, y como es un crédito grande, pensa­mos renovarlo. “Vamos a poner a competir otra vez a los bancos para ver quién nos da las mejores condiciones; tene­mos otras opciones, como emitir por primera vez un bono. “El crédito lo tenemos como es­trategia, para si en algún momento adquirimos algún negocio, ya ten­dremos líneas de crédito abiertas y un perfil reconocido dentro y fuera de México.   ―¿Cómo reaccionan a la turbulencia? En octubre pasado debimos incrementar tarifas, como hizo la competencia, pero eso es algo que tratamos de evitar. Aunque si llega el momento lo tendremos que volver a hacer. Y en lo que lo vamos a notar (la reacción de los clientes) es en la aceptación o no de seguir con nosotros. Hasta ahora, el impacto fue pequeño: un 3.5% de incremento que hicimos y no ha significado una merma en la cantidad de suscripto­res, por el momento.   ―¿Perciben indicios de una presión infla­cionaria? ―El discurso del gobierno es que no hay inflación, pero si quito los ener­géticos, sí hay. “El crecimiento inflacionario que traemos de años anteriores incluye el aumento en las gasolinas y de la energía eléctrica, y como este año ya no crecieron, todo lo demás siguió aumentando, aun cuando parece que la inflación se desaceleró. “El gobierno seguirá manteniendo de alguna manera los precios, y con ello contendrá la inflación, pero va a llegar un momento en que los com­ponentes van a superar a las tasas de incremento. “Si quitamos energéticos, fá­cilmente vamos a llegar a 3% de inflación, pero estimo que habrá un aumento mayor; en el momento que al gobierno se le ocurra subir algu­nas tarifas, se va a disparar.”   ―¿Ustedes en dónde tienen tasado ese nivel de inflación? ―Entre 4% y 4.5%, quitando energéticos. “Para nosotros es un poco diferen­te que para el resto de la población, porque la inflación que yo tengo sufre el impacto del tipo de cambio en la compra de programación, en el equipo que compramos, el gasto de internet y los gastos fronterizos, todos son contratos con proveedores de Estados Unidos y en dólares. “Ese impacto hace que tengamos una inflación muy específica.”   ―¿Cómo se ven ante ese panorama? ―La primero es que los proyectos que tenemos establecidos se basan en las necesidades de inversión del negocio, como es tecnología e infraestructura. “Esos proyectos no se detuvieron en 2015 y no es nuestra intención detenernos en 2016. “En el momento en que Mega­cable deje de tener la mejor red y la mejor tecnología, entonces será susceptible de ser afectada por la competencia al ofrecer mejores cosas que las que ofrecemos a nuestros suscriptores. “Nuestro entendido es que nuestra oferta es igual o mejor que cualquiera del mercado, y sólo podemos tenerla a raíz de las inversiones. “En términos de inver­sión de infraestructura, no vamos a cambiar. “En cuanto a adquisi­ciones en 2015 buscamos comprar Grupo Edi, que es Telecable de Zapopan, pero no se concretó, y estuvimos viendo Axtel, pero al final decidieron unirse a Alestra. “En cuanto a conteni­do viene un catalizador llamado Netflix, y están saliendo más (de ese tipo). El consumidor está volteando a internet para ver contenidos, pues los ve cuando quiere, lo que quiero y hace pausas en el momento que quiere. “Lo están haciendo Netflix y también lo hacen HBO, ESPN, FOX, que tienen librerías inmensas de películas, contenidos y series, y en mi opinión están en lo correcto. “La desventaja de Netflix a largo plazo es que no deja un peso en el país. Saca dinero de aquí pero no paga impuestos. Esto será objeto de regulación porque hay países donde Netflix no lo tiene permitido. “Megacable desarrolló una plata­forma que tiene todas las librerías contratadas de películas, en lo que antes era conocido como pago por evento. Además incluye progra­mación de Televisa, que tiene una librería muy grande, y aparte, si el suscriptor paga los paquetes premium de HBO, tendrá disponi­bles todas las películas y series del paquete que contrate.”   ¿Ustedes implementarán algún proto­colo para el nuevo paquete? ―Ya lo tenemos. Se llama Cable Play y ya está operando; tenemos pocos suscriptores pero creemos que poco a poco se irá generalizando. “Tiene unos seis meses en el mercado, y por el momento sólo lo ofrecemos en nuestras zonas de cobertura. “Será un superpaquete con toda la programación en línea, y podrá verse en tabletas, teléfonos móviles y computadoras portátiles. En este momento está en definición el número de dispositivos que se podrán conectar con una cuenta.”   ¿Qué riesgos ven en el mediano plazo? ―Más que riesgos, vemos oportunidades que pueden perder­se. El regulador es un catalizador; en sus manos está la velocidad para desarrollar la industria, que de­penderá de lo que las autoridades determinen. Todavía hay muchos candados que no han sido reme­diados con las preponderancias. “Megacable genera flujo de caja siempre, y hoy generamos lo su­ficiente para pagar dividendos en los próximos tres años. Pero si se viene una gran inversión, entonces no pago dividendos un par de años, y si hay un mejor lugar para poner el dinero, lo ponemos.”

 

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