La humanidad atraviesa un prometedor panorama de crecimiento. Elementos de evolución digital como las ‘deep tech’ hacen del futuro una realidad que compromete -desde ahora- la realidad en nuestro presente. Sin embargo, para mirar hacia ventanas futuristas y vanguardistas es preciso reconocer cuáles son las claves que conforman el crecimiento económico de las ciudades inteligentes, inclusivas y sostenibles.
En palabras de Carlos Scheel, líder de la iniciativa Economía Circular de EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey, el crecimiento económico es sin duda un factor importante, siempre que integre soluciones sociales, ambientales y económicamente viables para los habitantes.
“En 2050, dos tercios de la población vivirá en ciudades consumiendo el 50% de los recursos y produciendo el 50% de los residuos. Hay que generar condiciones necesarias para reducir emisiones, crear un mecanismo y una nueva economía para que el estrés de crecimiento sea compartido con una economía basada en residuos y sustentabilidad, sin destinar la totalidad de inversiones en generar nuevas riquezas sino en una riqueza basada en residuos”, señaló el especialista durante su participación en el Foro Economía y Negocios Monterrey realizado por Forbes México.
Ante esta línea de solución, Scheel advirtió que “todo mundo quiere crecer, pero esto genera más basura y más residuos”. Entonces, ¿cómo desacoplar el crecimiento económico de los residuos e integrar una economía verde en ciudades que hoy ya encaran desafíos poco sostenibles?
Para Carlos Scheel, académico en EGADE Business School, la ruta de solución es clara, sólida y concisa: mediante una Economía Circular que responda ante el bienestar social y el bienestar ambiental que sustituya los modelos de negocios lineales, donde la humanidad “creamos riqueza para luego averiguar cómo ‘parchar’ para cumplir con las normas ambiental”.
En este sentido, el especialista en Economía Circular ejemplificó una situación ocurrida en Ginebra, Suiza. “Ellos decidieron que todo lo que entrara en la ciudad se quedaría en la ciudad. Lo transformamos para generar riqueza que tenga límites con respecto al ecosistema natural, es decir, con base en nuestros recursos finitos. Tenemos una coraza natural con recursos limitados y el centro del disco está expandiéndose más. Estamos innovando cada vez más incluso a veces en cosas innecesarias. Todo mundo quiere crecer económicamente, ¿por qué no crecer con menos residuos?”
Uno de los mensajes principales de Scheel es que una vez que las ciudades integren soluciones de Economía Circular como eje principal de crecimiento, podrán mitigar los procesos de daño ambiental, gracias a que la optimización de residuos se convierte, a su vez, en el aprovechamiento de nuevos recursos con menos negocios de Economía lineal.
Asimismo, el especialista en Economía Circular detalló que la palabra sustentable hoy es crítica, por lo que es necesario crear un mecanismo que vuelva a la sustentabilidad en un concepto de realidad viable porque hacerlo posible es costoso.
“Hay que hacer de la sustentabilidad un concepto rentable y reinvertir en una mejor calidad de vida. Tenemos que romper el paradigma de innovación del año pasado. En lugar de innovar en autos eléctricos pensemos en sistemas de transporte inteligentes y sostenibles; cambiar el mindset de innovación lineal a innovación circular sistémica, pensar del producto al sistema. Por ejemplo, cero emisiones basadas en hidrógeno, ya no en recursos del siglo pasado. Generar incluso un centro de innovación con proyectos específicos que no necesariamente tienen que ser grandes planes que se quedan en un solo sexenio, sino hacer un hecho de la economía y el desarrollo de bienestar”, advirtió Scheel.
“Todo plan de sustentabilidad requiere dinero, es cierto, quiero citar al presidente Biden, quien dice que todos quieren crecer y todos quieren dinero, pero no es suficiente tan sólo con el dinero del gobierno para generar una economía sustentable, sino que necesitamos generarlo de sectores privados”, concluyó el especialista Scheel.
