Por Christopher Helman Durante mucho tiempo, Carlos Brito, CEO de Anheuser-Busch InBev, ha buscado formas en las que el negocio cervecero pueda ahorrar energía. Él recuerda cómo en 2001 fue gerente regional en Río de Janeiro durante una sequía que había mermado la generación energía hidroeléctrica de las presas de Brasil. A los clientes de Brito, los dueños de bares, restaurantes y tiendas de conveniencia, se les ordenó reducir el consumo de energía en un tercio. Tuvieron que tomar decisiones difíciles sobre qué desenchufar. Él les explicó que las cafeteras y las parrillas eléctricas consumían mucha más energía que los refrigeradores donde guardaban la cerveza Bohemia. “La cerveza tiene un margen más alto, por lo que desconectaron las máquinas de helados”, dice Brito, de 57 años, con una carcajada. A lo largo de una década construyendo el titán global de la cerveza con sus tres marcas globales Budweiser, Stella Artois y Corona, Brito se ha enfocado en la reducción de costos. Su gran nueva iniciativa: la energía sustentable. Anunció la semana pasada un compromiso de hacer que la factura eléctrica de alrededor de 400 mdd anuales sea 100% verde para 2025. “En algunos mercados es más barato perseguir este objetivo. Tiene sentido comercial y disminuye el impacto ambiental.” “Todo se reduce a energía. Brito ha hecho de la conciencia ecológica el estándar. La compañía compra miles de refrigeradores al año para sus cervezas, siempre buscando aquellos con compresores más eficientes y refrigerantes ecológicos. Su flotilla de camiones cuenta con cientos de grandes plataformas alimentadas por gas natural comprimido en lugar de diésel. En Argentina utilizan biodiesel de soja. En la gigantesca cervecería de Budweiser a las afueras de Houston calientan sus calderas con metano capturado en los vertederos. Una fábrica de cerveza en el norte de Nueva York funciona con energía solar. Lee también: Grupo Modelo fabricará cerveza con energía limpia Aun así, esta nueva iniciativa es algo grande. La compañía dice que compra unos 6,000 gigavatios hora por año. El consumo energético equivale al vuelo de 5 jets jumbo 24/7. Es suficiente para alimentar a unos 500,000 hogares estadounidenses. Al costo de la energía industrial de EU de 7 centavos por kwh, esa factura ascendería a 400 mdd por año. (Las utilidades netas de la compañía el año pasado fueron de 2,800 millones sobre ingresos de 45,500 mdd.) Pongamos esta base de 700 MW de energía en la escala de energía renovable. La mayor central solar fotovoltaica es la Solar Star en California (propiedad de BHE Renewables), que tiene una capacidad de 580 MW, y usa 1.7 millones de paneles de más de 1,300 hectáreas. Tengamos en cuenta que los paneles solares son sólo tienen 25% de eficiencia, por lo que necesitarías cuatro de los 700 parques eólicos (más una montaña de baterías) para proporcionar 700 MW de potencia 24/7. En resumen, para cumplir con el objetivo de Brito, AB InBev necesitará el equivalente en energía renovable de las cuatro mayores granjas solares del mundo. Brito no tiene dudas de que esto es posible. Y por un costo menor de lo que pagan ahora. “Es como cualquier cosa en tecnología, con el tiempo no hacen sino volverse mejores y más baratas. Mira 20 años atrás y la energía eólica o la solar no eran competitivas. Ahora en México es 20% más barato comprar energía 100% eólica.” En los últimos 5 años el costo de la construcción de energía solar fotovoltaica en EU ha bajado de alrededor de 2.60 por KW a $ 1.10. El mes pasado, Brito firmó un acuerdo con la española Iberdrola para comprar 490,000 megavatios hora por año de un parque eólico de 220 MW que se construirá en Puebla. Esto cubrirá todas las necesidades de energía de AB InBev en México, incluyendo la mayor cervecería de la compañía, en Zacatecas, sede de la filial Grupo Modelo y su buque insignia Corona. Por lo menos mientras las tasas de interés permanezcan bajas, AB InBev permitirá a los desarrolladores financiar la energía verde simplemente prometiendo comprar la producción de tales proyectos bajo un Acuerdo de Compra de Energía. La belleza del modelo de compra de energía es que no requiere ningún desembolso de capital por parte de AB InBev, simplemente contratan con el desarrollador de parques eólicos para comprar una cantidad fija de energía a largo plazo, usualmente 20 años. Para alcanzar ese número de 700 MW, Brito necesitaría la energía de 10 de estos parques eólicos de Iberdrola (recordemos que la capacidad del viento es sólo 33% eficiente), además de una montaña de baterías. Esto es factible. Brito ha llegado a ser conocido como un despiadado carnicero de costos y exprimidor de intermediarios. En los últimos años AB InBev ha reducido 12% la cantidad de agua que utiliza, de 3.5 galones de agua por galón de cerveza a 3.1 galones. Para una empresa que fabrica 13,200 millones de galones de cerveza al año, eso equivale a un ahorro de 5,000 millones de galones. “No es el recorte de costos por sí solo. Usar menos agua es bueno para el negocio”, dice Brito. “Usar menos poder, también.” La revolución de la eficiencia energética es real. Según la Administración de Información de Energía, la demanda de energía eléctrica de Estados Unidos alcanzó su máximo en 2007 con 4 millones de Gigavatios hora por año, y desde entonces ha caído 2%, a 3.92 millones al mismo tiempo que el PIB de los Estados Unidos aumentó 28%, de 14.7 trillones a 18.8. Gracias a las luces LEDs, al internet de las cosas y al surgimiento de dispositivos de red eléctrica inteligente, como el termostato de Nest. Simplemente nos estamos volviendo más inteligentes sobre cómo ahorrar energía e integrar la energía renovable en la vieja red eléctrica. El boom de las baterías que se avecina mantendrá esta tendencia y ayudará a Brito a lograr sus metas energéticas. El analista de SSR Hugh Wynne dice que las ventas globales anuales de baterías de iones de litio a gran escala han crecido 200 veces, de 250 MWh en 2010 a 52,000 MWh en 2016. Mientras tanto el costo de los paquetes de baterías de iones de litio ha bajado de 1,000 dólares por Kwh en 2010 a 190 dólares por kwh en 2016. Los datos de Wynne indican que el costo total actual de la electricidad que corre a través de los sistemas de baterías alcanza los 25 centavos por kwh. Eso continuará cayendo. Lee también: Aquí fabricará Tesla las baterías de los autos del futuro Baterías más baratas están trayendo más negocios a Stem, con sede en San Francisco, que ha levantado 350 mdd en financiamiento para instalar grandes bancos de baterías de iones de litio en edificios comerciales e industriales para empresas como Cargill, Albertson, Marriott, Whole Foods Market y Wells Fargo. (Stem no ha hecho ningún trabajo para AB InBev). El software de Stem aprende los hábitos de consumo de energía de un edificio y los optimiza para bajar el importe de la factura eléctrica, lo que a menudo significa cargar las baterías por la noche cuando la energía eólica es barata y descargarlas durante el pico a media tarde. John Carrington, director ejecutivo de Stem, insiste en que todos los grandes edificios comerciales tendrán bancos de baterías en 10 años. La Administración Trump ha comenzado a revertir el legado federal de regulación de Obama sobre el cambio climático, incluido el Plan de Energía Limpia. Todavía está revisando las obligaciones que Estados Unidos asumió bajo el Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático y las emisiones de carbono. Ernie Moniz, secretario de Energía bajo Obama, dice que no importa mucho lo que decida Trump. “El dado está lanzado en términos de rumbo a un futuro con bajas emisiones de carbono”, dijo Moniz a NPR esta semana. De hecho, muchos estados y países están decididos a reducir las emisiones de carbono. La administración del presidente Enrique Peña Nieto ha iniciado la reforma del mercado de energía eléctrica, profundamente subsidiado e ineficiente en México, y adoptó el objetivo de impulsar las energías renovables de México, pasando del 20% al 35% para 2024. Después de una década en la que adquirió Anheuser Busch (2008), Grupo Modelo (2012), y finalmente el año pasado SABMiller, Brito ha reunido un increíble 25% del mercado mundial de la cerveza. Ahora el desafío de Brito es crecer orgánicamente, lo que le da un poderoso motivo para trabajar con gobiernos de todo el mundo para actualizar las redes eléctricas y ayudar a planear un futuro de energía limpia. “Cada vez que un país se desarrolla, ayuda a todos los productos de consumo”, dice Brito. “Más desarrollo se traduce en más cerveza vendida.”

 

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