Reuters.- Denis Mukwege, un doctor que ayuda a las víctimas de violencia sexual en la República Democrática del Congo, y Nadia Murad, una activista Yazidi y exesclava sexual sobreviviente del daesh, recibieron en conjunto el Premio Nobel de la Paz 2018, en una ceremonia en Oslo, Noruega. Los ganadores hicieron un llamado a que las víctimas de violencia sexual tengan justicia. Mukwege lidera el hospital Panzi, al occidente de la ciudad de Bukavu. La clínica recibe cientos de mujeres cada año; muchas de ellas requieren cirugía por la violencia sexual que sufrieron. Murad aboga por la minoría Yazidi en Irak y apoya a las mujeres refugiadas. En 2014 fue esclavisada en 2014 por el “estado islámico” (daesh) en Mosul, Irak. Además, a acompañado un equipo de investigación de la ONU para colectar y preservar evidencia de los actos contra la humanidad del daesh. “No hemos visto ni una pizca de justicia.”, dijo Murad, añadiendo que 3,000 mujeres Yizadis se mantienen como esclavas sexuales en los dominios de daesh. No obstante, se mantuvo esperanzada pues dijo que “si no fuera por nuestra campaña, que ha durado cuatro años, no veríamos los pasos que se han dado para que se haga justicia”. En tanto, Makwege, que vive en las afueras del Hospital Panzi y que recibe amenazas de muerte de manera frecuente, dijo que la justicia es menester para cualquier proceso de paz. “Hay una Ley Humanitaria. Queremos que sea aplicada de forma imparcial. Después de que la guerra terminó, hemos visto que los líderes de la guerra llegan a altos puestos en el estado y no hay discusión sobre si habrá justicia”, dijo el doctor en conferencia.

 

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