Si para el lunes no consigue los 5,800 mde para garantizar el rescate, el banco central cerrará la liquidez a la isla, al borde de la insolvencia.   Por Michele Kambas y Paul Carrel (Reuters)   El Banco Central Europeo (BCE) le dio a Chipre hasta el lunes para conseguir los miles de millones de euros que necesita para asegurarse un rescate internacional o se enfrenta a perder los fondos de emergencia para sus bancos y a un colapso inevitable. El aviso llegó cuando los líderes de la isla están bloqueados en las conversaciones sobre un “Plan B” para intentar conseguir los 5,800 millones de euros (mde) demandados por la UE bajo un rescate de 10,000 mde, después de que los diputados rechazaran un impuesto sobre los depósitos. El Gobierno dijo que los líderes políticos acordaron crear un “fondo solidario” que agruparía activos estatales como base para la emisión de un bono de emergencia, aunque el presidente del Parlamento Yiannakis Omirou insistió en que un impuesto a los depósitos más grandes, muchos de ellos de clientes rusos, no estaba en discusión sobre la mesa. El BCE, que ha mantenido a los bancos chipriotas operando con una línea de liquidez, dijo que el Gobierno tenía hasta el lunes para llegar a un acuerdo, o se recortarían los fondos. “Después de eso, la Ayuda de Liquidez de Emergencia (ELA por sus siglas en inglés) sólo podría ser considerada si está en vigor un programa UE/FMI que aseguraría la solvencia de los bancos afectados”, dijo. El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, dijo el jueves que los problemas de Chipre plantean un riesgo sistémico para la zona euro, aunque añadió que la situación del país es “muy específica”. En declaraciones al Parlamento de Bruselas, Dijsselbloem dijo que esperaba que Chipre podría acordar un balance más justo en la contribución de los ahorristas para ayudar a que el país supere sus dificultades. En cualquier caso, añadió que cualquier solución de rescate requería algún tipo de impuesto a los depósitos y aseguró que Moscú había informado a la UE de que no tenía intención de darle más dinero a Chipre que el crédito existente. Dijsselbloem dijo que un préstamo de Rusia no resolvería el problema de la deuda, y que un impuesto revisado sobre los depósitos bancarios más grandes aún estaba sobre la mesa. Los responsables de la UE creen que al menos parte de los 5,800 mde que demandan deberían proceder de los 68,000 mde que están en los bancos chipriotas, 38,000 millones de los cuales están en forma de depósitos de más de 10,000 euros, la mayoría de extranjeros. Pero golpear al pequeño ahorrista provocó una ofensa visceral, y el gobierno chipriota teme que imponer un gravamen demasiado alto a los grandes depósitos destruiría la industria financiera, que forma gran parte de su economía. Las dudas sobre el destino del pequeño país, que tiene solo 1.1 millones de habitantes, han generado preocupación sobre la unión monetaria y han despertado tensiones geopolíticas entre la UE y Rusia. El primer ministro ruso, Dmitry Medvedev, que estaba preparándose para reunirse con una delegación de la Comisión Europea en Moscú el jueves, dijo que el bloque se había comportado “como un elefante en un bazar” y comparó sus propuestas, que obligarían a los clientes rusos a contribuir al rescate de los bancos chipriotas, a confiscaciones de la era soviética.  

 

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