Por Jeff Klaufin Las primeras semanas de un nuevo trabajo son fáciles en ciertas formas, pero difíciles en otras. En la mayoría de los puestos, no sabrás lo suficiente al principio como para asumir una carga de trabajo pesada, pero también tendrás incertidumbre en cuanto a lo que se espera de ti y te esforzarás por dar una buena impresión, lo cual puede ser emocionalmente desgastante. ¿Cómo puedes tener un buen comienzo? El sitio profesional Glassdoor y la coach Jenn DeWall enlistan a continuación las cosas que debes hacer en el primer mes de tu nuevo trabajo.   1 Haz muchas preguntas Si haces muchas preguntas, no sólo aprenderás más rápidamente cómo hacer tu trabajo, también mostrarás curiosidad intelectual y entusiasmo. A los gerentes les encanta ver estos rasgos en todos los colaboradores de una empresa, desde los recién contratados hasta los ejecutivos con mayor experiencia. Mike George, CEO de QVC, me dijo recientemente que la curiosidad intelectual es uno de los criterios más importantes que busca en las contrataciones de ejecutivos. Antes de QVC, George fue director de marketing de Dell y admiró esta cualidad en el fundador de la compañía, Michael Dell. “Lo que me impresionó de Michael fue su absoluta curiosidad para aprender algo nuevo todos los días. Es algo que he tratado de aprender y poner en práctica en QVC”, indica George. Si te preocupa interrumpir a tu jefe con mucha frecuencia con tus curiosidades, escríbelas y establece reuniones periódicas para repasar la lista. Y sólo haz preguntas que estén basadas en la curiosidad, dice la coach Jenn DeWall. “No quieras demostrar que tienes una mejor solución sin conocer el contexto completo y la razón del por qué las cosas se hacen de esa manera.”   2 Ten claridad sobre tu rol en la empresa La idea parece simple, pero te sorprendería saber con qué frecuencia las expectativas de los directivos y los empleados no están alineadas, lo que puede llevar a sorpresas desafortunadas cuando es momento de la revisión de desempeño. Pregúntale a tu gerente qué espera de ti, y usa una combinación de preguntas generales y particulares. Por ejemplo, pregunta cuáles son los objetivos del equipo para el año y cómo puedes ayudar en cumplirlos. También cuestiona sobre cuáles son tus asignaciones diarias y semanales, y cuándo deben realizarse dichas tareas. Al hacerlo, “también estás demostrando vulnerabilidad, lo cual muchas veces crea una relación de empatía y asociación y no de competencia”, señala DeWall.   3 Reúnete de forma individual con tus colaboradores Conocer a tus colaboradores dentro y fuera de la oficina es invaluable. Invita a tomar un café a cualquier colaborador cuyo trabajo admiras, que ha ascendido rápidamente o que trabaja en un departamento diferente al que te interesa. Aprende sobre su trabajo diario y lo que le gusta y disgusta de la compañía. Sondea para tener una visión general. Así conocerás los matices de cómo funcionan las cosas en la empresa mucho más rápido, y establecerás relaciones importantes.   4 No rechaces la cultura de la compañía “Ten en cuenta el código de vestimenta, las horas de entrada y salida y las políticas de internet y música”, dice DeWall. Si ves que nadie escribe o hace otra cosa durante las reuniones, abstente de hacerlo. Pregunta a tu jefe cuáles son las normas y por qué. Pero también mantente fiel a tu personalidad y a tus principios. Si te das cuenta que hay partes profundamente arraigadas de la cultura que entran en conflicto con tus valores, puedes considerar abandonar la empresa o primero establecerte como un fuerte colaborador antes de intentar cambiar la cultura organizacional.

 

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