Habilitar a personas móviles implica lograr una combinación perfecta entre infraestructura de IT, cultura organizacional y el rol que desempeñan los empleados.     Por Juan Pablo Jiménez   Constantemente escuchamos hablar de movilidad. Espacio de trabajo móvil, movilidad empresarial, trabajar desde dispositivos móviles y aplicaciones corporativas son algunos de los conceptos que nos indican que algo está cambiando en el entorno laboral actual. Y si bien la tecnología que acompañe estos cambios es clave, en el centro de la escena están las personas. Habilitar personas móviles implica lograr una combinación perfecta entre infraestructura de IT, cultura organizacional y el rol que desempeñan los empleados, que involucrará a varios departamentos de la empresa para lograrlo.   1. Los empleados. Dime qué tipo de tarea realizas y te diré cómo utilizar la movilidad La movilidad empresarial es, definitivamente, una modalidad para todo tipo de compañía, pero no para todos los empleados por igual y no es sinónimo de teletrabajo. Según la tarea que cada empleado desempeñe en la organización requerirá mayores o menores herramientas que le permitan trabajar desde cualquier lugar y dispositivo, y será tarea de distintos departamentos de la organización identificarlos para brindarles soluciones que les permitan incrementar su productividad. Algunos ejemplos son:
  • Empleados que acceden remotamente.
  • Empleados con horarios flexibles de trabajo.
  • Ejecutivos que viajan.
  • Empleados de distintas jerarquías.
  • Empleados que necesitan acceder a su información desde la calle o desde la oficina de un cliente.
  • Empleados que cumplen un horario fijo en la oficina.
A su vez, de alguna manera todos los empleados se convierten en móviles al salir de la compañía donde en ocasiones o siempre necesitan ver algún e-mail o enviar o guardar un documento. En este sentido, la empresa deberá evaluar qué accesos formales a información habilitará a todos sus empleados, siendo conscientes de que, a medida que crece el conocimiento tecnológico de las nuevas generaciones, cada vez están más preparados por otorgarse a sí mismos un acceso informal a los datos que necesiten.   2. La infraestructura. ¿Cómo hacer que la movilidad sea beneficiosa para todos? Por otro lado, movilizar a las personas y a la vez garantizar la seguridad de la información está relacionado con contar con las tecnologías necesarias para hacerlo de forma eficiente y segura. Todos los beneficios de tener personas móviles pueden, enseguida, volverse un problema si no se cuenta con la planificación y las herramientas necesarias. En la actualidad, tecnologías como la virtualización de aplicaciones y escritorios, la administración de dispositivos y aplicaciones móviles, las aplicaciones de productividad móvil nativa, herramientas para compartir y sincronizar archivos empresariales, la optimización de WAN y soluciones para posibilitar la administración y soporte completos para aplicaciones, escritorios e infraestructuras móviles son fundamentales para crear un espacio de trabajo móvil. Pero a la vez el enfoque del departamento de IT no debe estar centrado en movilizar dispositivos o aplicaciones, sino en movilizar personas. Ésta es una mirada mucho más centrada en el usuario que les permitirá dar un uso estratégico de la tecnología para que tenga un verdadero impacto en el negocio de la compañía y garantice una experiencia de uso de calidad para los empleados.   3. La cultura. Permitir o no permitir, ésa es la cuestión Antes de pensar en identificar y clasificar a los empleados o en la tecnología a implementar, el senior management de la compañía deberá plantearse si permitirá o no que sucedan los cambios que la movilidad trae consigo. Esto implicará, en muchos casos, dejar atrás aquellos modelos tradicionales más rígidos que requieren que el empleado esté constantemente en un lugar físico, para pasar a contemplar otras modalidades más productivas y, por ende, otras formas de liderazgo y otras maneras de medir y evaluar el desempeño del empleado. Las personas y los espacios de trabajo móviles implican acceder a la información fuera de la oficina y posiblemente desde dispositivos no corporativos, utilizando redes no siempre seguras, una menor presencia de los empleados fija en la oficina y un mayor traslado de ellos hacia los lugares donde les resulta más productivo trabajar. Y si la compañía habilita la opción del teletrabajo o da una mayor flexibilidad horaria tendrá empleados que no estén la mayoría del tiempo en el entorno “seguro” de la compañía. Queda a la vista que el espacio de trabajo móvil acarrea varios desafíos, pero uno importante será que la cultura organizacional y el estilo de liderazgo de equipos acompañen este cambio. En conclusión, la movilidad llegó para quedarse y lo noto en los empleados más jóvenes que valoran la flexibilidad laboral y la posibilidad de que su trabajo no esté atado a un lugar físico especifico. Preferencias que de a poco se transforman en requerimientos concretos a sus empleadores o en condiciones para postularse o no a un trabajo. Pero como empresa, antes de embarcarse en un proyecto de movilidad es importante observar los tres aspectos antes mencionados, que combinados lograr que la política de movilidad empresarial sea exitosa.   Juan Pablo Jiménez es vicepresidente de Citrix para Latinoamérica y el Caribe.     Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.