Organizar un concierto implica trabajar durante varias semanas, o meses, hasta que llega el día esperado: un público expectante se reúne frente al escenario para escuchar a los artistas que entregan su música en vivo en un acto irrepetible.
“Es demasiado mágico como para no querer otra dosis cada tanto”, dice César Reynaga, director de Acto Live, promotora independiente de Guadalajara.
Más allá de la satisfacción por contribuir a crear momentos de conexión humana, Reynaga y sus cinco socios han comprobado que su pasión es un negocio en crecimiento. Todos han trabajado en la industria durante más de 15 años, pero apenas en 2023 decidieron concentrar sus esfuerzos en una sola empresa.
Acto Live arrancó operaciones en mayo y ya acumula 51,000 boletos vendidos. Tuvo sold-outs en varios de sus conciertos y celebró con éxito el festival Día de Campo, que promete posicionarse como insignia de la Perla Tapatía. Para el 2024 tiene programados más de 40 shows de artistas nacionales e internacionales, como Siddhartha, Caloncho, LCD Soundsystem, Justice, Afterlife, y otros. A pesar de su juventud, ya es la promotora con más eventos en la cartelera de la ciudad.
“La velocidad de expansión y crecimiento en medio año fue muy fuerte; y las proyecciones para el próximo año son bastante más grandes, es un salto dramático”, asegura Reynaga. De acuerdo con su análisis, la incertidumbre que generó el parón por la pandemia también tuvo consecuencias positivas inesperadas. Más de dos años de escenarios vacíos obligaron a una reorganización del sector y provocaron un cambio de apreciación en los públicos, que ahora parecen más entusiasmados que nunca por disfrutar de la música en vivo.
“Estuvimos muy preocupados por no saber cómo o si íbamos a volver. Eso nos hizo acercarnos entre nosotros para ver cómo estábamos, cosa que antes no sucedía. Empezamos a formar alianzas y nos replanteamos muchas prácticas que eran mercenarias o agresivas, y que dependían de un mercado que parecía escaso en Guadalajara. El efecto post-pandemia es que todo se vende y para todos hay mercado”, cuenta el músico y promotor.
Fue en ese contexto que César Reynaga, Ricardo Arce, José Luis Domínguez, Abraham López, Rodrigo Palencia y Santiago Álvarez decidieron dejar de competir y crear una sola promotora independiente. Ellos mismos son los operadores y cada uno tiene su área de especialización. Lo explica el responsable de marketing, Ricardo Arce:
“Un socio está muy metido en la electrónica, otro en la música indie, otros en la música latina y yo estoy más en los patrocinios y las alianzas con marcas. Fue muy natural el acercamiento porque no había dos promotores que hicieran lo mismo”.
Conscientes de ser una empresa pequeña en una industria dominada por gigantes, los socios de Acto Live han apostado por maximizar sus impactos sociales positivos. Incentivan el uso de transporte público o bicicleta entre los asistentes a sus conciertos, restringen los plásticos de un solo uso, dan tratamiento a los residuos y se ocupan en crear carteles equilibrados, con presencia de artistas mujeres y grupos minoritarios.
El festival Día de Campo asumió una responsabilidad económica por su huella de carbono y entre otras innovaciones, ofreció un espacio seguro para la contención emocional y física de las personas.
Además de la organización de festivales y conciertos, la empresa proyecta la creación de una plataforma para la difusión de los talentos locales. A sus socios los motiva que los artistas de todos los sitios puedan seguir haciendo y compartiendo su música con los espectadores tapatíos. La recompensa llega siempre que se apagan las luces y comienza la magia.
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