Los líderes de Alemania y Francia dijeron que las conversaciones entre Grecia y sus acreedores internacionales deben acelerarse para liberar préstamos adicionales para Atenas.   Reuters Los líderes europeos enfriaron el martes las esperanzas griegas de que pronto finalicen las negociaciones para un acuerdo de ayuda financiera y advirtieron de que las conversaciones deben apresurarse antes de que el país se quede sin fondos. Un panorama sobrio de Bruselas y Berlín contrastó fuertemente con el optimismo de Atenas, donde los funcionarios del nuevo Gobierno de izquierda hicieron una serie de apariciones públicas para prometer que un acuerdo era sólo cuestión de días. El ministro de Finanzas Yanis Varoufakis dijo el lunes por la noche en un programa de televisión que un trato podría cerrarse en una semana, mientras que el primer ministro Alexis Tsipras había sostenido previamente que las discusiones estaban en “la recta final”. El comentario impulsó a las acciones griegas casi un 2% el martes, pero los responsables de la zona euro dijeron que las conversaciones no avanzaban tan rápido como se necesitaba para cerrar un acuerdo en tan poco tiempo. “Se necesita más tiempo y esfuerzo para zanjar las brechas en temas que siguen abiertos. Consideramos que hay avances pero a un ritmo lento”, dijo el portavoz de la Comisión Europea Margaritis Schinas en una conferencia de prensa diaria. La Comisión también negó el reporte de un diario griego, que dijo que su jefe, Jean-Claude Juncker, había ofrecido una propuesta de compromiso para romper el estancamiento en las conversaciones, que fijaron una meta menor de superávit primario para Atenas a cambio de reformas fiscales y alzas impositivas. Después de un encuentro en Berlín, los líderes de Alemania y Francia dijeron que las conversaciones entre Grecia y sus acreedores internacionales deben acelerarse para liberar préstamos adicionales para Atenas. “Yo diría que las conversaciones deben acelerarse, más que que están yendo demasiado rápido, y esperamos que el foro relevante -el Grupo de Bruselas- pueda avanzar porque el acuerdo de febrero era que se debería establecer un programa para fines de mayo”, dijo la canciller alemana, Angela Merkel, en una conferencia de prensa.   El presidente francés, Francois Hollande, coincidió en que las conversaciones con Grecia deben acelerarse: “Todos tenemos la misma postura, que es que Grecia debe permanecer en la zona euro”. Ambos líderes se reunirán con Tsipras en una cumbre de la Unión Europea en Riga esta semana, donde Grecia promueve una serie de encuentros bilaterales para cerrar un acuerdo antes de quedarse sin fondos. Los líderes de la zona euro han dicho que cualquier avance en la cumbre de Riga no puede reemplazar las conversaciones técnicas en curso entre responsables de rango medio de ambas partes.   Plazo de junio   Después de una pequeña recuperación económica el año pasado, Grecia ha vuelto a una crisis luego que el Gobierno de izquierda de Tsipras asumió el poder en enero con la promesa de que terminaría con los impopulares programas de austeridad y rescates. Sin acceso a los mercados de deuda, ni asistencia, el Gobierno se encontró encerrado en difíciles negociaciones al tiempo que se vacían las arcas estatales. Se prevé que Atenas a duras penas consiga recursos para pagar a los empleados públicos y jubilados este mes pero el desembolso de 1,500 millones de euros (mde) al Fondo Monetario Internacional (FMI) en junio plantea un desafío mucho mayor. La semana pasada, un pago de unos 750 mde al FMI solo se pudo hacer vaciando otra cuenta del país en el mismo Fondo. El ministro de Trabajo, Panos Skourletis, apuntó al 5 de junio -cuando vence el próximo pago de Grecia al FMI- como el próximo punto de inflexión para el país. “Hay un plazo, que es el 5 de junio”, dijo a la televisión griega. “Todos sabemos que si no hay solución, digamos hasta entonces, en relación con la financiación, las cosas se pondrán difíciles”, agregó. Pero, como el resto del Gobierno, se mostró confiado en que haya un acuerdo de efectivo por reformas “en los próximos días”. Las discusiones con la Unión Europea y el FMI han avanzado poco en los últimos cuatro meses. Una conclusión exitosa liberaría unos 7,200 mde (8,100 millones de dólares) en ayuda, pero las conversaciones tropezaron con los puntos de desacuerdo de las reformas laborales y de pensiones. Estas iniciativas de los acreedores son resistidas por Atenas. “El sistema de pensiones debe ser reformado pero recortar las pensiones no es una reforma”, dijo Varoufakis en la televisión griega. “Queremos una intervención quirúrgica en el sistema de pensiones, no una carnicería”.

 

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