La escuela de aprendices de relojería de la firma alemana busca compartir su visión atemporal de medir el tiempo.   La velocidad y la constante aceleración de la vida cotidiana le dan un alto valor al tiempo. Cuanto más escaso es el espacio libre en la agenda, más preciado se vuelve cada momento. El tiempo es abstracto pero no pasa inadvertido; no muchas cosas tienen el privilegio de aumentar su belleza y valor con los años. Los desafortunados que no lo valoran se pierden arrastrados por la furia cíclica reflejada en el olvido y la nostalgia del pasado. Hay una tradición remota y exquisita que permanece y se sostiene en el tiempo, ya que es el propio tiempo su campo de trabajo. Hablamos del Maestro relojero. El trabajo que representa la construcción de un reloj mecánico sólo puede llevarse a cabo por hombres con la paciencia suficiente y la pasión para descubrir la magia que contiene el corazón de un reloj. En busca de un futuro seguro, A. Lange & Söhne capacita a jóvenes con la habilidad y el talento para desempeñarse en el vasto mundo de la relojería, donde nunca se deja de ser aprendiz. Desde 1997, la marca ha formado a más de 100 personas que han escogido la relojería como profesión, ya que la elaboración de las complejas piezas requiere personal sumamente preparado. Los aparatos cronológicos son mucho más que un diseño exterior elegante. El mundo interior que esconden los hacen difíciles de entender. Por eso, durante un periodo de tres años, cada grupo de 20 jóvenes aprende a ensamblar y reparar movimientos mecánicos, relojes con alarma, antiguos y de bolsillo. Crean herramientas propias y, al final, demuestran sus habilidades al construir un reloj mecánico.   Siglos de historia Alemania siempre se ha caracterizado por su excelencia en el arte de cuantificar el tiempo. Como prueba, Munich alberga uno de los relojes más hermosos del mundo: Glockenspiel es la corona de la Plaza de María y brinda un espectáculo inigualable cuando repican sus campanas; como si fueran un pájaro cucú, las coloridas figuras humanas de tamaño real forman parte de un ballet mecánico que muestra escenas históricas de la ciudad. Con siglos de tradición y trabajo familiar, A. Lange & Söhne ha sabido aprovechar cada una de las enseñanzas que el tiempo le ha dejado. Atesora una firme posición de liderazgo entre las marcas de alta relojería del mundo y tiene una producción limitada de relojes en oro y platino por año, todos ensamblados a mano. Sus mayores éxitos incluyen innovadores instrumentos relojeros.     Página web: http://www.alange-soehne.com Twitter: @alangesoehne

 

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