En 2015, la economía de la región se enfrentará a un complejo panorama: una contracción de 0.3% en su Producto Interno Bruto y el riesgo de caer en recesión. Te presentamos los principales factores que terminaron con la buena racha de la economía regional.    Por Nayeli Meza e Israel Pantaleón América Latina y el Caribe podrían enfrentar dificultades económicas e incluso una recesión al cierre de 2015. A principios de octubre, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió en su Panorama Económico Mundial que la actividad económica regional retrocedería 0.3% este año y apenas crecería en 2016, lo que contrasta con la expansión de 0.5% que se preveía en julio pasado. En línea con las estimaciones, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) también redujo su perspectiva a -0.3%, en tanto que el Banco Mundial (BM), con una proyección más alentadora, dijo que la región poblada por 967 millones de habitantes (cifras a 2014) no crecerá este año. El foco de alerta se enciende porque se prevé que la contracción económica podría acentuarse aún más en 2016. Tabla “El problema que tiene América Latina es que sigue sin tener motores internos sólidos de crecimiento. Su mercado interno es débil y depende en demasía del sector externo. El panorama para el cierre de este año es complejo y nada alentador”, dice en entrevista José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC). El riesgo de recesión es mucho mayor en cinco países: Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, debido a que son las economías más abiertas de la región. Durante una conferencia de prensa en Lima, Maurice Obstfeld, economista en jefe del FMI, hizo hincapié en dos economías: “Como promedio vemos un cuadro pesimista para América Latina. En general, se debe a conmociones comunes, pero también a las circunstancias especialmente difíciles de un par de países grandes (Brasil y Venezuela).” A continuación te presentamos las cuatro razones por las que, de acuerdo con las perspectivas de los organismos internacionales, América Latina se derrumbará en 2015:   1. Débil crecimiento de China Los años en que la economía china crecía a una tasa superior a 10% parecen haber quedado en el pasado debido a la desaceleración interna, problemas en las industrias de exportación y la caída en los precios de las materias primas. El debilitamiento de la economía China puede explicarse por la caída en sus exportaciones. En julio de este año, ante la debilidad de la demanda, las exportaciones disminuyeron más de 8%, lo que representó su mayor descenso en cuatro meses. Otro factor que juega en contra del crecimiento de China es el menor ritmo en manufacturas. El PMI manufacturero de Markit Economics de septiembre se ubicó en 47.2, por debajo del umbral de los 50 puntos, lo que significa que el sector se está contrayendo. Dado ese contexto,  el FMI estimó un crecimiento de 6.8% en la economía china para 2015, luego que en 2014 el país asiático reportara un avance del Producto Interno Bruto (PIB) de 7.3%. La institución que lidera Christine Lagarde consideró que China se enfrenta a una brusca ralentización de su economía interna, a la reducción de un excesivo apalancamiento y al fortalecimiento de las fuerzas del mercado global. Ante este panorama, el organismo internacional pidió a las autoridades chinas seguir aplicando reformas estructurales para poner a la economía emergente en la senda de un crecimiento sostenible, sobre todo en lo que respecta al mercado cambiario. La institución consideró que un tipo de cambio de libre flotación mejorará la autonomía de la política monetaria y ayudará a la economía a ajustarse a los choques externos. No obstante, la perspectiva del director del IDIC no es tan optimista: “China también ha golpeado los precios de los activos y aumentado la depreciación en los tipos de cambio de Latinoamérica. Todos los países que no cuentan con economías dolarizadas, como México, Brasil o Chile, resentirán aún más este impacto.”   2. Caída en precios de materias primas La caída en los precios de las materias primas en los últimos meses se ha convertido en un severo dolor de cabeza para algunas economías de la región, ya que ha añadido presión a la volatilidad de los mercados financieros. El reporte del FMI adelanta que este declive se mantendrá al menos hasta 2016 y tendrá un impacto mucho mayor en ocho países, debido al nivel de exportaciones de materias primas.
  1. Venezuela: 98% de sus exportaciones son materias primas
  2. Ecuador: 86%
  3. Colombia: 79%
  4. Bolivia: 72%
  5. Argentina: 70%
  6. Perú: 70%
  7. Chile: 63%
  8. Brasil 52%
“Los cuatro años de desaceleración económica comienzan a tener un impacto adverso en los puestos de trabajo y el ingreso familiar de América Latina y el Caribe. Luego que el auge de las materias primas derivara en conquistas significativas, una caída en la tasa de participación laboral está haciendo que las familias comiencen a sentir el impacto”, detalla el informe semestral del BM.   3. Pese a demora de la Fed, la volatilidad persistirá  La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos decidió mantener sus tasas de interés en 0 y 0.25% durante su reunión de septiembre. Pese a que la decisión indica que la política monetaria seguirá buscando impulsar el crecimiento estadounidense, lo cierto es que la demora en la decisión de aumentar las tasas tiene repercusión en la volatilidad de los mercados y en el tipo de cambio. En las últimas minutas publicadas, el banco central estadounidense argumentó que la demora en el alza de los tipos de interés se debió al debilitamiento de la economía mundial, así como una baja inflación en Estados Unidos. El último dato de inflación, correspondiente a agosto, se ubicó en 0.1%, mientras en el noveno mes del año la economía de Estados Unidos generó 142,000 empleos en septiembre, cifra inferior a la esperada por economistas.   4. Precios de petróleo a la baja Los tres organismos financieros internacionales coinciden en que la caída de los precios del petróleo ha afectado principalmente a países como Venezuela, México, Brasil, Ecuador y Colombia, pues estas economías reportan una mayor dependencia petrolera en sus finanzas públicas. Este efecto negativo será mucho mayor al cierre de 2015 para Venezuela, país donde el crudo representa 90% de sus exportaciones y más de la mitad de sus ingresos fiscales. “La situación petrolera es una agravante mayor para el gobierno de Nicolás Maduro, (presidente de Venezuela), pues en este momento el país está atravesando por una situación política que ha puesto en jaque no sólo sus finanzas, también a su sociedad”, explica De la Cruz. Contrario a la economía venezolana, Brasil no depende de la exportación petrolera porque su consumo es interno. Sin embargo, el problema al que se enfrentará la mayor potencia económica de la región es a que con la caída de los precios del crudo, los planes de explotación y exploración de yacimientos de aguas profundas se verán amenazados ante el desinterés de inversionistas. En el caso de Chile, la situación resulta positiva, pues es un gran importador de crudo, al igual que Bolivia. No obstante, el director del IDIC argumenta que aquellas economías que tienen una mayor dependencia petrolera deberán buscar una solución para el corto y largo plazo, pues “la situación no mejorará en varios años”.

 

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