En los últimos años, la gran mayoría de las innovaciones tecnológicas que han revolucionado el mundo y generado una nueva era con la economía digital han nacido en Silicon Valley, cuna de la innovación por excelencia. Esto está cambiando en un mundo más globalizado. Hoy aparecen otros puntos del mundo donde jóvenes están creando aplicaciones innovadoras con las que pretenden generar un cambio, y  Latinoamérica es una de las regiones que está propiciando el nacimiento de esos transformadores. La revista del Massachusetts Institute of Technology, MIT Technology Review, elaboró por primera vez un listado reconociendo a los 35 innovadores latinoamericanos menores de 35 años que están usando las tecnologías para crear aplicaciones disruptivas con la sociedad. Los cinco innovadores coincidieron que es un orgullo estar en esa lista y poder formar parte de un grupo de personas que quieren cambiar la sociedad mundial, demostrando que Latinoamérica es una tierra propicia para la innovación tecnológica. Aquí te presentamos cinco de esos innovadores llamados a producir un cambio: Andrés Caicedo- Mitoception (Ecuador)

Andres Caicedo, Mitoception (Foto:Cortesía MIT)

Este biólogo ecuatoriano quiere abaratar y revolucionar la regeneración celular. La idea de su negocio surgió mientras elaboraba su tesis y descubrió por azar las propiedades de la mitocondria para la regeneración celular. En la actualidad, la regeneración de células se hace tomando células madre y modificándolas para poder crear una nueva para remplazar la dañada. Durante sus pruebas, Caicedo se dio cuenta que las células madre creaban mitocondrias capaces de regenerar células muertas, por lo que desde ese momento dedicó su investigación a las labores regenerativas de las mitocondrias. Mitoception consiste en aislar las mitocondrias sanas para transferírselas a las células dañadas para regenerarlas.  El valor añadido de esta innovación es que es un proceso más accesible que la terapia con células madres. El investigador ecuatoriano afirma que esta terapia regenerativa tan solo cuesta una décima parte de lo que cuesta la realizada con células madre, ya que no tienen que cultivar las células madre, que sólo pueden obtenerse de tejido como el del cordón umbilical.   Agustina Fainguersch- Muzi (Argentina)

Agustina Fainguersch, Muzi (Foto:Cortesía MIT)

Agustina Fainguersch es una ingeniera informática co fundadora de Muzi, una aplicación de diagnósticos médicos que busca impactar en los próximos 10 años a 1,000 millones de personas. Fainguersch conoció a su socio, un biomédico sudafricano, durante su estancia en Singularity University el pasado año. La innovadora argentina y el biomédico juntaron sus áreas de expertise como la ingeniería informática y los conocimientos médicos para crear una aplicación que pretende democratizar el  diagnóstico. Muzi es una plataforma que integra varias tecnologías como el machine learning para facilitar el diagnóstico médico en países en vías de desarrollo. Actualmente Muzi prueba su aplicación en Sudáfrica, país de origen de uno de los co fundadores, donde solo están llevando a cabo diagnósticos de VIH. Con esta aplicación pretenden llevar la clínica a los pacientes y en futuro ser como Uber, donde una persona sin conocimientos de medicina pueda realizar diagnósticos gracias a la inteligencia artificial impuesta en la aplicación. Un valor añadido muy importante de esta tecnología que es el poder crear un base de epidemiología mundial.   Santiago Siri –Democracy Earth Foundation (Argentina)

Santiago Siri, Democracy Earth Foundation (Foto:Cortesía MIT)

El innovador argentino pretende reinventar la democracia mundial. El inicio de este proyecto es un partido político llamado partido de la red, que pretendía que la gente votara en la web lo que los diputados debían votar en las instituciones. Después una aceleradora los animo a crear una fundación y es así como nace Democracy Earth Foundation. A través de un software de código abierto que funciona en redes descentralizadas busca propiciar la participación democrática sin depender de las elites políticas. El objetivo de Santiago Siri y su fundación es crear una democracia liquida que permita a la gente votar o delegar su voto en alguien de confianza y poder contabilizar los votos de forma transparente, asegurando el proceso a través del blockchain. “Nos planteamos una nueva forma de institucionalidad más liquida, más abierta y más participativa que opera sobre blockchain y que sea transnacional”, declaró Santiago Siri.   Barbarita Lara- SiE (Chile)

Barbarita Lara SiE( Foto:Cortesía MIT)

Esta innovadora crea su proyecto teniendo como lema “La información post catástrofe es un derecho”. La chilena quiere ayudar a mucha gente, como a los mexicanos que el pasado 19 de septiembre sufrieron un sismo. Desde su infancia Lara ha estado en contacto con los mensajes encriptados y las diversas formas de comunicación, gracias a que su papá era criptólogo de la armada chilena. En 2010, Barbarita vivió un sismo de 8.8 grados en la escala de Richter en Chile, el cual la dejó tres días incomunicada junto con su marido e hijo. Al encender la radio de su automóvil descubrió que una estación argentina daba información del sismo que en el país andino no se estaba dando. A raíz de ese acto la chilena, creo SiE, un sistema que pretende servir para que las personas se comuniquen usando ondas radiofónicas, las cuales solo tienen un retardo de un minuto y no necesitan de la red telefónica disponible. Es una tecnología es barata porque ya se dispone de las ondas y señales de radio y para los usuarios es gratuita con el objetivo de hacer a la información post catástrofe un derecho.   Ramón Ginez – CityWallet (Venezuela)

Ramón Ginez, CityWallet (Foto:Cortesía MIT)

Aprovechar las coyunturas también es factor clave en la innovación, Ramón Ginez lo hizo con la situación de Venezuela para desarrollar un proyecto innovador como es CityWallet. Venezuela vive una situación que las transacciones en efectivo tienen problemas porque existe una falta de flujo monetario. El equipo de CityWallet notó que se podrían tecnologizar las transacciones bancarias de su país para reactivar la economía, aunque Ginez admite que desde el sector bancario se ve a las fintech como un peligro a pesar de que éstas pueden complementar sus servicios. CityWallet está conformado por una calcomanía que integra un chip NFC que el usuario usa a través del modelo del blockchain para realizar los pagos, mediante unos lectores que leen estas calcomanías y llevan a cabo las transacciones. En la actualidad, la startup tiene 4,500 usuarios en Venezuela que realizan 2,700 transacciones diarias, y tiene el objetivo de lograr 23,000 en los próximos 6 meses.

 

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