El país sudamericano puede repuntar y alcanzar crecimientos superiores a 3% del PIB, pero antes tendrá que superar cuatro retos: la disputa legal con los fondos buitre, un tipo de cambio único, divulgar estadísticas creíbles sobre el estado de la economía y atraer de nuevo. la inversión extranjera   El pasado domingo 22 de noviembre, Argentina eligió a Mauricio Macri para dirigir la nación sudamericana durante el periodo 2016-2019, tras vencer al candidato del partido gobernante, Daniel Scioli, por una diferencia menor a 3% de los votos durante una segunda vuelta nunca antes vista en el país. Pero los ciudadanos argentinos votaron por Macri no porque estuvieran convencidos por su plataforma política, sino que emitieron un “voto de castigo” contra el actual gobierno que encabeza Cristina Fernández de Krichner, explica Arlene Ramírez, internacionalista del Tecnológico de Monterrey en entrevista. Razones hay de sobra: inflación anual superior a 20%, magros crecimientos del Producto Interno Bruto (PIB) en la última década, una tasa de desempleo de casi 6% anual, casos de corrupción al interior del gobierno, así como el ocultamiento de información de interés público. Pero, pese al gris pronóstico en el corto plazo, dentro de tres años, Argentina puede repuntar. La firma Capital Economics espera que la economía retorne a un crecimiento sostenido de entre 3.0 y 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2018 bajo una “ortodoxa política económica”, después de que el país creciera sólo 0.5% en 2014, según reportó el Banco Central de la República de la Argentina (BCRA) en marzo de este año. El análisis también advierte que la minoría de 30% que tendrá el gobierno de Macri en el Senado y Cámara de diputados combinados, podría significar que sus propuestas de reformas sean rechazadas, diluidas o retrasadas. Pero, ganase quien ganase, era el fin del kirchnerismo como se conoce. Con Macri esta tendencia se acrecentó por estar más a favor del mercado, comenta Florencia Pulla, periodista especializada en economía y negocios para la revista argentina Mercado. Macri es opositor al gobierno de Cristina Fernández de Krichner, heredera de la tradición peronista que ha durado 12 años al frente de Argentina. El actual gobernador de la Ciudad de Buenos Aires promueve una agenda que busca darle un giro estructural a una de las principales economías de América del Sur. ¿Qué enfrentará? A continuación te presentamos 4 retos económicos que deberá sortear la nueva administración argentina.   1.Fondos buitre En junio de 2014, el juez de Nueva York, Thomas P. Griesa ordenó que Argentina debía pagar 1,300 millones de dólares (mdd) a fondos holdout o ‘buitre’, un porcentaje de casi 7% que no renegoció con la actual administración sudamericana. Este fallo comprometió al gobierno de Cristina Fernández, quien aseguró que no contaba con los recursos suficientes para cubrir a los también denominados “fondos buitre” y a los que entraron a los canjes de deuda en 2005 y 2010 al mismo tiempo, por lo que caería en default. En julio del año pasado, la firma Fitch redujo la calificación de emisor del país argentino a default restringido, “RD”, desde “CC”. En aquel momento, Macri expresó que la manera de resolver el tema de los fondos buitre  era sentarse con el juez Griesa y hacer lo que diga, para evitar el default absoulto y volver a 2001, reportaba el diario argentino, La Nación. “Si nosotros llegamos a quedar en default, se acaba cualquier ingreso de dinero por mucho tiempo y eso va a traer mucha destrucción del empleo. Magia no hay, no se puede caer más en los discursos mágicos de ‘no vamos a pagar’.” Capital Economics se muestra escéptico ante un posible acuerdo con los fondos buitre. “Además de que carece del apoyo del Congreso, Macri ha dado pocos indicios de que él pagaría a los acreedores holdouts en su totalidad. En otras palabras, al menos algunas negociaciones tendrán lugar, lo que retrasará cualquier acuerdo hasta el próximo año”. Su objetivo, considera Florencia Pulla, será colocar deuda en el exterior y para eso necesita arreglar con los fondos buitre.   2. El dólar: de las reservas a los ‘arbolitos’ El tipo de cambio y las reservas internacionales son dos de los ejes que Macri tendrá que enfrentar durante su administración y que, según ha dicho, son parte de sus prioridades. Argentina ha tenido poco margen para no depender de capital extranjero y de los productos de exportación, dice la catedrática del Tec. El 23 de noviembre de 2010, las reservas de dólares en Argentina se ubicaban en 52,268 millones de dólares (mdd). El último dato del BCRA al 18 de noviembre de 2015, arroja que las reservas descendieron hasta 25,933 mdd, una caída de casi 50%. En la segunda mitad del mismo mes, el banco central redujo a 50,000 dólares, desde 75,000 previos, el monto máximo de divisas de empresas que las entidades financieras pueden enviar al exterior sin autorización previa, según operadores, informó Reuters. Por otra parte, una de las primeras promesas que ha hecho Macri como presidente electo es un tipo de cambio único cuando se elimine el control de dólares, que  corregirá problemas económicos tras 12 años de intervención y llegará cuando haya confianza. “El cepo (cambiario) es un error, el no dar información, el no tener acceso a estadísticas, no tener un Banco Central independiente, son las cosas que vamos a corregir”, mencionó Macri. Pulla considera que llevará un par de meses poder unificar los diferentes tipos de cambio, pero es su prioridad. “El fin de los “arbolitos” (casas de cambio ilegales) y los vendedores de dólares por la calle Florida (la mayor peatonal de Buenos Aires) está muy cerca. Seguramente rondará los 15 pesos argentinos, pero dependerá de cómo se llegue a esa unificación cambiaria.”   3. Inflación La transparencia informativa  en materia económica es otro de los retos para el gobierno de Macri. Un ejemplo: mientras el Instituto de Nacional de Estadística y Censos (Indec) calcula la inflación anual en 14.4% hasta el 23 de octubre de 2015, la iniciativa inflacionverdadera.com, con datos de Statprices, difiere, pues sus estimaciones ubican el aumento anual de los precios al consumidor en 25.5%. El presidente electo de Argentina dijo que la principal urgencia en materia económica es la inflación, dijo en entrevista con La Nación. “El gran mal que nos ha carcomido por dentro, que es una estafa de un mal gobierno, con su gente, es la inflación. Tenemos que bajarla.” Parte de lo que se espera del gobierno de Macri es la “desinstitucionalización” de los indicadores macroeconómicos que caracterizaron a los gobiernos populistas y la apertura a la opinión pública global de estas cifras, considera Ramírez.   4.Inversión extranjera La inversión extranjera directa de Argentina (IED) cayó 41% a tasa anual durante 2014, hasta un nivel de 6,612 mdd, de acuerdo con un reporte de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Estados Unidos había sido uno de los principales inversionistas en Argentina, pero su apoyo a Venezuela desincentivó la entrada de capital al mercado bursátil, además de las restricciones que impuso el Mercosur a los inversionistas extranjeros, explica Ramírez. El presidente electo buscará apostar por fluidas relaciones con otros paises del BRIC (especialmente Brasil y China, grandes socios comerciales) más que con Estados Unidos, dice la periodista Florencia Pulla. Arlene Ramírez, del Tec, coincide con esta posición, aunque por la desaceleración y el entorno volátil que enfrenta China, la catedrática considera que no es la mejor opción, pero sí apostar por países emergentes y regionales, aunque no descarta entablar un diálogo con Estados Unidos. “Macri buscará acercarse a Washington, no sólo por el tema de inversión sino por los préstamos, no sólo para financiar algunos proyectos, sino consolidar el pago de deuda que tiene comprometida Argentina y no seguir perdiendo puntuación ante las calificadoras”. De esta manera, Macri tendrá 3 años para transparentar el desempeño de la economía, así como ajustarse al mercado cambiario, restaurar la confianza de los inversionistas extranjeros, con minoría en el Congreso argentino. La luz al final de ese túnel político podría alcanzarse en la reunión del ejecutivo electo con la todavía presidente del país pactada, según Macri, a las 7 de la tarde del 24 de noviembre. Los primeros 100 días de gobierno serán fundamentales, pero el margen de maniobra para diseñar políticas es corto. Macri tomará posesión el próximo 10 de diciembre.

 

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