Los enólogos más destacados del panorama vitivinícola español viajan a territorio mexicano para hacer automarketing.     La sensación de que está llegando a México lo mejorcito del sector vinícola español ya no es una sospecha, es un hecho consolidado. Esta semana precisamente viajó desde tierras riojanas María Larrea, enóloga de CVNE, para presentar las últimas grandes añadas del vino Imperial Gran Reserva. En la convocatoria se cataron las añadas 2007, 2005 y 2004, siendo precisamente Imperial Gran Reserva 2004 nombrado en 2013 “el mejor vino” por la afamada revista Wine Espectator. “Imperial es uno de los grandes vinos de España, y el vino con el que los príncipes de Asturias brindaron en su boda.” La cata fue espectacular, como corresponde a una cata de vinos mayúsculos, y en lo personal me inclino más por los tonos balsámicos, achocolatados y casi licorosos del 2005, que por la complejidad, a mi gusto, un poco herbácea del laureado 2004. Alzado simulado 12 La Rioja Pero volvamos al tema. ¿Tan grande es la crisis que sufre el vino español en su tierra que sus artífices se ven obligados a ejercer grandes campañas de venta en México? A los hechos me remito. En los últimos cuatro meses hemos visto pasear sus corchos a grandes enólogos y directores de bodega como Alfonso Hornos de Pago de Vallegarcía (Montes de Toledo) o a Inma Cañibano de Bodegas Estancia Piedra (DO Toro) –que ahora se registra con el nombre de Piedra–. Hasta el presidente del Consejo Regulador de Jerez, César Saldaña, ha hecho sus pinitos por el DF. Y la lista es de órdago. La cuestión es, ¿responde el público mexicano a la invasión viniespañola? Pues el caso es que si bien el consumidor mexicano no es un gran bebedor de vino, cuando lo hace declina por el español, especialmente el procedente de Rioja y Rías Baixas, siendo México el destino del 30% del vino que se exporta.   Rías Baixas… blanca acidez Según datos del Consejo Regulador Rías Baixas, México fue el quinto destino en exportaciones de sus vinos durante 2013, tanto en valor económico como en volumen. Las bodegas de Rías Baixas exportaron 191,225 litros a México, por un valor de 1,030,783.26 euros. Estados Unidos encabezaba el mercado de exportaciones (2,634,314 litros), seguido de Reino Unido (695,862), Alemania (454,726) y Puerto Rico (223,429). Muestra de que la percepción de estos vinos en el país es excelente.   DOCa Rioja, el triunfo de lo clásico “Es un mercado emergente. Aunque el consumidor de México ya consumía Rioja, aquí se ve todavía poco vino y estamos haciendo una apuesta por entrar en el nuevo mercado que está surgiendo”, decía el presidente del Consejo Regulador, Luis Alberto Lecea, en una entrevista publicada en La Voz de Galicia. Afirmando además que México es al día de hoy el décimo mercado de exportación de vinos de Rioja, con 2.2 millones de litros vendidos cada año.   ¿Y qué pasa con los vinos mexicanos? Ya contaba hace unos post acerca del resurgir del vino mexicano; sin embargo, su capacidad de competir se ve mermada por una falta de constancia en la calidad y un precio ciertamente elevado para no ser de importación. Sin embargo, el camino está por andar… Veremos qué dan de sí.
PazoDasBruixas de Torres, nueva referencia de Rías Baixas en México, y Cune Imperial Gran Reserva (2004)

Pazo das Bruixas de Torres, nueva referencia de Rías Baixas en México, y Cune Imperial Gran Reserva (2004)

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