- Debilidad institucional. Las reglas del juego en la administración pública no se cumplen pues son fáciles de romper.
- Normas sociales. Existe un ambiente de corrupción normalizada, pues se entiende que está bien hacer ciertas transacciones políticas o sociales por medio de la corrupción.
- Falta de contrapesos políticos. No hay una oposición ni congresos activos que vigilen a los poderes ejecutivos; en las instancias locales tampoco existen los checks and balances, pesos y contrapesos.
- Ausencia de un sistema de rendición de cuentas. No hay estructura integral que abarque desde la documentación de los procesos de toma de decisiones hasta la revisión del ejercicio del dinero público.
- Impunidad. La falta de órganos autónomos sancionatorios dejan sin castigo los actos de corrupción.
Selección Forbes 2017 | 5 causas de la corrupción (y la impunidad) en la política mexicana
Hasta ahora, la lucha anticorrupción ha seguido una lógica de imponer castigos ejemplares y no de prevención.
Este texto fue publicado originalmente el 11 de julio de 2017.
Javier Duarte, Roberto Borge, Guillermo Padrés, Elba Esther Gordillo y Andrés Granier son sólo algunos de los políticos que en los últimos años han protagonizado escándalos de corrupción.
Este fenómeno, además, parece crecer en el país con el surgimiento frecuente de nuevas acusaciones en los distintos órdenes de gobierno.
¿Qué hace posible que esta problemática sea una de las características de la vida política del país?
Cinco causas fueron identificadas en entrevistas por los académicos Fernando Nieto, doctor en Sociología y profesor del Colegio de México (Colmex), y Jesús Cantú, investigador de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey.