Reuters.- La empresa homónima de Donald Trump y su antiguo jefe financiero declararon este jueves que no eran culpables de los cargos penales de una acusación del fiscal del distrito de Manhattan, en el marco de una investigación al expresidente de Estados Unidos y sus prácticas empresariales.
La Organización Trump y su director financiero, Allen Weisselberg, fueron acusados de haber tramado desde 2005 un fraude fiscal mediante la concesión de beneficios fuera de contabilidad a ejecutivos de la empresa.
Weisselberg fue acusado de ocultar 1.76 millones de dólares de ingresos que incluían el alquiler de un apartamento en Manhattan, los pagos del arriendo de dos vehículos Mercedes Benz y pagos de educación para miembros de la familia con cheques firmados por el propio Trump.
“Fue orquestado por los más altos ejecutivos que se beneficiaban financieramente a sí mismos y a la empresa, obteniendo aumentos de sueldo secretos a expensas de los contribuyentes estatales y federales”, dijo el fiscal Carey Dunne en la comparecencia.
La acusación de 15 cargos presentada por el fiscal Cyrus Vance acusa fraude fiscal y falsificación de registros comerciales.
Weisselberg, que ha trabajado para Trump durante 48 años, también fue acusado de hurto mayor. El proceso puede socavar las relaciones de la Organización Trump con bancos y socios comerciales.
También podría complicar el futuro político de Trump, que vuelve a dar mítines y está considerando una candidatura a la Casa Blanca en 2024, aunque el propio Trump no ha sido acusado.
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“La cacería de brujas política por parte de los demócratas de la izquierda radical, con Nueva York asumiendo ahora la tarea, continúa”, dijo Trump en un comunicado. “¡Está dividiendo a nuestro país como nunca antes!”.
Vance comenzó su investigación, aún en curso, hace casi tres años y ha estado trabajando en los últimos meses con la oficina de la fiscal general de Nueva York, Letitia James. Ambos son demócratas y asistieron a la comparecencia del jueves en el tribunal penal de Manhattan.
Weisselberg, de 73 años, fue conducido a la sala esposado. Fue puesto en libertad sin fianza y conducido en un todoterreno negro, mientras un transeúnte gritaba: “Vas a ir a la cárcel”.
Alan Futerfas, abogado de la Organización Trump, dijo a periodistas tras la comparecencia que la empresa era “muy optimista” de que la acusación no perjudicaría significativamente su negocio.
“Si el nombre de esta empresa fuera otro, no creo que se hubieran presentado estos cargos”, dijo.
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