• Empresa: Rising Farms
• Equipo: Pablo y Mauricio Ricaud
• Fecha de fundación: 2020
• Facturación 2020: 37.5 mdp
• Expectativa de facturación 2021: 225 mdp
• Empleados: 170

Rising Farms es una empresa que busca aprovechar el potencial de producción de la actividad de invernaderos en México. Se trata de un proyecto que combina inversión inmobiliaria con operación de invernaderos de hortalizas con tecnología para generar un beneficio en dos vías.

Pablo Ricaud explica que el negocio de invernaderos puede ser muy rentable cuando está bien administrado, sin embargo, es un negocios complejo porque requiere inversiones agresivas para la adquisición de terrenos e instalación de invernaderos.

Esa fue la idea a partir de la cual nación Rising Farms, un proyecto que separa la inversión de adquisición de la operación.

Es decir, el modelo plantea que los invernaderos (o los terrenos para instalarlos) no se adquieran, sino que se renten y eso permita que la inversión en operación pueda ser mayor.

“En 2019 empecé a escuchar historias de invernaderos, que pueden ser un super negocio cuando están bien administrados. La cuestion con lo invernaderos es que el crecimiento generalmente es orgánico, pero muy lento”.

En 2020 iniciaron operaciones con un capital de 11 millones de pesos que les permitió instalar una capacidad de 4.5 hectáreas de invernaderos, el resultado fueron ventas por 37.5 millones de pesos con una producción de 500 toneladas de tomates de exportación y cerca de 40 millones de pesos en ventas.

Sus planes para 2021 implican el desarrollo de una alianza con una fibra inmobiliaria, la idea es que , con una inversiónde 45 millones de dólares se pueda generar 10 veces la capacidad instalada actual.

“Es una gran oportunidad para que las Fibras empiecen a diversificar sus portafolios, pues ahora los inmuebles de oficinas y centros comerciales están pasando por un momento difícil, los terrenos que se utilizan para la agricultura también tienen potencial para ser parte del negocio inmobiliario”.

Esta inversión permitiría que, para la operación se requirieran únicamente 5 millones de dólares.

“La tecnología es vital, permite una mayor vida y calidad de los cultivos, hasta 20 veces más cultivo por metro cuadrado, tenemos sistemas complejos que ayudan a controlar y monitorear el clima, humedad, riego, nutrición de las plantas”, explica Pablo Ricaud.

La cosecha de 2020, que corresponde a un producto que se exporta envasado a grandes cadenas de tiendas en Estados Unidos y Canada, está compuesta por tomates cherry de varios colores, sin embargo Pablo Ricaud explica que no es el único producto que se puede cultivar.

“Hay potencial para producir tomates, chiles, pimientos, el abanico de oportunidades está abierto”, afirma.

Durante la pandemia, el emprendedor afirma que más allá de enfrentar un ambiente particularmente retador, el negocio de Raising Farms probó su efectividad pues las personas empezaron a consumir más productos vegetales en todo el mundo, lo cual facilitó cerrar ventas con tiendas en el extranjero.

 

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