Sí, ha sido un año difícil para los productores de petróleo estadounidenses, pero mientras Arabia Saudita quema sus reservas a una velocidad vertiginosa, el subsuelo de EU aún guarda una gran cantidad de crudo.   Por Christopher Helman ¿Recuerdas 2008, cuando los precios del barril de petróleo se dispararon a casi 150 dólares?, ¿recuerdas la Teoría del Pico Petrolero? En aquel entonces los falsos profetas estaban convencidos de que las empresas petroleras del mundo ya habían buscado debajo de cada piedra y encontrado todas las grandes reservas de petróleo. Seguro que hay más petróleo por ahí, decían, pero el “petróleo fácil” se había terminado. Los pesimistas no podían imaginar cómo seríamos capaces de raspar el sobrante de los pozos lo suficientemente rápido como para reemplazar los barriles que el mundo consume. El pico de petróleo convencional y fácil puede muy bien haber llegado en 2008, pero la tecnología ha demostrado que hay una gran cantidad de reservas disponibles, especialmente en Estados Unidos, donde empezamos a extraerlo hace más de 100 años. La historia es bien conocida: el boom del shale estadounidense abrió la puerta a las reservas escondidas debajo de grandes capas de roca. En los últimos cinco años EU ha duplicado su producción de petróleo. En 2014, los productores fuera de la OPEP (principalmente EU) añadieron 2.4 millones de barriles por día al suministro total mundial, un desempeño sin precedentes. Y apenas entraban en calor cuando los saudíes dijeron: “Nada de su petróleo hasta que el nuestro se haya terminado.” Ese pronunciamiento se produjo hace casi un año, en la reunión posterior al Día de Acción de Gracias de la OPEP, donde Arabia Saudita se negó a recortar su producción de petróleo para hacer espacio en el mercado al crudo estadounidense. Desde entonces ha sido un año de abundancia y escasez. Ha sido un banquete para cualquiera que maneje un coche y una vez más se esté acostumbrando a llenar el tanque con menos dinero del que solía gastar. Los bajos precios de la gasolina le han ahorrado a la familia estadounidense promedio 1,000 dólares este año, lo que, según el economista Ed Yardeni, significa 100,000 millones de dólares (mdd) que ahora pueden gastar en nuevos juguetes de Star Wars. Así que gracias a los saudíes por la Feliz Navidad. No obstante, las compañías petroleras lo han pasado mal, en especial los más de 200,000 trabajadores que han fueron despedidos el pasado año. Las operaciones se han detenido en Texas, Oklahoma, Dakota del Norte, y Alberta, Canadá. A pesar de la recesión, la producción de petróleo de Estados Unidos sólo ha disminuido ligeramente en el último año, de 9.4 millones de barriles diarios a 9.2 millones, una capacidad de recuperación notable pero fugaz. Sí, los operadores se han vuelto más eficientes y creativos en la manera de producir más petróleo por menos, pero aún no es suficiente. Los analistas de Tudor, Pickering y Holt preguntaron –y respondieron–una gran pregunta la semana pasada: “¿Los operadores de exploración en EU pueden mantener ese nivel de producción con un barril a 50 dólares? La respuesta simple es no. “Muchas empresas no estaban generando flujo de caja libre, incluso cuando el petróleo estaba arriba de los 80 dólares. En este precio sólo deberán pasar unos cuantos meses más antes de que los operadores más débiles empiecen a quedarse sin dinero en efectivo y queden en el olvido. Pero, en general, Estados Unidos tiene mucho que agradecer. Comparada, la industria de petróleo y gas de Estados Unidos hoy en día a la de 2008 es mucho más profunda, más rica, llena de oportunidades gracias a increíbles avances en la tecnología. En lugar de preocuparse por tener que importar más petróleo y gas natural, incluso del resto del mundo, se prepara para exportar GNL y debatie los méritos de permitir las exportaciones de petróleo. Estados Unidos ha reducido su dependencia del petróleo extranjero de 60 a 25%. Y no se trata sólo de suministro energético de Estados Unidos el que es más seguro que en 2008. El  suministro de energía global en su conjunto es más seguro. Hay más de 3,000 millones de barriles almacenados. Los inventarios de EU son 200 mdb mayores que el promedio de 5 años. Los países de la OPEP y las compañías petroleras podrían no disfrutar del mercado actual, pero aún hay quien recuerda que el petróleo es cíclico y juegan para el largo plazo. Ese largo plazo luce bien. Lejos de ser sacados de la jugada por la multitud anticapitalista, anti-fracking, anti-carbono, (mucha de la cual buscará dinero gratis en la COP21 en París el próximo mes) la industria de petróleo y gas en todo el mundo es más grande que nunca. ¿Y qué si Obama mató al oleoducto Keystone XL, en el mundo real más de 25,000 kilómetros de oleoductos se han construido en EU desde 2010. Mientras tanto, la demanda de petróleo ha crecido 2% este año, según el análisis de Credit Suisse, sólo en India ha repuntado 9% y en Asia en general lo ha hecho 4%. Los precios actuales duelen, pero ayudan a consolidar la demanda de petróleo y gas para los próximos años. No es casualidad que las acciones de las empresas que invierten en energías renovables hayan caído junto con las de las compañías petroleras. En los últimos seis meses Solar City ha perdido 53%, NRG Energy 53% y SunEdison 90%. Simplemente hay menos incentivos para las empresas y los propietarios de viviendas para invertir en paneles solares y parques eólicos o autos eléctricos cuando el precio de la gasolina y el gas natural se ha vuelto tan barato. Las ventas de autos eléctricos, a pesar de su bombo, se han reducido este año a niveles previos a los de 2014 mientras que las ventas de SUVs han aumentado. Cuando los precios del petróleo subean de nuevo, porque lo harán, Estados Unidos se encontrará en una posición privilegiada para aprovecharlo. En todo el país hay actualmente varios miles de pozos que han sido perforados, pero no han sido concluidos o conectados a la producción. En la región de Bakken unos 1,100 pozos nuevos están sentados esperando a ser perforados de un total de 13,000 en el estado. Como resultado, la producción de Bakken se ha reducido ligeramente su punto máximo de 1.1 millones de bpd. Es la misma historia de los campos de shale de Eagle Ford y Woodford de Oklahoma. Ese retraso significativo en el fracking significa que las compañías están más o menos almacenando su petróleo en los campos, a la espera de precios más altos, o, en el peor de los casos, a la espera de que se agote el efectivo y no tengan más remedio que aceptar los 40 dólares por barril. Que EU tenga todo este exceso de capacidad es un gran cambio. Desde la década de 1990 los saudíes habían sido los únicos grandes productores de petróleo dispuestos a invertir en –y mantener– un exceso significativo de capacidad de producción de petróleo. Las llaves podrían abrirse en casi cualquier momento para equilibrar una interrupción repentina del suministro en otro lugar en el mundo. Incluso hoy en día, Saudi Aramco aún mantiene alrededor de 1.5 millones de bpd de capacidad, calcula Energy Aspects. Garantizar la estabilidad es un papel importante que debe jugar un líder del mercado. Sin embargo, EU, por defecto, ha asumido gran parte de ese papel. Esos pozos en pausa en EU no pueden ser intervenidos de inmediato. Bernstein Research dice que tomaría alrededor de 6 meses después de que el petróleo alcanzara un precio lo suficientemente alto para que los productores alisten un número significativo de pozos y produzcan lo suficiente. Pero aún así ese tiempo es bastante rápido dado el estado de las cosas. Esos pozos tienen un gran potencial de producción. Tienden a brindar unos 750 barriles por día y generar un promedio total acumulado de 500,000 barriles o más durante su vida útil. Así que es probable que más de 1.5 millones de barriles de petróleo estén listos para ser extraídos. Así que la conclusión es esta: Gracias a que los saudíes por jugar a la defensiva con su participación de mercado, Estados Unidos tiene ahora mucha más flexibilidad que la que tenía hace un año para impulsar la producción de petróleo en un corto periodo de tiempo, y por muchos años por venir. Otras naciones productoras de petróleo no tienen esas opciones atractivas. La Agencia Internacional de Energía dijo la semana pasada que la OPEP está produciendo casi a su máxima capacidad. Los saudíes no se están frenando, por supuesto, y mantienen los niveles de producción de más de 10 millones de barriles por día durante todo el año, echando mano de sus vastas reservas de divisas para apuntalar el gasto social. Otros países de la OPEP viven una situación financiera mucho peores que la de los saudíes. Libia solía producir 1.6 millones de barriles por día antes de su revolución, pero ahora apenas logra los 400,000. Irak, que había sido una gran fuente de crecimiento para la OPEP ahora se ha estancado y podría no ver ningún crecimiento en todo 2016, dice la consultora en aspectos energéticos, porque las compañías petroleras internacionales se han resistido a invertir capital fresco en los proyectos de bajos retornos. Las refinerías de Nigeria han cerrado recientemente por problemas técnicos, según Platts. Venezuela ha detenido todo su gasto social  que no sea realmente vital y ha importado combustible debido a que los incesantes cortes de energía significan sus refinerías no pueden operar. Mientras tanto, en los países no pertenecientes a la OPEP la brasileña Petrobras se enfrenta a recortes en la producción de petróleo a causa de las huelgas laborales exacerbados por interminables investigaciones de corrupción. Teniendo en cuenta los ataques terroristas que se han expandido a toda Europa, las guerras que envuelven a Medio Oriente y la probabilidad de que todo empeore un poco más antes de mejorar, es reconfortante que una proporción creciente de la capacidad del petróleo del mundo esté en Estados Unidos y no en Arabia Saudita, Libia o Irak. El boom fue muy divertido. El colapso ha sido muy doloroso, pero no hay nada como una pausa para apreciar lo que se tiene. Así que, aunque ha sido un año difícil para el petróleo y gas estadounidense, hay muchas cosas que agradecer. La gasolina y el gas natural baratos, por ejemplo; un suministro de petróleo cada vez más seguro; la oportunidad para comprar acciones de grandes compañías petroleras con altos rendimientos; muchas nuevas tecnologías y, sobre todo, el reconocimiento de que gracias al ingenio de miles de ingenieros, geólogos y tipos duros, tenemos muchos más años de reservas petroleras que pueden convertirse en el sustento del futuro.

 

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