La luna de miel para Pa­blo Kohan fue mucho más que un viaje romántico. En uno de los hoteles que visitó se enteró de que los pisos estaban hechos con 20,000 botellas de PET. Esta idea le revolucionó la mente y junto con su padre visitó una planta en Argentina que fabri­caba techos a partir de enva­ses multicapa (Tetra Pak). Cuando él acudió a la em­presa Tetra Pak le dijeron que se producían más de 180,000 toneladas anuales en México de material posconsumo, es decir, de basura. Pero este material debía ser lavado, recolectado y separado, así que investigó qué tecnología le permitiría realizar el proceso. A partir de 2008 buscó inversionistas, para 2009 ya había dos interesados en finan­ciar el proyecto y en 2010 abrió la primera fábrica. “Estuve con ellos tres años y me di cuenta que no querían hacer crecer la empresa y me fui”, recuerda. Esa primera inversión fue de 500,000 dólares. Verdek oficialmente inició operaciones en 2011 y con una tecnología mejor desarrollada ahí separan el aluminio, el papel y el plástico. A partir de este proceso producen celulosa en lámina que venden principalmente a Scribe y a otras empresas para fabricar papel tissue (sanitario). “Existen dos canales de reco­lección: tengo contratos con cinco o seis empresas recicladoras de material. Hay gente que manda el material de Mérida, Morelia, Veracruz, de diferentes lugares, y segundo, tengo una red de 30 pepenadores formales, quienes lo reco­lectan, lo separan, lo traen y me facturan”, explica. También puedes leer: El emprendimiento social también puede generar fortuna En 2015, Verdek captó 7,000 toneladas de envase multicapa, y en lo que va de este año ha recolectado 3,500 toneladas. Pablo proyecta que para 2017 la empresa recolectará 20,000. El resto de los componentes, el plástico y el aluminio, se compac­tan y convierten en láminas para fabricar techos, pisos, mu­ros y cimbra aplicables en dife­rentes sistemas constructivos. El desarrollo de este produc­to le valió a Verdek el Premio Eco CIHAC Innovación Sustentable en 2014. También ganó el segundo puesto en el Cleantech Challenge de 2015. Las láminas bioclimáticas de polialuminio son impermeables, acústicas e irrompibles, y son 20% más baratas que los materiales con­vencionales de construcción. La empresa desarrolló un Módu­lo de Edificación Sustentable para construir vivienda, centros comuni­tarios, escuelas y centros de salud. A la fecha, Verdek ha edificado 10 escuelas: tres en el Estado de México, dos en Puebla, dos en Tabasco, dos en Morelos y una en Chiapas, las cuales tienen una dimensión de 36 m2, un costo de 220,000 pesos y una vida útil de hasta 20 años, depen­diendo del espesor de las láminas. También ha desarrollado cuartos de baño. El siguiente proyecto de Verdek es desarrollar a partir de celulosa empaques que tradicionalmente son de unicel. “Nosotros procesamos 1.4 toneladas de envases multicapa por hora. Eso nos hace conseguir una tonelada de celulosa por hora. Para conseguir una tonelada de celulo­sa se necesita talar 13 árboles. Es decir, nosotros estamos dejando de talar 13 árboles por hora”, explica. Para crecer, esta empresa planea abrir dos plantas en los próximos tres años: una en Monterrey y la otra en Guadalajara. Pablo-Kohan2_buena

Foto: Michelle Burgos.

 

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