Fredric Moussali, fundador de Moyo, te cuenta cómo decidió dejar las comodidades de su puesto como directivo, y los obstáculos que enfrentó como emprendedor para establecer su negocio.      En 2008, Fredric Moussali visitó Estados Unidos para reportarle a su jefe sus resultados como director general de Sushi-Itto. En ese viaje descubrió que, después de 21 años al interior de la empresa, su trabajo ya no lo emocionaba. Antes de regresar a México, un hombre le leyó las cartas y le dijo que no se preocupara por su futuro: unos días después decidió renunciar a las comodidades de su sueldo y se lanzó a la aventura de fundar su propia empresa. “Estaba con mucho trabajo, creciendo en Estados Unidos, Centroamérica, Europa, México, con más de 3,000 empleados a mi cargo y yo ya estaba cansado, pero la seguridad económica me mantenía ahí, y un día decido apostar todo y renuncié”, dice Fredric Moussali, fundador de la empresa de helados de yogur Moyo. Hoy, la compañía del joven y de su socia Delphine Madrazo tiene 6 años en el mercado y cuenta  con 56 tiendas en México y Costa Rica, de las cuales el 40% son propias, mientras que el porcentaje restante funcionan bajo el esquema de franquicia. Pero  el crecimiento de la empresa no fue miel sobre hojuelas: la empresa ha tenido que afrontar la dificultad que, en un principio, tuvo para establecerse al interior de los centros comerciales que dominaba Nutrisa, asegura Moussali. “Aún me siguen bloqueando, pero nosotros seguimos haciendo nuestra lucha, porque los centros comerciales ya notaron la diferencia de los productos”, dice en entrevista el empresario. Para este 2014, Moyo tiene dentro de sus planes abrir cerca de 15 sucursales, y llegar a nuevos mercados: Guatemala, El Salvador y Panamá, así como el lanzamiento de nuevos productos y conceptos. Fredric Moussali se sienta a con Forbes México y te comparte las reglas de oro que ha cumplido Moyo para que el crecimiento de su negocio no se ‘derrita’.   La receta del éxito
  • La unión hace la fuerza. Cuando Fredric conoció a su socia Delphine, los jóvenes se preparaban para ser competencia. Sin embargo, comprendieron que para vencer a los jugadores  ya establecidos era necesario unir esfuerzos: Ella aportó la receta del yogur, y él su conocimiento en los negocios, así como el concepto.
Desde ese momento comprendió que la conjunción de  talentos es necesaria para apoyar cualquier proyecto.  
  • No te adaptes: Lo importante al emprender un negocio no es adaptarse a las condiciones del mercado, sino proponer nuevos productos que hagan una diferencia frente a los competidores en el mercado.
“No tienes que adaptarte al cambio, tienes que generar el cambio. Tienes que hacer la diferencia”, dice Frederic. Una de las apuestas que tiene la empresa es  llevar su producto en  unidades móviles, conocidos como Moyo-Móviles, los cuales tienen la oportunidad de hacerse presentes en fiestas y otros eventos sociales. Actualmente, la marca ha logrado colocar  15 unidades móviles, que permiten brindar un negocio propio a cerca de 100 personas que fueron apoyadas por la Secretaría de Economía para emprender un negocio.  
  • Apuesta por tus colaboradores. La fuerza laboral en las organizaciones juega un papel importante en el impulso de un negocio, ya que permiten demostrar el compromiso de las marcas con los consumidores.
Fredric reconoce que esta es una filosofía de Moyo: “Creo en que es importante invertir en la gente. El capital humano es lo más importante, si no atiendes sus necesidades te mueres como empresa”. Este año, la empresa lanzará su primera sucursal especializada en brindar cursos  a sus colaboradores, así como entrenamiento en todas las áreas.
  • Apuesta por la calidad. Una ventaja competitiva en los negocios es ofrecer productos de la mejor calidad: los nuevos consumidores prefieren hacer compras no tanto por su precio, sino la oferta con mayor valor.
“Comprendemos que los productos no son los más baratos del mercado, pero la gente prefiere comprar la mejor calidad”, comenta el empresario.  
  • El dinero no es el valor más importante. Los negocios no sólo requieren una apuesta económica, también es necesario enamorarse del concepto para impulsarlo en el mercado. Es importante no perder de vista los objetivos del negocio y prestar tanta atención en las ganancias.
Moussali reconoce que hasta el momento ha recibido 3 ofertas para comprar su negocio, pero no olvida los principios que lo animaron a dejar un buen trabajo hace 6 años: “Mientras sigamos fieles a nuestros valores va a funcionar bien la marca, pero cuando el dinero rebase mis valores, ese día vendo mi negocio, porque no es mi valor más importante, no trabajo por dinero, quizá el resultado de mi trabajo es el dinero, pero no es mi objetivo”.    

 

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