En estos momentos tan importantes para el mundo y, en especial, para estabilizar el desarrollo económico, la relación de nuestro país con la Cuenca del Pacífico deberá ser fortalecida; y, el gobierno, como los empresarios, le tienen que dar una altísima prioridad, si de verdad queremos aprovechar lo que ya hemos sembrado y recoger frutos que nos serán indispensables para nuestro desarrollo. Nadie duda que la Cuenca del Pacífico es la región económicamente más dinámica del mundo. Por ello, el APEC (Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico), integra a 21 economías que, en conjunto, significan más de 3,000 millones de personas, aproximadamente el 60% del PIB mundial y el 50% del comercio internacional, y no hay duda de que, para México, las economías de APEC representan más del 87% de su comercio total y siete de los principales socios comerciales. El proceso de integración de México en la Cuenca del Pacífico ha tomado mucho tiempo: en 1989 se constituyó el Comité Mexicano del Consejo Económico de la Cuenca del Pacífico (PBEC), organización constituida por los más importantes empresarios de la zona; e, incluso, se organizó la International General Meeting (IGM) en 1991, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, que tuve el honor de presidir. De ahí se detona el proceso de vinculación con APEC. México entró en 1993 y, para 1996, se forma el grupo empresarial denominado APEC Unión del Consejo Asesor de Negocios (ABAC), que está conformado por tres representantes de cada economía, nombrados por sus respectivos gobiernos. Los líderes de las 21 economías del Pacífico se reúnen una vez al año, y esto genera la organización de muchos eventos durante ese periodo, atendiendo los temas importantes, los cuales se realizan en diferentes ciudades de la Cuenca del Pacífico; estas juntas sirven para preparar la cumbre anual que hospeda un país (a México le tocó en 2002, en Cabos San Lucas), y en este evento es donde se entregan todos los trabajos del año. Se establece un Diálogo de Empresarios, con todos los líderes y los presidentes, primeros ministros y jefes de Estado, para alcanzar los objetivos que tiene APEC. La zona asiática, liderada por la República Popular China, ha sido la más dinámica de la región, no sólo por su crecimiento, sino porque ha incorporado a sus economías todas las tecnologías y los avances de futuro que están disponibles hoy en el mundo, y ha hecho de las administraciones una fortaleza de gobierno muy pragmática y con gran estabilidad social. Creo, con la experiencia de tantos años de haber participado en la apertura del área asiática, que las circunstancias del gobierno de Andrés Manuel López Obrador pueden ser muy favorables, ya que él sabe que es muy importante el posicionamiento de México en esa zona, que impulsará el crecimiento económico de nuestro país. México debe usar el APEC como una plataforma de vinculación global, ya que constituye el foro multilateral más importante del mundo, después de la Organización de Naciones Unidas. Durante los últimos años, el multilateralismo ha perdido atractivo, debido a la fuerza de gobiernos neoproteccionistas, los cuales han implantado mecanismos rígidos y poco eficaces para la suscripción de acuerdos y la solución de disputas comerciales. Sin embargo, la esencia del multilateralismo no debe perderse, así que hay que establecer reglas claras y equitativas para fomentar el comercio y las inversiones a nivel internacional. Cabe destacar, en nuestra experiencia, que la agenda APEC considera prácticamente todos los rubros en materia económica. Por ejemplo, es un instrumento que ha permitido a México nivelar el terreno frente a competidores asiáticos, en temas como aduanas, normas, desregulación, sistemas financieros y competencia, entre otros. Debemos fortalecer nuestra presencia en APEC y lograr impulsar proyectos e inversiones para establecer las cadenas productivas que nos apoyarán en el futuro. Aquí, las pequeñas y medianas empresas (Pymes) desempeñan un rol importante, ya que éstas ofrecen empleo a más del 80% de la población económicamente activa y son más del 90% de las unidades económicas de la región. Por eso, los comités de apoyo (dentro de APEC) a este sector industrial son muy importantes. Lo anterior es lógico y necesario, pues el gobierno actual busca generar empleos e inversiones; pero, claro, éstos no se generan sólo con buenas intenciones: se requiere un trabajo sistematizado, profesionalmente diseñado, ejecutado con congruencia, por personas capacitadas, para obtener los beneficios que la Cuenca del Pacifico ofrece. Sería un éxito para nuestro gobierno, que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, que se le ponga atención a la zona y se diseñe un proyecto sólido, capaz de mostrar sus éxitos al final de este sexenio.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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