La convivencia en el lugar de trabajo a veces se puede tornar difícil, pero antes de que quieras linchar a tus compañeros de oficina, te compartimos 4 tips para que no acaben contigo.   La convivencia diaria en los espacios de trabajo puede definir el ambiente y la forma de trabajar, pero esas largas jornadas que pasas con tus compañeros de oficina pueden desencadenar fricciones en el ambiente laboral. ¿Por qué? piensa en las ocho horas (o más) juntos. Además, en México, se pasa más tiempo en la oficina. Los trabajadores en México son los que pasan más tiempo en el trabajo de todos los miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), que aglomera a países como Estados Unidos, Alemania y Japón. “Lo más lógico es que convivamos horas y horas con diferentes tipos de personas: introvertidas, sociales e indiferentes; risueñas o serias; individualistas hasta el tuétano o solidarias hasta la médula”, de acuerdo con un reporte el portal del empleo vía internet, OCC Mundial. Y no puedes llevarte igual con todos. Con algunos compañeros y jefes las cosas irán mejor que con los que simplemente no prospera el diálogo. El secreto para cambiarlo se llama la empatía, dice OCC, pues a través de esta capacidad influirás en un un día divertido o estresantes en la oficina.   Kit de supervivencia  Te presentamos 4 claves para que mejores, o sobrelleves de forma cordial, la relación con tus compañeros de oficina, según OCC Mundial. 1.Sé un espejo. Los verdaderos profesionales de la conversación te hacen saber que no están pensando en miles de cosas mientras hablas o que su celular les importa menos que tus palabras. Ellos reflejan lo que tú expresas. Olvida el trillado consejo de “aprender a escuchar”. La forma de lograrlo es parafraseando lo que dice la otra persona. Sin juicios ni aprobaciones. Sin darle rienda suelta al ego y querer dar “el consejo del millón”. Sólo traduce y repite con tus palabras lo que acaban de comunicarte. Aunque no lo creas, es de las primeras fases para iniciar una plática más franca. 2. Sé curioso… pero no chismoso. La delgada línea que los divide es casi invisible, pero no temas, se trata de hacer la pregunta adecuada con un interés genuino. Por ejemplo: ¿qué piensas de tal o cual tema?, ¿qué haces en tu tiempo libre?, ¿cómo te fue en el concierto de la semana pasada?, ¿cómo vas con tu banda de rock? Salir de los diálogos “políticamente correctos” de siempre es otra forma de mejorar la convivencia. 3. Entiende a tu colega. El ambiente laboral es uno de los factores más importantes para lograr el bienestar en el trabajo. Por ello, cuando esta parte de la vida profesional es problemática, sus efectos pueden ir más lejos y afectar nuestra vida personal, de acuerdo con una encuesta realizada por OCCMundial a más de 1,500 profesionistas. Identifica su naturaleza, si es protagonista, informal, chismoso etc. Después analiza si el problema es contigo, así podrás neutralizar las emociones nocivas que se produce con ese colega. No te quejes con los demás. Si hablarlo directamente no lo resuelve, acude con tu jefe y hazle saber que tu comentario es confidencial y que el comportamiento de tu compañero afecta el trabajo. 4.  …Y sé inteligente cuando se trata de tu jefe. Llevarte mal con tu jefe puede ser de las cosas más estresantes, improductivas y agotadoras que puedas vivir. Y más que empatía, necesitas actuar de manera inteligente. El primer punto para lograrlo es identificar qué tipo de jefe es: abusivo, micromanager, mal comunicador, saboteador, voluble… Después, debes analizar tu desempeño. Y luego poner manos a la obra –dejando a un lado tu emocionalidad– para que la convivencia prospere con él.

 

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