Te presentamos nuestra selección con lo más granado en la edición número 12 del FICM, que seguro será la sensación de los cinéfilos durante todo el 2015. Algunos nombran al Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) nuestro Cannes en chiquito y podrían tener razón, ya que gran parte de los atractivos de la programación vienen precisamente del afamado festival francés. Sin embargo, el FICM es más que eso, gracias al buen ambiente en la ciudad y ese toque acogedor del Cinépolis Centro, la sede principal del evento; pasar la semana en Morelia se convierte en una de las experiencias cinéfilas más recomendables del país. Con el inicio del ciclo Lo mejor del FICM en la Ciudad de México, vale la pena repasar las diez películas más recomendables que vimos en Morelia para que hagan su programa. ¿Obras maestras? Pocas. ¿Aglomeraciones? Muchas. ¿Nuevos valores mexicanos? Algunos. ¿Carnitas? Deliciosas. ¿Perderé el próximo año la oportunidad de quejarme? Nunca. Así estuvo el FICM: Las nubes de María (Sils Maria) | Dir. Olivier Assayas Uno de los rasgos más interesantes del cine de Assayas es lo dúctil de su estilo, capaz de recorrer un espectro bastante amplio sin perder la brújula. Si su anterior trabajo, Después de mayo (Aprés Mai, 2012) es una reflexión sobre su adolescencia, Las nubes de María es una meditación sobre la edad y sus inevitables consecuencias al poner a Maria (Juliette Binoche) de regreso a la obra que la hizo famosa de joven. ahora en el papel de la mujer madura del argumento, mientras una nueva estrella ocupa su lugar. Así la película de Assayas propone un juego de espejos en el que los personajes irán progresivamente reflejándose unos en otros, mientras hacen lo mismo con la obra que están ensayando. Sils Maria no llega a los niveles de Persona (1966), sin embargo el cineasta francés no apunta a esos derroteros y juega una carta menos lírica e igual de personal. Y sí, Kristen Stewart sabe actuar. Adiós al lenguaje (Adieu au langage) | Dir. Jean-Luc Godard Es increíble que un cineasta de más de 80 años sea quien se atreva a jugar con el formato de la tercera dimensión, usado generalmente para vender boletos más caros, aventar objetos a la pantalla o, en el mejor de los casos, agregar profundidad a la imagen. Godard en su faceta más juguetona desde hace años, sigue con la línea de pensamiento que ha marcado sus últimos trabajos, mientras cavila sobre el papel de la pareja y la permanente desilusión de la vida, problemas que tienen una sola salida: la creación de un nuevo lenguaje. Como mucho del cine firmado por Godard, algunos quizá piensen que están siendo timados por el director –es posible–, sin embargo la deconstrucción que propone demuestra que la gramática cinematográfica tiene salidas aun sin explorar. La tribu (Plemya) | Dir. Miroslav Slaboshpitsky En su ópera prima, el ucraniano Miroslav Slaboshpitsky propone regresar a la raíz misma del cine: contar una historia en imágenes. Con el pretexto de estar protagonizada por sordomudos, La tribu no tiene una sola línea de diálogo o subtítulos y en realidad no los necesita. Reminiscente de la propuesta formal de maestros como F.W. Murnau o Cristian Mungiu, el realizador ucraniano narra la dura historia de un jovencito que llega a una escuela de sordomudos con un sistema de jerarquías plenamente establecido –desde robo a trata de blancas– y el duro proceso de nuestro protagonista por encontrar su lugar dentro de ese sistema. Dura como un golpe en el estómago. Güeros | Dir. Alonso Ruizpalacios Hay frescura y un toque retro en el primer largometraje de Alonso Ruizpalacios, un choque de brío y Nueva Ola Francesa (en especial al Godard de Pierrot le fou) , además de unas ganas evidentes de rebelarse contra todos. Merecedora del galardón a Mejor Ópera de la Berlinale, Güeros (2014), es un retrato sobre la juventud mexicana, en especial la universitaria, zurcido con una ambigüedad y vitalidad atípicas en una producción nacional. Es la única película mexicana en la 57 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional, vale la pena echarle el ojo. La sal de la Tierra (The Salt of the Earth) | Dir. Juliano Ribeiro Salgado y Wim Wenders Probablemente la cinta que más lágrimas provocó en el FICM. El sensible director alemán Wim Wenders le entra de nuevo al documental para contar la historia del fotógrafo brasileño Sebastião Salgado de la mano de Juliano Ribeiro Salgado, hijo del protagonista, la experiencia resultante es un mosaico de los peores males de la humanidad y los límites negativos de nuestra especie, el educado ojo de Salgado resulta estimulante y trascendente para Wenders, quien logra transmitir ese sentimiento al público sin que el director o su compañero de silla revolucionen el género documental. Foxcatcher | Dir. Bennett Miller Quizá el nuevo trabajo de Bennett Miller no llegue a los niveles que prometían los primeros trailers de la cinta, una épica sobre la vida norteamericana, o su poster promocional con una frase que la compara con El ciudadano Kane, Petróleo sangriento y La red social. A pesar de eso el cruel retrato de Miller tiene momentos de gran trascendencia, usando la historia de un par de medallistas olímpicos y el acaudalado magnate que los copta buscando la validación de su madre y la sociedad con funestos resultados. Miller logra sacar excelentes actuaciones de un reparto encabezado por el prostético en la nariz de Steve Carrell, Channing Tatum y Mark Ruffalo –el mejor de los tres– mientras desarrolla este fatal triángulo homoerótico. En su tercer largometraje Miller demuestra que es uno de los directores norteamericanos con mayor potencial a futuro. Whiplash | Dir. Damien Chazelle La programación de Morelia siempre tiene espacio para el buen cine comercial, todavía recuerdo el año que disfruté más Historias cruzadas (The Help, 2011) que El árbol de la vida (The Tree of Life, 2011). Whiplash es una cinta que no busca revolucionar el cine y cuya mayor ambición es contar una historia muy pinche entretenida comandada por dos sólidas actuaciones y un par de los insultos más efectivos que el celuloide haya visto. ¿Qué importan los 50 años de retroceso en las teorías educativas, si una batería y unas manos sangrando son más emocionantes que Los Indestructibles 3 (The Explendables 3, 2014)? Plan sexenal | Dir. Santiago Cendejas El primer largometraje de Santiago Cendejas es una demostración de que se puede hacer buen cine con ideas claras sin importar el presupuesto. En una sociedad mexicana al borde del colapso, una pareja festeja la mudanza a su nueva casa, mientras el vecindario se sume en la oscuridad ellos disfrutan de música a buen volumen y luz eléctrica con un jaibol en la mano. La aparición de un vagabundo trastornará la feliz vida de los habitantes. Fundamentada en una metáfora política bastante clara y básica, Plan Sexenal sale adelante por su buen manejo de actores y la plasticidad que logra en sus imágenes, la mayoría apenas iluminada. Hay en esta historia un poco de Saramago y Cortázar –Ricardo Pineda, dixit–, suficiente para entregar una de las cintas mexicanas más sólidas del año. Birdman o la inesperada virtud de la ignorancia | Dir. Alejandro G. Iñárritu El artista antes conocido como Alejandro González Iñárritu entrega su primera comedia o algo así. Hasta cierto punto, la trama –un actor que busca revitalizar su buen nombre– es un comentario sobre la carrera de Keaton y la de Iñárritu. Ambos eran considerados artistas en algún punto y su contacto y popularidad en Hollywood los alejaron de ese “arte puro”.  Birdman marca ese regreso de forma y fondo para los dos, gracias a su reflexión sobre la intención artística y el riesgo inherente que cualquier odisea creativa representa. Incluso se hace un apunte acerca del nulo compromiso del  crítico ante la creación artística. Después de tanto trabajo, éste se limita a juzgar o etiquetar el producto que tiene enfrente, sin invertir mucho a nivel personal para su producción. Más al respecto, aquí. Leviatán | Dir. Andrey Zvyagintsev Hay películas que al verlas te hacen sentir pequeño, como una mota de polvo incapaz de contradecir los designios del viento. Leviatán es una de ellas. Más allá de la historia de un hombre sin las herramientas para evitar su fatal destino, el trabajo de Andrey Zvyagintsev es una metáfora sobre ese gran monstruo que lo devora todo sin miramientos o reflexiones. Esa avasalladora fuerza del destino que nos arrolla llamada sociedad. Menciones especiales: Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando | Dir. Manolo Caro Es fácil descartar la comedia romántica como un género menor, más en nuestro país cuando sólo se recurre a ella para sacar unos pesos usando guiones y técnicas bastante genéricas. No es extraño que la mayoría de los directores educados en México estén más interesados en el cine de arte/autor y en hacerla en grande en los festivales internacionales. Manolo Caro ama la comedia romántica y el melodrama, se nota a cada cuadro. A lo largo de dos años y tres películas, el director mexicano ha demostrado una evolución notable, su tercer largometraje es una obra llena de maduración que mezcla de manera acertada sus influencias y ve alejarse a Caro de la teatralidad y el ambiente de clase alta de la colonia Roma que marcó sus primeras dos películas. Todavía se siente raro decirlo pero Manolo Caro es un gran talento a futuro. Gloria | Dir. Christian Keller Aventarse a hacer una película biográfica sobre Gloria Trevi era una tarea arriesgada, ya los videohomes y los capítulos de Historias Engarzadas se han encargado de profundizar y ridiculizar el tema por partes iguales, ni hablar de los especiales de Paty Chapoy o los libros de Karina Yapor. Encontrar el punto exacto entre la caricatura, el personaje y la realidad era el mayor reto de Gloria, lo encontraron.

 

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