Tras una debacle sectorial, las compañías vivienderas se encaminan a la recuperación. La pregunta es si los mexicanos pueden pensar realmente en comprar una casa; la respuesta implica al menos ocho retos a enfrentar.       El 2013 pasará a la historia como uno de los años más difíciles para el sector de constructoras de vivienda en el país, las compañías antes estrellas se enfrentaron a caídas de entre 42 y 75% en el precio de sus acciones en la primera mitad del año ante el anuncio de un nuevo Plan Nacional de Vivienda por parte del presidente Enrique Peña. Hoy, el panorama luce mejor para las constructoras y para las expectativas del sector; sin embargo, ¿los mexicanos realmente pueden tener su propia casa? Durante el seminario Reflexiones inmobiliarias a la mitad del camino, organizado por Softec, expertos en vivienda, estadística, finanzas y sostenibilidad hablaron del estado actual y el panorama para el sector. Eduardo Torres, subdirector general de Análisis de Vivienda, Prospectiva y Sostenibilidad de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), dijo que la confianza del sector construcción se ubica actualmente por encima de 50 puntos, además de que ha habido una recuperación gradual de la inversión fija bruta, lo cual representa buenas noticias; sin embargo, tanto el funcionario como los expertos ponentes coincidieron en que aún hay retos mayúsculos por superar: 1. El gasto público va a contrarreloj: Para ejercer los 7.7 billones de pesos en infraestructura planteados por el gobierno federal para el fin del sexenio, la administración actual deberá invertir el equivalente a 2.1% del PIB cada año, una meta que luce lejana. “Hablamos de que deberá haber un cambio en la regulación para licitaciones, asignaciones y desembolso. Tomando en cuenta que a esta administración le restan sólo cuatro años, el reto resulta para considerarse”, señala Gene Towle, socio director de Softec, consultoría inmobiliaria.   2. El crecimiento económico ha sido menor al esperado: Félix Vélez Fernández, vicepresidente de información demográfica y social de la junta de gobierno del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), afirma que toda previsión positiva para el desarrollo del sector y la compra de vivienda dependerá de un crecimiento más acelerado de lo que se está viendo. Aunque la Conavi estima que se podrá alcanzar la meta de 500,000 nuevas viviendas construidas para finales de año,  el déficit de vivienda en el país se calcula en 9 millones.   3. ¿Las empresas pueden construir más viviendas? En opinión de Eduardo Torres, de Conavi, uno de los retos será satisfacer la demanda de viviendas, pues las empresas que quieran construir más casas se enfrentarán a retos en la estructura de capital, capacidad de producción y financiamiento, y todo justo en un momento en el que aún experimentan debilidad.   4. Las viviendas que existen, ¿son aptas para la venta? Construir  más viviendas no sería la solución por sí sola. La Conavi estima que 40% de las viviendas se construye con menos espacio del que necesitan las familias mexicanas. “Las constructoras han optado por construir viviendas pequeñas, que pocas veces resultan suficientes para la complejidad de la realidad de las nuevas familias; por otro lado, las casas más grandes a las afueras de las ciudades no son la solución, pues cambiar atributos ya no es suficiente para compensar la ubicación”, dice el funcionario de Conavi.   5. Hay una ‘fecha de caducidad’ para el sector.  El sector inmobiliario deberá desarrollar y ejecutar sus planes antes de que se termine el bono demográfico. Para 2030, el parque habitacional habrá crecido 40%, pero también se estima que para ese entonces habrá terminado la fase más activa en el proceso de conformación de hogares en México.   6. ¿Es ‘buen negocio’, comprar una casa? La compra de una casa para vivir es una inversión patrimonial por excelencia, pero hablando en términos de rendimientos puede que el panorama no sea tan alentador. “La demanda de vivienda, y sus precios, crecieron aceleradamente en los noventa; sin embargo, la población y el poder de compra han crecido a menor velocidad, en el escenario actual no está claro que la compra de una casa será una buena forma de ahorro, pues la plusvalía no aumenta muy por encima de la inflación.”   7. Los salarios no alcanzan. La clase media perdió 4% de su poder adquisitivo con la reforma fiscal puesta en marcha en 2013, según explica Gene Towle; además, el mayor problema para las desarrolladoras se observa al notar que el incremento más grande en la población y las familias más numerosas con mayores necesidades, se registran en la población de más bajos ingresos. De acuerdo con la Conavi, el gasto en arrendamiento de vivienda por parte del decil más bajo equivale al 50% del ingreso.   8. El caos en las ciudades no está cerca de terminar. Ignacio Colín García de Alba, arquitecto especialista en sustentabilidad, explica que las grandes urbes en México tienen problemas de sustentabilidad que se acentuarán en el mediano plazo, pues el tratamiento de aguas y residuos sólidos puede generar problemas. Además, como mero dato referencial, expone que en localidades como la Ciudad de México existen sólo 3.2 metros cuadrados de áreas verdes por habitante, cuando Naciones Unidas establece que es recomendable que sean 16 o 12, como un mínimo recomendable.

 

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