México es el octavo jugador mundial en la industria automotriz, gracias a tres ventajas competitivas: ubicación geográfica, disponibilidad de mano de obra calificada y acceso preferencial a los principales mercados del mundo.     Por Luis Lozano, socio líder de Industria Automotriz en PwC México. [email protected]     En el transcurso de los años, México se ha incorporado a la dinámica global de la industria automotriz. Entre 2008 y 2010 se benefició de las iniciativas de negocios que ejecutaron las marcas más importantes del mundo, lo que le llevó en 2012  a reafirmarse como el octavo productor mundial con una producción anual de poco más de 3 millones de unidades. El avance de nuestro país se debe a sus ventajas competitivas: ubicación geográfica, disponibilidad de mano de obra calificada y acceso preferencial a los principales mercados del mundo. En relación a la posición geográfica, ¿qué significa exactamente para la industria automotriz? La respuesta es sencilla: Los principales países asiáticos (China, Japón o Malasia) toman en promedio de 15 a 23 días más para abastecer el mercado de Norteamérica, en comparación de las empresas asentadas en México. Asimismo, esos países tardan entre 12 y 24 días más para llegar al mercado sudamericano, en relación con los productos enviados desde nuestro país. La disponibilidad de mano de obra calificada, se puede apreciar en el siguiente dato: en México se gradúan al año 100,000 estudiantes de ingeniería y técnicos (cifra superior a la de Alemania, Canadá o Brasil) y existen 900 programas de posgrado relacionados con la ingeniería y la tecnología en universidades mexicanas, lo que permite contar –y se ha demostrado— con la cantidad y calidad del recurso humano. De acuerdo con la Secretaría de Economía, la oferta de ingenieros en México representa una ventaja para la atracción de inversión, en relación con otros destinos. Estos dos aspectos impactan en el tipo de proveeduría y desarrollo de clústeres que se han establecido, y continuarán haciéndolo en los próximos años. Con base en los planes de construcción y ampliación de cuando menos cinco nuevos complejos industriales, el país pronto tendrá la capacidad instalada para ensamblar más de 4 millones de unidades anuales. México, a diferencia de otros países que también han escalado posiciones dentro del listado de los mayores productores del mundo, como Brasil, ha sido capaz de atraer las inversiones para la construcción de automotores de alto valor agregado, lo que contribuirá a reducir los costos de las armadoras como pueden ser por inventarios, riesgos, tiempo de entrega y transporte, entre otros. En todo el país se vive un proceso continuo de desarrollo de importantes clústeres automotrices. El más importante se ubica en la región noroeste del país y cuenta con 198 plantas productoras de autopartes en las que destaca la fabricación de climas, sistemas automotrices, componentes de plástico, partes para el sistema eléctrico, partes para motor y maquinados. Al hacer un recuento de la cantidad y tipo de empresas instaladas, toma relevancia el modelo de integración de la cadena de suministro, así como la suma de ésta al potencial de México como actor de la Industria Automotriz. De acuerdo con información del Sistema Empresarial Mexicano (SIEM), en territorio nacional se encuentran más de 600 empresas de autopartes, de las cuales una tercera parte son de primer nivel (Tier 1). Las oportunidades que tiene la industria son grandes, así como los aspectos clave a considerar para el inversionista. Las firmas asiáticas tienen pleno conocimiento y convencimiento de las ventajas. Dos de las tres principales empresas japonesas ampliarán su capacidad de fabricación de autos en México antes de que concluya la primera mitad de esta década; una más iniciará operaciones en el país para el envío al maduro, pero todavía atractivo, mercado estadounidense. Ante este escenario, PwC México reconoce la importancia de que las empresas de esta industria diseñen, ajusten y transformen la mejor estrategia que maximice la competitividad de su negocio para afrontar con éxito todos los desafíos que representa el crecimiento en la industria automotriz mexicana, porque hoy como nunca, el tiempo es dinero y en la década pasada México ya avanzó haciendo vínculos con otros países, por lo que la tercer ventaja competitiva (acceso preferencial a los principales mercados del mundo) también es una realidad. El análisis de estos datos y más son resultado de la investigación que PwC  México realizó y están contenidos en la publicación Doing Business in Mexico: Automotive Industry 2013.     Contacto: www.pwc.com/mx Facebook: PwCMexico Twitter: @PwC_Mexico Blog: pwc.mx Youtube: PwCMx

 

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