El ministro de Transporte alemán, Alexander Dobrindt, dijo el jueves que Volkswagen también había adulterado pruebas en Europa, donde sus ventas son mucho mayores, y el viernes fijó el número de vehículos afectados en Alemania.   Reuters Volkswagen alteró las pruebas de emisión de unos 2.8 millones de vehículos diesel en Alemania, dijo el viernes el ministro de Transportes de ese país, una cifra casi seis veces mayor que en Estados Unidos. Sus comentarios, que apuntan a una manipulación más grande que lo que se creía, profundizó la crisis en la mayor automotriz del mundo. El directorio de Volkswagen nombró al actual jefe de la división Porsche, Matthias Mueller, como presidente ejecutivo de la firma en reemplazo de Martin Winterkorn, quien renunció el miércoles, y se espera que al menos cuatro importantes ejecutivos sean desvinculados. Las acciones de la empresa alemana, que había empezado a estabilizarse después de fuertes caídas a inicios de la semana, bajaban 4.5% a las 1335 GMT, luego que Bloomberg informó que ejecutivos en Alemania controlaban aspectos de las pruebas manipuladas en Estados Unidos, citando a tres personas familiarizadas con el negocio en el país norteamericano. Volkswagen se encuentra bajo una fuerte presión para demostrar que puede enfrentarse al mayor escándalo de su historia de 78 años. Mueller, de 62 años, representaría parte de un nuevo comienzo para la firma, que Winterkorn consideró necesario cuando dio el paso al costado. El directorio también despediría al jefe de su negocio en Estados Unidos, a ingenieros experimentados de sus lujosas marcas Audi y Porsche y al jefe de desarrollo de marca de su división de VW, agregaron las fuentes, con el objetivo de mostrar que está actuando para poner fin a la crisis.   Escándalo en aumento Las acciones de Volkswagen han caído hasta 40% desde que reguladores estadounidenses dijeron la semana pasada que la compañía admitió que programó algunos vehículos diésel para alterar el funcionamiento de los motores al ser sometidos a pruebas, a fin de ocultar sus verdaderas emisiones. El escándalo sigue creciendo. El ministro de Transporte alemán, Alexander Dobrindt, dijo el jueves que Volkswagen también había adulterado pruebas en Europa, donde sus ventas son mucho mayores, y el viernes fijó el número de vehículos afectados en Alemania en 2.8 millones. Los reguladores y fiscales de todo el mundo están investigando el escándalo El mercado automotor se ha visto sacudido y las empresas de manufacturas temen una caída en las ventas de vehículos diésel y regulaciones más estrictas, mientras que clientes y operadores están furiosos de que Volkswagen aún no diga si va a llamar a revisión algún automóvil. La tarea que enfrenta Mueller, si se confirma su designación, es enorme. La compañía dijo el martes que 11 millones de vehículos en todo el mundo fueron equipados con un software que le permitió adulterar pruebas de emisiones en Estados Unidos, pero aseguró que no fue activado en gran parte de ellos. Analistas esperan que la firma informe pronto qué modelos de vehículos y años de fabricación son los afectados, y si tendrá que repararlos.

 

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