Un reloj de diseño tradicional y high-tech en una sola pieza

Más de dos décadas tuvieron que pasar para que el Royal Oak Offshore de Audemars Piguet, que causó sensación en 1993 por su robusta, audaz y altamente funcional forma, se equipara con el Calibre 2897 especialmente desarrollado para este reloj. Después de que en 1972 el Royal Oak octagonal impresionara al mundo de la Alta Relojería, Audemars Piguet presenta el Royal Oak Offshore Tourbillon Cronógrafo, un reloj deportivo compuesto por una caja de 42 mm forjada con hierro que permite pensar que se trata de una pieza indestructible. Este modelo está equipado con el Calibre 2897 automático, característica exclusiva para este reloj. Consta de 335 componentes pulidos y decorados a mano que añaden un caprichoso toque de elegancia, convirtiéndolo así en una auténtica obra de arte de la micromecánica, que puede apreciarse en todo su esplendor a través del cristal de zafiro del fondo de su caja.

Audemars Piguet presenta el Royal Oak Offshore Tourbillon Cronógrafo

Analizamos el Royal Oak Offshore Tourbillon:

Caja. Está compuesta por carbono forjado de un diámetro de 44 mm y grosor de 14 mm, además tiene el fondo de zafiro con tratamiento antirreflectante y la inscripción Royal Oak Offshore grabada. El bisel, corona y pulsadores fueron hechos de cerámica negra, al igual que los protectores de pulsadores de titanio.
Esfera. De un intenso color negro, la caja lleva el motivo “Mega Tapisserie”, portaíndices y agujas de oro aplicado Royal Oak con revestimiento luminiscente, que realza el interior de zafiro.
Pulsera. Elaborada con un trozo de caucho negro, su hebilla realza en la mano de quien lo porta por el fuerte titanio.
Funciones. Cuenta con un segundero pequeño que destaca al marcar las 9 horas. Al igual de un segundero central, contador de 30 minutos (a las 3 horas).