El Caribe Mexicano, en estos últimos años, se ha posicionado como el hogar del lujo descalzo: un estilo de vida que apela a un disfrute sencillo, alejado de los excesos, la tranquilidad y a valorar y cuidar los regalos de la naturaleza. Sin embargo, este concepto y lifestyle que ha ganado relevancia hace relativamente poco, viene gestándose desde hace mucho tiempo, y esto es en gran parte gracias a personalidades como la familia Lafitte

En diciembre de 1972, esta familia de la Península de Yucatán decidió experimentar en hotelería y abrir las puertas de Petit Lafitte, uno de los primeros hoteles de la Riviera Maya, con su predecesor, La Posada del Capitan Lafitte. La mayor premisa de esta familia es, ante todo, ofrecer un servicio simplemente diferente, en un ambiente auténtico y sin pretensiones, que le permitiera a sus huéspedes disfrutar de las playas, la selva y demás recursos locales libremente, en un espacio que los haga sentir en confianza “tal como en casa”.

“Consideramos que somos portadores de una gran responsabilidad. Nuestros pasos iniciales fueron completamente a prueba y error y hoy somos parte de una gran familia hotelera que compone la Riviera Maya, que día a día se esmera por recibir a millones de visitantes anualmente. Estos vienen en busca de experimentar nuestras tradiciones, conocer nuestra cultura y disfrutar de nuestra extensa gastronomía y, por supuesto, de la gente. Por esos motivos y otros tantos más, nuestra guía e intención al momento de trabajar es ‘apapachar’, lo que en Náhuatl significa abrazar con el alma”, explica la tribu Lafitte.

El hotel cimentó el camino para que muchos otros proyectos nacieran en la zona y se convirtiera finalmente en uno de los destinos predilectos de México. “Hemos visto nacer y crecer este lugar, con todos sus agridulces momentos y cambios. Inclusive algunos miembros de la familia Lafitte llevan más de 30 años colaborando y los hemos visto crecer y desarrollarse de la mano con el hotel. Lo que nos mantiene vigentes dentro del rubro es nuestra capacidad de adaptarnos al contexto, nuestra pasión por dar un servicio de calidad, el cariño y la lealtad de nuestros huéspedes que regresan año tras año... Actitud positiva ante todo”, adhiere la Familia Lafitte.

Cortesía de Hotel Petit Lafitte

Un espacio para todos los gustos y edades

Una de las metas de este predio hotelero y de bungalows frente al mar es generar una experiencia transversal, que permita complacer por igual a parejas, familias, viajeros y retirados, y que, a su vez, cada uno de ellos esté dispuesto a desconectarse de la rutina diaria y apreciar todo lo que la naturaleza tiene para ofrecer en este paraíso terrenal. 

Es por ese motivo que el lugar cuenta con diversas amenidades y actividades que acompañan perfectamente la belleza de la zona, como alberca, bar y restaurante frente al mar, música en vivo, palapa de yoga, temazcal, Sound Healing, junto a otros que ya se están proyectando, como un área para adultos en medio de la selva, un cinema en la playa, entre otros.

“Este es un proyecto en constante evolución y crecimiento, pero que preserva su esencia a lo largo del tiempo. Estamos enfocados en el bienestar y que el huésped no busque acceso a la tecnología, sino más bien a sus emociones. Una de nuestras fortalezas es que creamos vivencias inolvidables interconectadas en cada aspecto a valorar los regalos de la Madre Tierra, la única perfección en este mundo”, cuenta la familia hotelera la Tribu Lafitte.

Un modelo de negocio con objetivos sustentables

Honrar a la cultura maya en todos sus aspectos es un objetivo para la Familia Lafitte, y gran parte de ese legado ancestral es el respeto por los recursos naturales. Por tal motivo, el hotel busca minimizar el impacto medioambiental desde lo más macro hasta el mínimo detalle, mediante la reducción de los residuos, la práctica de la composta, o trabajando en la eliminación de plásticos de un sólo uso.

Imagen que contiene exterior, cerca, hecho de madera, árbol

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Cortesía de Hotel Petit Lafitte

Además, la familia construyó su propio huerto orgánico con siembra y cosecha orientada a las fases lunares, y rotación de cultivo, con controles de plaga naturales. A su vez, pronto habrá un invernadero, lombricario, colonia de abejas meliponas.  

En un mundo que marcha de prisa y sin descanso, Petit Lafitte es un oasis de tranquilidad. El tiempo se detiene cuando recordamos nuestra esencia y nos dejamos consentir; es por eso que el corazón de este hotel se mantiene fiel a la tradición de hospitalidad y calidez en el servicio, que nos ha caracterizado a lo largo de estos increíbles años.

El hotel goza de una gran conectividad, ya que se encuentra a tan solo 15 minutos del centro de Playa del Carmen, y a menos de 60 minutos del aeropuerto de Cancún. Además, por su privilegiada ubicación en la Playa Xcalacoco hace de Petit Lafitte un refugio perfecto para vivir en armonía con la naturaleza en un ambiente de privacidad y tranquilidad.

Descubre este secreto de la Riviera Maya y déjate sorprender por la experiencia Lafitte: https://www.petitlafitte.com/  

Redes sociales: 

Instagram: @petitlafitte 

Facebook: @petitlafitte

 

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