Por Ruth Mata A Punta Langosta, en Cozumel, Quintana Roo, llegan, entre noviembre y mayo, hasta 37 cruceros por semana, procedentes, en su gran mayoría, de Florida. Los turistas disponen de ocho horas y pueden elegir entre quedarse en la embarcación o bajar para conocer la isla. Cozumel está rodeada de playas turquesa con una riqueza de vida marina que cualquier país envidiaría. Quienes deciden dejar la embarcación, pueden escoger entre bucear, esnorquelear, hacer kayak, utilizar tablas de paddle o salir a caminar para conocer la zona. Los que deciden hacer esto último tienen a su alcance varios centros comerciales. Uno de ellos, Plaza Punta Langosta, está en San Miguel de Cozumel. Tiene entre 30 y 40 tiendas en las que se pueden adquirir “artesanías” como las que hay en Cozumel, Mazatlán o Acapulco. En prácticamente todas las tiendas del lugar se venden los mismos productos, a los mismos precios y, la gran mayoría, con una etiqueta de “Made in China”. La historia no cambia al salir de esa plaza y recorrer los otros centros comerciales de supuestas artesanías: los mismos productos, las mismas condiciones y el mismo origen. El resultado son filas y filas de turistas mirando las tiendas desde afuera, sin bolsas de compra en las manos que indiquen que se convencieron de adquirir algo, aunque no falta quien compre playeras o llaveros para no volver a casa con las manos vacías. Al preguntarle a un taxista de Cozumel si existen artesanías propias de la región, él responde que sí, que existe el trabajo en barro y con conchas negras de mar: “Pero ya casi no lo hacen; queda sólo un señor que trabaja el barro y abre su taller una vez por semana. Se pueden organizar grupos para ir a verlo”, dice. Lo mismo sucede en otras zonas turísticas del país: la actividad turística formal excluye a los pobladores y éstos no se sienten parte del destino, explica Michelle Fridman, directora y fundadora de la agencia EME Media Com, especialista en difusión de destinos turísticos. “Cancún se promueve como un destino sustentable y está lleno de hoteles All Inclusive, cuyos propietarios ni siquiera son mexicanos. Entonces, yo, ¿cómo llamo a esos hoteles? Los Non Inclusive, porque no incluyen a nadie, no benefician a las comunidades locales, ni siquiera consumen productos locales, productos alimentarios o artesanales”, dice Fridman. Añade que se calcula que el 60% de los productos alimentarios que se usan en esos hoteles son importados. Fridman considera que esta falta de contacto del desarrollo turístico con los pobladores se debe a una falta de planeación del destino, a que no se entiende la verdadera vocación de las regiones, no se genera empatía con los locales y a que no se les capacita en, por ejemplo, certificación de sus productos para que sean adquiridos por los hoteles. Tampoco se les ayuda, añade, a que comprendan los beneficios que el turismo lleva a sus ciudades y no existe la motivación para que mejoren sus servicios. Lo mismo sucede en lo que un día fue una de las zonas más importantes para el turismo: “Si te pones a pensar cómo repuntó el turismo en los años 70, 80, de una manera poco planeada, masiva, poco sustentable… pues, logras entender por qué destinos que una vez fueron icónicos, como Acapulco, hoy están frenados, porque no fueron planeados… Hoy, en Acapulco, te das cuenta de que hay un pésimo desarrollo, en donde la comunidad no está desarrollada, en donde el acapulqueño no se siente parte del destino turístico; no hay una cultura de servicio”, comenta Fridman. “Hay un tema de violencia, claro para todos los mexicanos”. Se requiere más capacitación para los prestadores de servicios, sobre todo en los Pueblos Mágicos. “No es un tema de infraestructura de las ciudades, sino de que no existe el entrenamiento de los pobladores de los Pueblos Mágicos”, dice. El programa de Pueblos Mágicos arrancó en 2001, recuerda Fridman, cuando la secretaria de Turismo era Leticia Navarro. Para 2009, bajo la administración de Rodolfo Elizondo, se nombraron 32 Pueblos Mágicos. Hasta ese momento, 10% del presupuesto de la Secretaría de Turismo (Sectur) se destinaba a ese programa; en 2012, con Gloria Guevara como titular de Turismo, se nombraron 83 Pueblos Mágicos: “Gloria Guevara había dicho que nombraría a un Pueblo Mágico por cada fin de semana del año. Por lo menos en mi calendario, no hay 83 semanas en el año; entonces se va muy lejos. Cuando llega Claudia Ruiz Massieu [a la dependencia] en 2013, frena el programa y hace un diagnóstico de por qué hay tantos Pueblos Mágicos, y encuentra que hay 26 que no cumplen con los requisitos. Hasta ahí todo iba bien. Luego llega Enrique de la Madrid y, en un sólo mes, autoriza 28 nuevos. Entonces, estamos hablando de 111 Pueblos Mágicos, de los cuales, por lo menos 26 no están capacitados para serlo o no están cumpliendo con los requisitos de ser un destino turístico, limpio, amigable, seguro, etcétera”, comenta la directora de EME Media Com. Te puede interesar: Turismo por inercia, pese a su potencial

El Hard Rock Café es uno de los lugares más icónicos de Cancún.. Foto: Cassi Alexandra/Bloomberg via Getty Images

  Con todo y todo… El turismo en México representa 8.5% del PIB, más del doble del promedio de la OCDE, que es del 4.1%, y ha generado cerca de 2.3 millones de puestos de trabajo (5.8% del empleo formal), indica la “Revisión de la política turística en México”, estudio presentado a principios de enero por la OCDE. También resalta que 77.2% de las exportaciones de servicios son a través de los turistas internacionales que visitan el país, lo que supera el promedio de la OCDE, de 21.3%. Pero el documento también pone en relieve los complejos desafíos que enfrenta este sector: un cierto agotamiento del modelo, pues la tasa de crecimiento del turismo está por debajo del crecimiento general de la economía, los problemas económicos de varios de los países de donde proceden cantidades importantes de turistas internacionales que llegan al país, desastres naturales ligados al cambio climático, advertencias de salud pública y la inseguridad. Sin duda, uno de los años más difíciles, por su impacto económico, fue la crisis turística provocada por la alerta por el virus de la Influenza H1N1: en 2009 se registró la llegada de 21.4 millones de turistas internacionales, 1.2 millones menos que el año previo, según el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), con todo y que 2008 tampoco había sido fácil para el sector, debido a la crisis económica mundial que se originó en Estados Unidos por las hipotecas subprime. Una década después, el impacto de estos problemas parece superado: “México cada vez se recupera [más] de esa crisis que tuvimos en 2008 y 2009: por el tema económico, la guerra contra el crimen organizado, la influenza… México se ha ido recuperando en la escena global y lo está haciendo bien. Creo que vamos lento pero seguro; y claro que México tiene que luchar contra obstáculos que muchos países no tienen; por ejemplo, tener a Estados Unidos a un paso es un reto constante. Hace algunas semanas, vimos que lanzó el travel warning, y de verdad que pone a México en una situación terrible”, comenta Fridman. El pasado 15 de septiembre, la embajada estadounidense en México pidió a su población evitar la zona de San Blas, en Nayarit, debido a reportes por incremento de violencia y actividad de cárteles del narcotráfico. También el pasado 30 de agosto, lanzó una advertencia a sus ciudadanos por manifestaciones en Oaxaca, Veracruz, Chiapas y Guerrero, debido a conflictos magisteriales. En el reporte, menciona que estas manifestaciones pueden tornarse violentas. El documento de la OCDE plantea una serie de desafíos estructurales para el sector: el éxito del turismo en México se basó en el desarrollo de grandes centros en los principales destinos costeros. Ello explica que la mitad de todas las camas de hotel se concentran principalmente en ocho ciudades mexicanas. Este modelo, recalca el documento, hace vulnerable al sector, por los cambios en la demanda y la situación ambiental. El modelo mexicano para competir en un mercado turístico cambiante debe apoyar el crecimiento inclusivo y sostenible de pequeñas empresas y microempresas, y desarrollar políticas para apoyar proyectos de menor escala. El país tiene una gran variedad de planes y programas turísticos, abunda el estudio, lo que exige mayor y mejor coordinación para que se ejecuten de manera efectiva, involucrando a todos los niveles de gobierno y sector privado. Otros desafíos que señala son: mejorar la red de transporte, incluyendo la conectividad aérea, mayor competencia y una más eficaz conectividad intermodal; destaca que se requiere un transporte más seguro para incrementar el flujo de turistas. Se necesita, también, elevar el acceso a crédito para microempresas y pequeñas empresas del sector, añade, pues representan 99.8% de las empresas relacionadas con el turismo. “Tenemos muchos retos en materia de seguridad, percepción, orden”, comenta Fridman. Somos una industria muy desordenada, si la comparamos con industrias como la canadiense o la europea [y] tenemos retos políticos: el hecho de que cada seis años se reinventen las estrategias turísticas… pues, le da en la torre, porque a los turistas no les importa qué partido político esté gobernando”.   El crecimiento continúa… IHG abarca 12 marcas de hoteles y tiene 5,000 en casi 100 ciudades. Sólo en lo que resta de 2017, se planea abrir un Holiday Inn en Chilpancingo y tres Holiday Inn Express en León, Guanajuato y Mérida. También inaugurará un Staybridge Suites en Silao y otro en Irapuato. Y el año que entra abrirá sus puertas un Crown Plaza en Irapuato y un Staybridge en Villahermosa, entre otros proyectos. En los próximos tres años se inaugurarán, en total, 27 hoteles tan sólo en México, de acuerdo con Germán Ongay, vicepresidente de ventas y desarrollo de franquicias para IHG en México. “Los mayores desafíos en México [y el mundo] son la volatilidad económica y los cambios políticos, que influyen en las inversiones en la industria hotelera”. En los destinos nuevos se debe desarrollar infraestructura adecuada, facilitar la tramitología en municipios y mejorar los incentivos fiscales para construcción y desarrollo de hoteles, opina Ongay. Te puede interesar: Destinos turísticos inteligentes, el nuevo concepto en viajes

La policía vigila Playa del Carmen, luego de que un hombre matara a cinco personas en el centro nocturno Blue Parrot. Foto: Manuel Velasquez/Anadolu Agency/Getty Images)

Y coincide con Fridman en la importancia de dar mayor énfasis y continuidad a la educación turística y de servicio para los pobladores locales, quienes, enfatiza, son los que tienen un contacto directo con los turistas en todos los ámbitos. “Estamos en pleno crecimiento de la demanda de nuestros destinos y existe un campo muy amplio para la inversión y desarrollo del turismo, lo que representa oportunidades para obtener muy buenos retornos de inversión y generar un crecimiento sustentado”, dice Ongay. “Enfocarnos en el desarrollo de talento diverso sigue siendo un foco principal”, expresa Lita Aguirre, gerente general de Le Meridien. “Queremos seguir trabajando en la formación de líderes en la industria de la hospitalidad, trabajar con todas las entidades y organismos que, en un momento dado, complementen esta filosofía del crecimiento y del desarrollo, y que se beneficie de ambos lados de lo que puede aportar el talento local: más personas locales, más mujeres en puestos de liderazgo, más oportunidades a jóvenes que acaban de salir de la universidad…”. Aguirre, que ha trabajado en Grupo Marriott por más de 20 años, recuerda que el primer Marriott internacional se abrió en México y que, a la fecha, tiene 76 en el país; pero, además, para 2020 planea abrir 46 hoteles más: siete este mismo año. Sobre la necesidad de incluir a los pobladores de los destinos turísticos, Aguirre asegura que, adonde llegan los hoteles Marriott, éstos se convierten en buenos vecinos: “No sólo llegamos a hacernos cargo de una unidad de negocio, sino que vemos cómo nos podemos relacionar con las distintas entidades de gobierno, con las organizaciones, para que nuestra presencia sirva para las iniciativas que ahí se estén realizando”, asegura. Meliá Hotels International invertirá 15 millones de euros (mde) durante 2017 para mejorar Club Meliá, Paradisus Cancún y Paradisus Playa del Carmen. Otros 12.5 millones irán para terminar el proceso de rebranding del Paradisus Los Cabos y el nuevo centro de convenciones en el Paradisus La Perla (Playa del Carmen). El año pasado, este grupo español adquirió el hotel Paradisus Los Cabos. En esta compañía consideran que, para facilitar el desarrollo hotelero en el país, se requiere mayor seguridad física y jurídica de los destinos, una adecuada dotación de infraestructura de transporte, sanidad y educación. “La cualificación de la fuerza de trabajo, que en ocasiones no se ha tomado en cuenta, se convierte en un factor competitivo clave hoy en día, ante la fuerte competencia global de los destinos”, dice Gabriel Escarrer Jaume, vicepresidente y consejero delegado de Grupo Meliá Hotels International. Otro factor que Escarrer considera importante es que exista una adecuada relación entre el costo del suelo o los activos y la capacidad de endeudamiento a tasas de interés razonables en el aquel país en el que se pretenda realizar alguna construcción. “En general, México es un gran destino para los inversionistas turísticos. Prueba de ello son nuestros ocho grandes hoteles operativos (con más de 3,000 habitaciones) y el hecho de que sigamos incorporando propiedades. Como noveno gran destino a escala mundial, y excelentes atributos de naturaleza, cultura y patrimonio, gente hospitalaria y profesional, y buena conectividad e infraestructura, México sigue presentando condiciones excelentes”, dice Escarrer. “Aunque debe cuidar, ahora más que nunca, aspectos clave, como seguridad y competitividad”.   El turismo por encima De acuerdo con la Sectur, 10 millones de personas se emplean de manera directa e indirecta en este sector, de las cuales 60% son mujeres. Los flujos turísticos internos aportan 88 de cada 100 pesos gastados por turistas en el país. Además, el país experimenta un boom internacional en esta área, según la OCDE, con el alcance récord de 32.1 millones de turistas internacionales en 2015, lo cual significó la llegada de ingresos por 15,500 mdd. En resumidas cuentas: “El turismo representa el 8.7% del PIB del país y está por encima de rubros como la construcción, el sistema financiero, el energético y hasta el petrolero”, dijo Enrique de la Madrid, secretario de Turismo, en un encuentro con estudiantes de la Universidad Panamericana, el pasado 8 de septiembre. El sector vive uno de sus mejores momentos. “Los mexicanos somos desordenados por naturaleza, pero me parece que el primer paso, sin duda, tendrá que ser marcar un mismo objetivo. [De ese modo] caminaríamos todos hacia el mismo lugar, de diferentes formas, pero al mismo lugar”, observa Fridman. “No sólo el gobierno; creo que ésta es una correlación entre iniciativa privada y pública”. (Con información de Wendy Solís) Te puede interesar: ¿A dónde viajan los mexicanos? Hace tres años, Carlos Peralta le comentó al presidente Enrique Peña Nieto su intención de construir un parque de diversiones en Quintana Roo. Recientemente, le informó de los avances del proyecto y le pidió que colocara la primera piedra. Pero el presidente se negó. “Ingeniero, yo normalmente no coloco primeras piedras, sino últimas piedras y, más bien, placas inaugurales”, le dijo. No obstante, ante la magnitud de la obra, Peña Nieto invitó al empresario a presentarla en Los Pinos, lo cual se hizo el 18 de septiembre, un día antes del terremoto. De acuerdo con lo que expuso Peralta, presidente de Grupo Iusa, el proyecto se denomina Amikoo (amigo, en maya) y estará ubicado en la Riviera Maya, uno de los principales destinos turísticos del Caribe mexicano. Será un parque temático, basado en la cosmogonía maya (“desarrollado en su totalidad por talento mexicano”), que ocupará una extensión de 120 hectáreas y comprenderá dos etapas. La primera fase, que estará concluida en noviembre de 2018 (lo cual le dará a Peña Nieto la oportunidad de inaugurarlo en los últimos días de su mandato), se integrará con un hotel de 320 habitaciones, centro de convenciones, museo de arqueología y antropología maya, arena de conciertos, centro gastronómico, un simulador de vuelo panorámico (denominado Vuela sobre México), otro similar de expedición submarina (Mares de México), la atracción Los piratas de Bacalar, una gran alberca de olas y zona comercial. La segunda etapa les llevará dos años más concluirla. Durante su construcción y operación, generará 9,000 empleos directos y 36,000 indirectos, lo que lo convertirá, según sus promotores, en el destino temático más importante de América Latina. La inversión total será de 840 millones de dólares (mdd), lo cual hace que Grupo Iusa (que posee más de 15 empresas de diversa índole, pero ninguna de entretenimiento) irrumpa en la industria turística nacional con una posición preponderante. Pero hay que resaltar que Peralta no está solo en esta aventura. Se dijo representante de un grupo de inversionistas, entre los que se encuentra Grupo Gala, de Ángel Isidoro Rodríguez, mejor conocido como “El Divino”, dueño de tres hoteles operados por AMResorts. Y, aunque no estuvo presente en el presidium durante la ceremonia en Los Pinos, su lugar fue ocupado por Alonso Isidoro Rodríguez, su hijo. Después de inaugurar, en la Riviera Maya, el teatro que construyó específicamente para ser sede del espectáculo “Joyà”, del Cirque du Soleil, en noviembre de 2014 (proyecto en el que invirtió 520 millones de pesos, mdp), Daniel Chávez Morán, presidente de Grupo Vidanta, enfocó de lleno sus baterías en la edificación de un parque de diversiones en la Riviera Nayarit. Este proyecto, que se desarrolla en alianza con Daniel Lamarre, presidente y ceo de Cirque du Soleil, además del parque temático incluirá tres hoteles y un parque acuático, así como, evidentemente, un espectáculo del propio circo canadiense. Todo esto con una inversión de 1,300 millones de dólares (mdd) y planes para abrir el próximo año. Sin embargo, Vidanta declina, por el momento, abundar sobre los avances de la construcción del parque. Prefiere centrar su atención en la sociedad que concretó, en abril de 2016, con el británico Hakkasan Group, encabezado por Nick McCabe y dedicado al entretenimiento, con el objetivo de invertir 150 mdd para el desarrollo de hoteles, clubes de playa, restaurantes y centros nocturnos en varios de los hoteles de Vidanta ubicados en playas mexicanas. Pero el plan se retrasó, ya que tenían previsto que, durante la primavera de 2017, estrenarían su alianza con la apertura de dos restaurantes y un club de playa, que por la noche se convertirá en cabaret, en una propiedad de Vidanta en San José del Cabo, Baja California Sur. La nueva fecha para la inauguración es febrero de 2018. El proyecto incluye abrir cada año un nuevo club de playa o un restaurante en alguno de los hoteles del grupo, además de lo que definen como un nuevo concepto hotelero durante los próximos cuatro años. Los proyectos que en este momento tiene en desarrollo Grupo Vidanta suman los 1,400 mdd. Experiencias Xcaret sorprendió a finales de 2016 con el anuncio de una inversión que alcanzará 2,000 millones de dólares (mdd) en un lapso de 12 años. Esta compañía es comandada por Miguel Quintana Pali. Se trata de un enorme resort donde habrá varios hoteles que sumarán 5,200 nuevas habitaciones, que se agregarán a las del hotel Occidental (propiedad de Barceló), que se ubica en ese mismo sitio y en el cual Experiencias Xcaret tiene una participación de 26%, con lo que llegará a 6,000 cuartos. También hay un centro de convenciones de 80,000 m2 de construcción, un estadio con aforo de 12,000 personas para conciertos y eventos deportivos, una zona comercial y sus cuatro parques ya existentes: Xcaret, Xenses, Xplor y Xplor Fuego, los cuales quedarán integrados al desarrollo, conjuntando un total de 370 hectáreas. El lugar se llamará “Destino Xcaret” y está bajo la responsabilidad de Marcos Constandse Redko, quien asegura que generarán 10,000 empleos directos y 40,000 indirectos. La primera fase de este desarrollo, que tiene una inversión de 350 mdd, inició con la construcción del hotel Xcaret México, de 900 habitaciones, que ya está terminado y será inaugurado el próximo primero de diciembre. Actualmente, la empresa se encuentra en el proceso de introducir el mobiliario, afinar detalles y contratar personal. El modelo de negocio de este hotel fue diseñado para que sea un Todo Incluido y que, con una tarifa promedio de 300 dólares diarios por persona, se pueda acceder a todos los parques propiedad del grupo. En 2016, la empresa abrió su parque más reciente: Xenses, que costó 25.5 mdd, y este año agregaron una nueva atracción a su parque Xel-Há, denominado El Faro Mirador, que tiene una altura de 40 metros e implicó una inversión de 48 millones de pesos (mdp). Además, está en proceso un nuevo atractivo en Xplor, cuya descripción la compañía se reserva, pero informa que tendrá un costo de 50 mdp. En marzo de este año, durante el Tianguis Turístico efectuado en Acapulco, el director de AMResorts, Gonzalo del Peón, muy orgulloso, hizo un balance de la situación de la empresa y destacó lo que llamó “una gran historia de crecimiento”. Afirmó que, no obstante ser una compañía joven, con apenas 15 años de vida, es “la empresa de complejos turísticos con el crecimiento más rápido”, al contar con seis marcas, 52 hoteles, 19,400 habitaciones y 24,000 empleados en seis países y 23 destinos en México, el Caribe y América Central. En el renglón de resorts de ocio, AMResorts es uno de los actores preponderantes en la hotelería mexicana. La compañía también se ha posicionado en otros destinos, como República Dominicana donde, con 14 propiedades, es la empresa hotelera más grande. Y, aunque en los últimos tres años ha crecido más en el extranjero que en México, es preciso mencionar que, para los próximos tres, sus planes de desarrollo están más concentrados en México. En 2016 inauguró dos hoteles: el Breathless Riviera Cancún y Dreams Playa Mujeres (Cancún), que sumaron 1,028 cuartos a su inventario y 247 millones de dólares (mdd) de inversión entre ambos. En el presente año, la empresa no estrenará ninguna propiedad en México y sus planes para 2018 sólo incluyen un Sunscape de 400 cuartos en Cancún. Pero, para 2019, proyecta cuatro aperturas en el país, en Cancún y Riviera Maya, todas de diferentes marcas, que, en total, agregarán 1,809 habitaciones a su cuenta. Y de cara al año 2020, AMResorts añadirá otros 546 cuartos a su portafolio, con la apertura de un Breathless en Cancún y un Zoëtry (que es su marca más exclusiva), este último en una zona de Jalisco en la que hasta el momento no tienen presencia: la Costalegre. Hoteles City Express es otra de las cadenas hoteleras adolescentes de México que registra un crecimiento dinámico y sostenido. Bajo la dirección, desde su surgimiento, de Luis Barrios, arrancó con un total de 10 hoteles en 2004, cinco más en 2005, y otros seis al año siguiente, con inversiones anuales que fueron de los 25 millones a los 32 millones de dólares (mdd). Hoy, 13 años después de su aparición, su expansión está mucho más revolucionada: el año pasado abrió en el país 14 propiedades de sus marcas City, City Express, City Express Junior, City Express Suites y City Express Plus, en ciudades como Aguascalientes, San Luis Potosí, Reynosa, Tijuana, Toluca, Rosarito, Zamora, Mérida, Querétaro y en la capital del país. Y es de las pocas empresas mexicanas de hospedaje que han crecido fuera de las fronteras, ya que también inauguró dos hoteles en Bogotá, Colombia; y uno más en Santiago de Chile. En total, su inversión en activo fijo en 2016 fue de 1,500 millones de pesos (mdp), para llegar a un acumulado de 123 hoteles y 13,702 habitaciones. En lo que va del presente año, ha inaugurado en el país cuatro propiedades, en Celaya, San Luis Potosí, Altamira y Puebla (además de otra en Medellín, Colombia), y tiene en construcción otras 12, en plazas como Puerto Vallarta, Tuxtepec, Oaxaca, León, Tijuana, Monterrey, Delicias, Ciudad de México, Tepic, Atlixco y Comitán, más dos ampliaciones en Monterrey y Mérida, los cuales comenzarán a operar en lo que resta de 2017 y a lo largo de 2018, para sumar 2,127 cuartos más a su patrimonio. La edificación de estos inmuebles entre 2017 y 2018 representa inversiones por 1,650 mdp, y con éstos se alcanzará un inventario de 15,829 habitaciones en total. Investigación y redacción de las fichas: Gustavo Armenta Las cifras del sector México se encuentra en el 8o lugar en número de llegadas de turistas, de acuerdo con la Organización Mundial de Turismo (OMT). En 2016, la llegada de turistas nacionales a cuartos de hotel alcanzó los 55.4 millones de visitantes, 75.6% del total. La llegada de pasajeros en vuelos nacionales en 2016 fue de 41.86 millones (12.5% más que en 2015). El número de pasajeros de cruceros en 2016 fue de 6.4 millones, 8.2% más que en 2015. De 1999 al segundo trimestre de 2017, departamentos y casas amuebladas con servicios de hotelería captó casi 60% de la IEDT (Inversión Extranjera Directa Turística), y hoteles con otros servicios integrados, el 25.5%. Fuente: Turismo en México, Datatur, Sectur

 

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