El buen uso de una tarjeta de crédito implica disciplina y, sobre todo, tener los pies en la tierra. Te presentamos algunas claves para que tus tarjetas sean una herramienta útil para tus finanzas y no un problema fuera de control.   Las tarjetas de crédito son una de las armas más poderosas en el sistema financiero. Bien llevadas constituyen un medio de pago seguro y un financiamiento que puede resultar de mucha utilidad a la hora de administrarte. Mal llevadas pueden ser una pesadilla. Existen factores que debes analizar antes de decidirte por una tarjeta de crédito, según lo explica la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef). Tu forma de pago: Si eres totalero, el primer factor a considerar son las cuotas por anualidad, pues debes buscar una tarjeta con la que te sientas cómodo en la relación precio-servicios. Para quienes no pueden cumplir mes a mes con el pago del adeudo total, el factor más importante son las tasas de interés; sin embargo, es recomendable que no dejes crecer tu deuda. Tu ingreso: Evita contratar la tarjeta platino de tu banco si no cuentas con un ingreso adecuado para cubrir los pagos. Gastar más de lo que se puede pagar es el camino seguro a un desastre financiero. Tus consumos: Determina para qué quieres tu tarjeta: ¿para usarla en vez de efectivo de manera cotidiana?, ¿sólo para casos de emergencia?, ¿para comprar algo de valor elevado a meses sin intereses? Antes de optar por una tarjeta analiza cuál le viene mejor al ritmo que planeas darle. Cuánto cuesta la tarjeta: El Costo Anual Total (CAT) es un indicador que engloba la tasa de interés, la anualidad y las comisiones que se cobran. Es un número expresado en porcentaje en términos anuales, que sirve para comparar todas las tarjetas en el mercado.   10 cosas que no te conviene olvidar Si ya cuentas con tu tarjeta, existen algunas claves que ayudan al buen funcionamiento de tu plástico; si las llevas a cabo, es probable que tu idilio financiero sea positivo, pero si las dejas en el olvido, las probabilidades de un colapso aumentan. Toma nota:
  1. Usa tu tarjeta en función a lo que ganas. Evita comprar cosas que estarían fuera de tu alcance sin el financiamiento.
  2. Evita siempre pensar que el dinero en tu tarjeta es un ingreso adicional. NO ES ASÍ.
  3. Evita pagar sólo el mínimo: tu deuda puede crecer como bola de nieve sin que te des cuenta.
  4. Ten cuidado con los meses sin intereses; siempre parecen atractivos, pero pueden salirse de control. Muchos pagos pequeños se pueden convertir en una deuda grande.
  5. Recuerda siempre conservar tus comprobantes y revisar tu estado de cuenta.
  6. Anota y ten presente tu fecha de corte y tu fecha límite de pago. La fecha de corte es la fecha en que el banco marca como el fin de un periodo de registro de consumos. Tu fecha límite de pago implica el último día para que cubras tu adeudo sin generar comisiones.
  7. Usa los plazos para adquirir bienes duraderos, evita contraer deudas largas por pagos como despensa o dinero en efectivo.
  8. Recuerda siempre que sacar dinero en efectivo de tu tarjeta de crédito implica una tasa mayor a la de un crédito personal; ocupa esta opción sólo en casos de emergencia.
  9. Evalúa bien tus necesidades antes de contratar productos secundarios, como seguros o plásticos adicionales. Recuerda que estos servicios tienen un costo que se cobra, generalmente, de manera mensual.
  10. Recuerda que puedes cancelar tu tarjeta cuando así lo desees, siempre y cuando liquides todo tu adeudo.

 

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