La mejor administración tributaria, la reducción de los costos tributarios, la buena focalización de los programas sociales y la eliminación de subsidios energéticos son cuatro formas que pueden disminuir el déficit fiscal en Latinoamérica.   Los balances fiscales se han debilitado en América Latina en los últimos años, debido en gran parte a un gasto creciente en ámbitos inflexibles. De acuerdo con los últimos datos disponibles, el déficit de América Latina llegó a 2.4 puntos del Producto Interno Bruto  (PIB) en 2013. Ante esto, la calificadora Fitch Ratings estimó que los gobiernos latinoamericanos requerirían emitir 491,000 millones de dólares (mdd) para financiar déficit fiscal y refinanciar deudas existentes. Disminuir el déficit fiscal  y ajustar las finanzas se convirtieron en retos para los gobiernos de América Latina. Especialistas y economistas coinciden en que la mayoría de los países latinoamericanos necesitan un ajuste fiscal en la región. La ampliación de la base tributaria o la mejora de la eficiencia de la administración tributaria podrían ser las primeras políticas adecuadas que deben tomar en cuenta los gobiernos latinoamericanos. Otra opción es hacer ajustes correctos a las finanzas de los Estados para de esta forma comenzar la disminución del déficit fiscal. El economista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Gustavo García, indicó que hay formas de ajustar las finanzas y de esta forma no afectar a los sectores más vulnerables. Las 4 formas  para ajustar las finanzas en América Latina y evitar que el déficit siga en aumento, según el BID.   1. Mejorar la administración tributaria.  En Latinoamérica, un tercio de los contribuyentes activos no realiza declaraciones de impuestos.  El número de contribuyentes que no declaran impuestos puede reducirse a través de la extensión del uso de la factura electrónica, destacó el economista. En Colombia se estima que se tengan en promedio un millón de facturas mensuales, de las cuales alrededor de 55,000 son electrónicas, lo que equivale a transacciones por 800 millones de dólares en órdenes de compra y facturación. 2. Reducir los gastos tributarios. Los gastos tributarios en la región van del 2% a 8% del PIB y esto presenta un gran campo de acción para racionalizar exenciones y otros beneficios impositivos sin comprometer el crecimiento. La eficiencia del gasto puede darse en los gobiernos subnacionales, los sistemas de seguridad social, o las empresas públicas. 3. Focalizar los programas sociales. La focalización de los programas de gasto social puede ayudar a reducir el gasto público sin comprometer a sus beneficiarios más vulnerables, indicó García. La reducción de las cifras de pobreza ha sido posible gracias al fortalecimiento de los programas sociales, a una buena focalización y a la transparencia, añadió. En Perú, la pobreza en el 2014 se redujo en 1.2% en relación con el 2013, lo que significa que 289,000 peruanos han salido de esa condición. Esto se dio gracias a la buena focalización de los programas sociales. 4. La eliminación de los subsidios energéticos. Los bajos precios del petróleo ofrecen una oportunidad única para reducir subsidios energéticos, que benefician desproporcionadamente a los hogares de mayores ingresos. García explicó que si en los 16 países importadores de petróleo en la región los precios de la gasolina y el diésel se mantuvieran en la referencia de 1.01 dólar por litro, en vez de disminuirlos para reflejar la caída en los precios del petróleo, se recaudarían 0.33 dólares por litro, lo que implica aproximadamente 1.3% del PIB para estos países. Asimismo, el economista dijo que si los países exportadores de petróleo en América Latina, entre ellos México y Venezuela,  se decidieran a subir sus precios internos hasta la referencia de 1.01 dólares por litro, estos ahorrarían aproximadamente 3.2% del PIB.

 

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