Para saber si podremos convertir una idea en un verdadero negocio se necesita un análisis en dos vertientes: la viabilidad del proyecto mismo y la viabilidad de que el emprendedor lleve a cabo ese proyecto.     Uno de los momentos más importantes de la decisión de emprender es la validación de la idea del emprendedor. Al iniciar un proyecto de emprendimiento, se debe realizar un análisis objetivo del mismo, para establecer la viabilidad de convertir la idea en un verdadero negocio. El análisis debemos realizarlo en dos vertientes: analizar la viabilidad del proyecto mismo y analizar la viabilidad de que el emprendedor lleve a cabo ese proyecto. En el primer caso, existen herramientas y metodologías que permitirán al emprendedor evaluar la viabilidad de su proyecto desde el punto de vista de la deseabilidad del mercado por el producto o servicio que ofrecerá, la viabilidad técnica de poner dicho producto o servicio en la plaza deseada y la viabilidad financiera del proyecto. El análisis puntual de cada tema permitirá conocer si tenemos un buen negocio en las manos, la inversión que requeriremos para echarlo andar, las adecuaciones que nos exigirá el mercado y, tal vez lo más importante, en cuánto tiempo se podría recuperar la inversión. La segunda vertiente (análisis de la viabilidad de que el emprendedor lleve a cabo el proyecto) sugiere un análisis personal de las capacidades y habilidades del emprendedor en diferentes niveles: capacidades y habilidades técnicas, personales y financieras. El resultado de este análisis puede sugerir que, aun cuando la idea pueda ser un buen negocio, no es un buen negocio para ese emprendedor en ese determinado momento del tiempo. En principio, las herramientas para un análisis cualitativo de las habilidades y capacidades del emprendedor podrían no ser obvias, sin embargo, actualmente existen apoyos interesantes para que la decisión emprendedora sea más fácil, desde el punto de vista personal. En este sentido, las metodologías seguidas por muchas redes de incubación incluyen, además de las herramientas clásicas para el desarrollo de un plan de negocios viable y la consecuente creación de una empresa capaz de generar utilidades, el desarrollo de las habilidades del emprendedor, a través de capacitación y consultoría especializada que le permitan enfrentar los obstáculos personales que se erijan a lo largo del desarrollo de su proyecto. Entre estas habilidades se encuentra la capacidad de generar e iterar modelos de negocio, que le permitan al emprendedor tener una visión aproximada de lo que será su quehacer empresarial y realizar en él las adecuaciones necesarias para que sus ideales y su proyecto fluyan de una manera más tersa. Asimismo, el conocimiento de la capacidad financiera real del emprendedor y su potencial de levantamiento de capital, es información de gran valor cuando se enfrenta a la toma de decisiones sobre el tipo de negocio que quiere constituir. Un análisis objetivo del proyecto y del emprendedor incrementará la tasa de éxito, por un lado, a través del conocimiento de las aspiraciones y límites personales de los impulsores del mismo, y por otro, a través de la adecuación y compatibilidad del proyecto con las características del emprendedor.     Contacto: [email protected]

 

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