La industria privada propuso un modelo de operación de agua que puede ser la diferencia entre el abasto de agua y el desbasto que afecta hoy a 9 millones de mexicanos. ¿De qué se trata?     En el marco de la convención de la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento (ANEAS), la industria privada propuso un modelo de operación de agua que puede ser la diferencia entre el abasto de agua y el desbasto que afecta actualmente a 9 millones de mexicanos. Se trata de un esquema conocido como Mejora Integral de la Gestión (MIG) basado en un Contrato de Prestación de Servicios de largo plazo, que a grandes rasgos, consiste en modernizar el organismo operador, es decir en realizar acciones para elevar la eficiencia física y comercial con el objeto de lograr  la cobertura y autosuficiencia óptimas del sistema en cuestión. En el MIG, el inversionista privado promueve la creación y mantenimiento de infraestructura hidráulica, para obtener una utilidad razonable a partir del cumplimiento de metas de eficiencia física y comercial. El  MIG implica una mejora en la eficiencia global que determina la contraprestación final.  Por lo cual,  el inversionista está incentivado para realizar mejoras en toda la cadena de producción del agua, desde la modernización y creación de pozos, hasta la sectorización y perfeccionamiento de la presión en la red. El MIG se distingue de una concesión completa del servicio público, en tanto que en este modelo, el inversionista no toma el riesgo comercial de cobrarles a los usuarios finales sino al  Ayuntamiento- quien pone en garantía sus participaciones federales. Además, las tarifas que pueden ser recaudadas por el privado son de tres tipos, el primer tipo (T1) incluye el retorno de inversión bajo una tasa especificada, la segunda (T2) para cubrir costos de operación y la última (T3) funciona como un premio a la eficiencia lograda en el sistema. Bajo este esquema el inversionista encuentra estímulos para mejorar un sistema de agua, en el  que actualmente, las fugas llegan a alcanzar hasta 50% por ciento del volumen suministrado y cuyas tarifas no cubren- en muchos municipios- los gastos de operación, lo cual deja a los organismos operadores locales en una situación vulnerable. El MIG es una opción viable, en tanto permite las inversiones necesarias para que sistema sea eficiente,  pero también garantiza el abasto de agua respetando que un bien tan preciado y precario como el agua, llegue al grueso de la población. No es casual que ciudades con baja disponibilidad de agua como Ciudad Juárez, San Luis Potosí y Tijuana,- contemplen al modelo de Mejora Integral de la Gestión como una alternativa para resolver el problema el agua. A mi parecer el modelo MIG es una opción que debe valorada como una alternativa eficaz a muchos de los problemas  -financieros y de operación- que existen en los municipios.     Contacto: Facebook: http://www.facebook.com/ReporteRecsa Twitter: @HumbertoArmenta E-mail: [email protected] Páginas web: www.recsa.mx http://www.humbertoarmenta.com       *Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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