Qué recibieron, qué entregaron
Te puede interesar: ¿Enfrentamos otra “Crisis del Tequila”? La administración de Felipe Calderón no tuvo la misma suerte: la crisis financiera internacional que estalló tras la quiebra de Lehman Brothers, en 2008, uno de los bancos de inversión más grandes del mundo, provocada por la especulación inmobiliaria, ocasionó en México, al año siguiente, una caída de 6.5% del PIB. Los planes de contingencia para evitar una devaluación y contener la inflación hicieron que la deuda neta del sector público pasara de 1.98 billones de pesos en 2006, a 5.35 billones en 2012. Al cierre del mandato de Calderón, el país crecía por encima de 4%, pero el tipo de cambio estaba en torno de 13 pesos por dólar y el país enfrentaba una crisis de violencia e inseguridad sin precedentes.Qué recibieron, qué entregaron
El cierre de este sexenio En el mandato de Peña Nieto, que culminará el 1 de diciembre de este año, los mayores desafíos son, de nuevo, de carácter externo, en particular debido a la política económica del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Por un lado, mantiene el TLCAN en vilo y, por otro, aplica un esquema de incentivos fiscales, en buena medida con dedicatoria a México, para restar competitividad a las inversiones que las empresas hagan fuera de su país. La reforma que Donald Trump ha impulsado pasa por una reducción de los impuestos corporativos (a una tasa muy por debajo de lo cobrado en México), la disminución de la tasa cobrada a la repatriación de capitales y la imposición de un impuesto sobre los montos que las firmas estadounidenses inviertan en sus subsidiarias fuera de ese país. La eventual cancelación del NAFTA es el gran riesgo. “Si hubiera un retiro de Estados Unidos del TLCAN, esperaría que la economía mexicana se redujera 2.9%; las importaciones caerían 16%; las exportaciones 18%; y la inversión, 11%. El peso se depreciaría a 21.5 por dólar y la tasa de interés del Banco de México estaría en 8%, mientras que la inflación sería del 5%”, estima Joe Brusuelas, economista en jefe en Estados Unidos de la firma de auditoría e impuestos RSM. Te puede interesar: México paga 553,300 millones de pesos por intereses de su deuda Al mismo tiempo, la economía enfrenta complicaciones internas: la inseguridad y la deuda pública. “Para el cierre de una administración, es importante poner atención al comportamiento de la deuda, pues hoy las finanzas públicas [de México] no tienen margen para responder a una estrategia agresiva de incentivos fiscales por parte de Estados Unidos”, señala Carlos Capistrán, economista para México y Canadá de Bank of América Merrill Lynch. Para este analista, la subida en la tasa de referencia de la Reserva Federal de Estados Unidos es uno de los principales riesgos para México al cierre de 2018, pues puede ocasionar que el Banco de México restrinja las condiciones para el crédito, a lo que se suma la incertidumbre por el cambio de gobierno. A su vez, el saldo de la Deuda del Sector Público Federal rebasa los 10 billones de pesos, según datos de la Secretaría de Hacienda. “Esperamos que el cociente Deuda-PIB se mantenga constante, [pues] en el pasado hemos visto desviaciones, porque hubo pronósticos de crecimiento optimistas ante un aumento de gasto; sin embargo, hoy no hay condiciones para replicar un aumento en la deuda”, dice Marco Oviedo, economista en jefe para América Latina de Barclay’s.