- Estrategia de comunicación y publicidad con menos dinero.
- Marketing de guerrilla en redes sociales.
- Manejo de medios.
- Manipulación.
Trump: Liderazgo y sublimación
Detrás de la sublimación. En la ontología del liderazgo existe algo muy cierto: No es fácil creer en aquello a lo que no se está acostumbrado.
El mundo es como lo comprendemos. Existen muchas características y situaciones que son difíciles de ver cuando se está acostumbrado a ser león y no presa.
Era difícil que un gobierno acostumbrado a la demagogia, pudiera creerle a Trump. Habladurías, pensaban. Promesas de campaña, pensaban. No hicieron más que sublimarlo.
Y no pasaron ni cuarenta y ocho horas, tras tomar el poder, cuando el mundo entero lo esclareció.
Son esos límites mentales de comportamiento y actitud los que provocaron la ceguera de nuestros gobernantes, acotándoles el panorama de visión. Verlos así fue casi como reconocerles ciegos ante actitudes y comportamientos que nunca vieron.
Porque si en este país, la constante es la promesa de campaña, era sumamente sencillo pensar: “difícilmente lo hará”.
Dicen por ahí, que sólo vemos lo que habita en nuestro mundo. Y de ahí que creamos que los demás harán; lo que nosotros haríamos en su lugar.
Hoy sabemos que a nuestro gobierno le cuesta trabajo enfrentar a líderes que tienen verdaderas características de líderes. Entre otras respaldar su palabra. Sea cual sea.
Todos saben que lo sublimaron. Y no por nada llevan más de una semana corriendo y encerrándose todos a puertas cerradas, a saber qué hacer; cómo quien corre para avisarle a los actores que están en el camerino que el teatro se está cayendo y que esto es de verdad, no es parte de la obra.
Se les olvidó que el hombre está acostumbrado a conseguir lo que quiere y a hacer lo que dice. No pudieron hacerse los incrédulos un día más, entonces fue el momento de leer el robusto plan e intentar saber, cómo actuar para tranquilizar al público que se encontraba aún en las butacas.
Esta cuestión que de todas las clases de liderazgo es la más importante, se les notó olvidada a muchos.
Más allá de todo juicio moral, de las tan marcadas líneas fascistas de Trump y de su estrategia comunicativa de manipulación, ese señor ha tenido los pantalones para hacer lo que dice y querer poner la muestra con México. Sea como sea el señor tiene, como Maquiavelo, una serie de objetivos, y para eso uso su plumita desde el día uno.
Trump desde la perspectiva del liderazgo y los negocios, le ha dado “clasecitas al mundo” sobre.