Por: José Enrique Alba Escamilla*

Todos hablamos de la nueva normalidad y los escenarios futuros en un mundo post-COVID-19. Líderes de distintos sectores hacen esfuerzos por adelantarse y desarrollar nuevos modelos de negocio adaptados a esa nueva realidad, también en el sector salud, donde la pandemia ha evidenciado graves ineficiencias y ha puesto en jaque a los sistemas sanitarios de todo el mundo.

Pero, ¿cómo cambiará el sector salud? ¿Transformará la manera de entregar valor a los pacientes? ¿Qué pueden hacer los emprendedores para redefinir una actividad que de ahora en adelante será crítica en los más mínimos detalles de nuestra vida?

A la Gran Recesión (2007-2009) siguió un gran boom de emprendedores, y es durante las recesiones que se gestan muchas de las empresas más exitosas y disruptivas del mercado. En el sector salud, a diferencia de otras actividades, se cuenta con una amplia base de investigadores, emprendedores y startups. Sin embargo, su gran desafío sigue siendo el  alinearse para que, de manera colaborativa, puedan diseñar y desarrollar procesos, productos y servicios innovadores, que signifiquen un timonazo en el rumbo de la industria. 

Son 10 las grandes áreas de oportunidad que en principio se pueden identificar en el sector salud, lo que a su vez, representa un terreno fértil para los emprendedores:

Hospitales: La mayoría de sistemas de salud del mundo no cumplen con los estándares de calidad dignos de cualquier paciente. En muchos casos, la experiencia de acudir a un centro médico público puede resultar en un caos, pero, acceder al sistema privado, es excesivamente costoso. El dilema es enorme y, por ello, hospitales y centros de atención físicos (en el punto de mira por los riesgos de contagio) han empezado a convertirse en soluciones de última instancia. Hoy los pacientes buscan alternativas remotas.

Espacios o centros de especialidad: Cada vez más son más atractivos por su funcionalidad y asequibilidad, al no incluir costos o inversiones de áreas no relacionadas con la enfermedad en cuestión en el precio al paciente.

Logística y suministros: Las instituciones de salud están buscando integrar y mejorar la cadena de suministros para no depender de terceros y acelerar sus procesos.

Prevención: El nuevo gran enfoque será la prevención, sobre todas las cosas. Esto le evitará a los pacientes, y también al personal, reservar el contacto directo para cuando sea estrictamente necesario.  

Telemedicina: Aunque parecía inviable, el home-office también se instalará en los servicios de salud. Realizar diagnósticos a través de dispositivos remotos y ofrecer servicios o análisis en línea será esencial.

Interacciones en tiempo real y 5G: Gracias al 5G, serán más rápidas las interacciones con los médicos y especialistas para tener citas y operaciones en tiempo real y a distancia. 

Inteligencia Artificial (IA): La IA será determinante en el sector salud, pues servirá como sustento para los diagnósticos y para una toma de decisiones mucho más acertada sobre los pacientes.

Dispositivos médicos automatizados y robots: La suma de la 5G y la IA dará paso a que los robots en la industria tengan mayor precisión y oportunidad de intervenir.

Comercialización de medicamentos: Una gran oportunidad está en la entrega y administración de medicamentos en todas sus formas. Los canales, los protocolos de contacto con los pacientes y las estrategias de precios tendrán que ser redefinidas.

Datos, digitalización y confianza: Cada vez será más necesario capturar información y datos sobre los pacientes, sus comportamientos, necesidades y preferencias, que permitan identificar patrones y apoyen la toma de decisiones globales y específicas. 

Algunas startups mexicanas ya han emprendido este camino, como es el caso de Vitau, empresa que después de haber recibido inversión y estar operando de manera correcta, ha adelantado sus planeas de expansión bajo otro modelo de negocio paralelo a la venta de medicamentos, aprovechando estas oportunidades para moverse bajo la nueva normalidad.

Laboratorios, farmacéuticas, biotecnología y producción de medicamentos, son otras verticales que merecerían un análisis independiente. Los cambios serán sustanciales, y sobre todo, dignos de ser observados detenidamente para desarrollar soluciones que generen valor a los pacientes.

El sector salud está sufriendo una homologación de la cancha o del mercado, y la principal tendencia es la democratización del servicio y el acceso a los productos. Gracias a diferentes tecnologías, competir es cada vez más accesible para los emprendedores, de tal forma que el sector salud ofrece una gran oportunidad para innovar, crear soluciones, y diseñar nuevos modelos de negocio. 

Aún falta un buen trecho por recorrer para detonar el crecimiento de emprendimientos en el sector salud. Sin embargo, cada vez existen más y mejores programas y plataformas de apoyo, como el Healthaton, que tendrá lugar el 22 y 23 de mayo de manera virtual, o la aceleradora para startups del sector salud Tec Lean Launch Digital Health, dos iniciativas que los emprendedores pueden explorar para construir un nuevo sector salud adaptado a la era post-COVID-19. 

Contacto:

José Enrique Alba Escamilla es director Zona de Emprendimiento Innovador del Tecnológico de Monterrey en colaboración con EGADE Business School.

Correo: [email protected]

Twitter: @JoseAlbaE

Facebook: TecLeanCDMX/

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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