No cabe duda de que el ron es una de las bebidas más versátiles y de mayor tradición. Cuando pensamos en él, la primera imagen que se viene a la mente es Bacardí y su emblemático logo del murciélago, uno de los representantes de la bebida con mayor consumo en todo el mundo, que celebra 90 años de su llegada a México.
Una de las recetas originales que diseñó Facundo Bacardí Massó en Santiago de Cuba, es el Bacardí Añejo, bebida que ha acompañado a la cultura mexicana desde 1931, pero que fue creada desde el origen de la compañía en 1862 y hoy presenta una imagen renovada que nos evoca a la misma calidad y experiencia de siempre, pero con un toque de frescura e innovación en el diseño.
El ron Bacardí Añejo representa gran parte de la esencia de la compañía, pues mantiene la receta con una selecta combinación de rones añejados el tiempo suficiente en barricas de roble americano, lo que le otorga su característico sabor con suaves notas a madera, vainilla y caramelo entre otras. Esto le permite ser un gran participante en una amplia variedad de cocteles que han acompañado a muchos mexicanos durante todos estos años.
Asentada originalmente en Cuba, la compañía abrió su primera planta fuera del país caribeño en 1910, en Barcelona, lugar en el que había obtenido reconocimientos de excelencia por su gran calidad. Fue hasta 1931 cuando llega a México y de inmediato inicia el romance con el país, hasta llegar a ser una de las bebidas más identificadas con la cultura mexicana hoy en día.
La planta de Bacardí se instaló originalmente en la calle de Cedro 380, en el centro de la Ciudad de México. La calle terminó siendo conocida popularmente como el “Paseo de la Cuba Libre” puesto que frente al portón de Bacardí estaba el de la fábrica de Coca Cola.
En 1952 se industrializó la compañía y cuatro años después fundó una destilería en Puebla llamada “La Galarza” con una producción de 28,000 litros diarios. Finalmente, entre 1959 y 1961 se crea la planta de Tultitlán en el Estado de México, un complejo emblemático arquitectónicamente, diseñado por Félix Candela y Mies Van Der Rohe.
Bacardí Añejo: gran versatilidad
La gran característica del Bacardí Añejo, además del sabor, probablemente sea su gran versatilidad. Se trata de un ron de gran calidad que hemos podido ver con cocteles emblemáticos como la piña colada, el mojito o la tradicional cuba libre, sin embargo, estos no son los únicos que se pueden hacer con él.
Un ejemplo es el Añejo highball, creado por el reconocido Dale Degroff, el barman norteamericano más icónico, conocido también como el Rey del coctel. Lo hizo como un homenaje a los bartenders cubanos clásicos, pero se trata de uno de los tragos que ha modernizado el tradicional sabor del ron gracias al uso de ginger beer con gotas de angostura. Una mezcla muy contemporánea que resignifica el sabor que ya todos conocemos del ron.
El regreso de este emblema de la casa Bacardí con imagen renovada, enmarca el festejo de los 90 años de la empresa en México y sirve para recordar que los buenos clásicos son atemporales.
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