Pilar Cruz fue pionera en vender productos entre cortes comerciales en radio. Después, realizó su primer infomercial en México para Chardon de Marie, que significó un gran éxito en ese momento. De ahí Monsage, Paussance y Nanoliv fueron sus siguientes hits. Esa industria le dio muchos años de experiencia y un marcado ascenso que la ha llevado hasta posicionarse como la única socia mujer dentro de CV Directo, una de las empresas más importantes en el país en la comercialización de productos para el hogar y uso personal. 

Desde finales de 2018, cuando la empresaria colombiana decidió invertir y formar equipo con los otros cuatro hombres socios, CV DIRECTO ha tenido un crecimiento del 500% en productos, espacios y ventas, y ha creado más de 1,000 fuentes de trabajo directas. A los pocos meses de la integración de Pilar Cruz, nació un canal llamado CV SHOPPING, en el que durante las 24 horas se anuncian en vivo todo tipo de productos, un centro comercial pero en el televisor.

“Cada uno de mis socios dentro de la empresa tiene un rol, el mío es la Dirección de Producción y Comunicación, quiere decir que yo soy responsable de todo lo que se dice de un producto por el medio que sea, encargándome personalmente, entre otras cosas, de escribir cada guión”, comparte. 

“En el caso de los infomerciales hacemos nuestra propia producción, teniendo foros en el Centro Cultural 1, un equipo de producción de 25 personas de planta en entrevistas en vivo, 21 conductores que son la cara de nuestros productos en televisión y radio, y de la misma manera en redes sociales e internet”. 

Sin embargo, ese liderazgo no se ha quedado ahí, pues también la ha llevado a trabajar para que otras mujeres puedan empoderarse e iniciar proyectos nuevos a pesar de sus entornos complicados. Más de 3 mil mujeres con vulnerabilidad económica, emocional y psicológica son canalizadas a través de la organización social “Mariposas de la felicidad A.C.”, en la que Pilar participa activamente y trabaja con sus nuevos negocios, además de incentivarlas a llevar una vida más activa que mejore su salud física y mental. 

Foto: Pilar Cruz. Cortesía.

Mujer transformadora 

Muchas de las industrias se están transformando hoy en día gracias al empoderamiento femenino. Aunque aún queda mucho camino por recorrer, es cada vez más común encontrar mujeres líderes en distintos ámbitos. Este es el caso de Pilar Cruz, una mujer transformadora de su realidad en un entorno no favorecedor.

Nacida en Bogotá, Colombia, aquí es donde inició sus pasos en el mundo de las televentas tras decidir salirse de casa para emprender su camino en solitario.

“Soy hija de una familia disfuncional con siete hermanos: el abandono y rechazo de un padre me hizo crecer con carencias, pero con muchas ganas de demostrarme que sola lo lograría. Mi primer trabajo fue como vendedora en una casa de vinos pidiendo permiso al gobierno por ser menor de edad, vestida de tacones muy altos y maquillada para que me dieran el puesto”, comparte. A muy temprana edad, Pilar pasó de ser vendedora a representante de artistas, posteriormente, ya a los 20 años, fue asesora para salud y pensiones. 

Sin embargo, es hasta mucho después, cuando conoció a una amiga que tenía un programa de radio, que se animó a vender productos entre cortes comerciales. Esto le dio la suficiente experiencia para montar un centro de atención telefónica, aunque su llegada a la televisión fue circunstancial. 

“Conocí la televisión por accidente, mi amiga salió de viaje y no pudo regresar el día que tenía que hacerlo ya que el avión la dejó. Justo habíamos comprado unos espacios dentro de un programa, que de no utilizar, textualmente habríamos estado en la quiebra. Pero al no estar ella no había de otra: debía salir yo a cuadro. Con mucho miedo a las cámaras, pero sabiendo que debía hacerlo, fue mi primera vez en televisión”, recuerda.

Esa decisión fue clave para su carrera, pues el crecimiento que tuvieron posteriormente las llevó a abrir el mercado en México. Aún muy joven y soltera, Pilar tuvo la oportunidad de emprender un nuevo camino en otro país. “No conocía a nadie y nadie me conocía a mí, pero en un mes ya había rentado un call center, tenía pautas en varias estaciones y vendía las pantimedias que levantan la pompa; luego vinieron las feromonas, las fajas, hasta que me contactó QVC y me pidió que les vendiera a ellos, y así comencé a venderle a todas las empresas de esta industria”, rememora.

En México construyó también un matrimonio y su familia. Es madre de dos hijos, una mujer de 19 años que  comenzará a estudiar arquitectura y un hijo de 17 años quien cursará preparatoria.

Foto: Pilar Cruz. Cortesía.

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