• Empresa: Biofase
• Equipo: Scott Munguia Olvera
• Fecha de fundación: 8 de agosto de 2012
• Facturación 2020: 51.3 mdp
• Expectativa de facturación 2021: 70 mdp
• Empleados: 150
Scott Munguia relata cómo en 2012 le costaba trabajo que las personas entendieran por qué el plástico es un material altamente contaminante.
A través de una tecnología patentada, el emprendedor radicado en Nuevo León logró fabricar bioplástico a partir de la semilla del aguacate. Este material permite producir diversos artículos biodegradables compostables como popotes, cubiertos, platos, vasos, contenedores, cepillos de dientes, etc.
Biofase cuenta hoy con tres plantas de producción en Monterrey, Nuevo León y en Morelia, Michoacán. El plan para el 2021 es que la empresa pueda establecer su primera planta fuera del país, en Sudamérica, lo que permitirá reducir costos a nivel regional.
La materia prima son las semillas de aguacate, un residuo de la industria de procesamiento de aguacate, principalmente productores de guacamole y pulpa de aguacate empacada.
Actualmente, Biofase exporta a Estados Unidos, España, el Reino Unido, Escandinavia, Bélgica, Luxemburgo, Colombia, Perú, Centroamérica, Estados Unidos y Corea del Sur.
“Asia es el mayor productor de bioplástico en el mundo, lo cual nos pone a pensar que, si ya estamos en ese mercado, tenemos oportunidades en todo el mundo”, señala Scott.
La llegada del Covid-19 al país representó para Biofase algunos retos. En primer lugar, el semáforo rojo que paralizaría algunas actividades industriales no esenciales.
“Tuvimos que consolidar la producción para lograr salir con todos los pedidos de operación”, relata.
El segundo impacto fue la necesidad de adaptar la oferta. Biofase tiene por consumidor final los centros de consumo, que utilizan popotes y platos, entre otros productos finales. La pandemia también trajo una reducción en la demanda.
“Cuando notamos que la demanda en centros sociales e iba a reducir, cuando notamos que ocurriría, optamos por instalar una línea de producción de contenedores para alimentos para llevar, eso nos permitió compensar parcialmente las bajas en ventas”.
En el futuro, los planes de Scott Munguia están centrados en mejorar las propiedades del bioplástico para generar materiales que permitan una biodegradación selectiva y tengan más durabilidad, lo que permitiría que su aplicación reemplazara al plástico normal en componentes de industria automotriz o muebles.
“La tecnología nos va a permitir abrir nuevos abanicos de oportunidades”, afirma.
