En el terreno de los negocios, la máxima apunta a que los tiempos de crisis representan una temporada de oportunidades. Además, ha dejado en descubierto que la actual pandemia es , de alguna forma, ese “acelerador” involuntario para que las Pequeñas y Medianas Industrias de México (pymes) se involucren de forma definitiva con aquellos focos rojos que ya estaban latentes: digitalización, optimización, aprovechamiento de recursos y cómo conseguir más clientes.
Flexibilización, actualización y adaptabilidad han sido las constantes de este nuevo panorama, pese a que en el interior de los negocios en México persiste una complejidad fiscal, así como una adopción tecnológica precaria y un escaso umbral de vida, sobre todo durante el primer año de operaciones. Es en éste donde las pymes tienen el enorme desafío de equilibrar finanzas, mantener una salud fiscal estable y, sobre todo, saber aprovechar sus propios recursos (materiales, humanos, tecnológicos e intangibles) para medir su productividad y conocer sus necesidades a fondo.
El umbral pandémico ha permitido que el comercio electrónico, el home office y los flujos operativos fluctuen de una forma mucho más ágil, permitiendo mantener vivo el ritmo y dinamismo de los negocios, diversificando sus vetas de crecimiento y mejorando sus resultados. En este escenario, plataformas integrales de administración y factoraje como QuickBooks han llegado en el momento indicado para las pymes.
Con más de siete millones de usuarios en el mundo y un liderazgo presente en países como Canadá, Francia, Brasil, Australia e Inglaterra, QuickBooks llegó a México para ser un aliado sólido en tiempos de crisis al articular una plataforma integral que puede traducirse en hasta 14 horas de ahorro de tiempo para las pymes, además de mejorar de forma sustancial sus labores administrativas, fiscales, operativas y productivas tanto en el día a día como en el big picture que se requiere para la correcta planeación a futuro.
Para la general manager de la plataforma No.1 de facturación y administración en el mundo -misma que pertenece y mantiene el sólido respaldo de Intuit, fintech pública americana fundada en los ochenta, con más de 11 mil empleados y un nivel de capitalización de más de 80 millones de dólares-, la situación global es un escenario desafiante aunque sumamente perfectible: “México ocupa el número casi 50 en la evaluación de doing business del Banco Mundial y el número 90 en los que es más fácil abrir un negocio, pero sobre todo el primero en complejidad fiscal. Los desafíos de las pymes son diversos, tanto operativos como financieros, pero todos tienen un eje común: obtener clientes, que te paguen, pagar a tus empleados, proveedores, tener acceso a capital; esas cosas aplican para todos y todo esto requiere tiempo”, precisa Marilú Páez, quien sabe que en un país en donde actualmente se usan hasta cinco herramientas distintas para ejecutar administrativo-contables, QuickBooks mejora sustancialmente la vida de las pymes, optimizándolas en una sola.
Digitalizar, automatizar, medir y mejorar
Asegurar la continuidad de nuestro negocio en estos momentos marcará una diferencia notable entre tener los días contados con un esquema de venta, operación y administración anclado en modelos clásicos, o bien dar el salto hacia un flujo de efectivo más sano, un aprovechamiento mayor de recursos y un control sobre la productividad que potencie las oportunidades y minimice los riesgos al máximo.
Consciente del enorme potencial, pero también de la brecha y nivel de conocimiento, sensibilización y adopción que tienen las pymes mexicanas, QuickBooks ha edificado toda un ecosistema que facilita y potencializa las acciones necesarias que éstas requieren para encaminar mejor su prosperidad desde todas las aristas posibles, partiendo incluso por un nivel educativo, de asistencia técnica personalizada, tutoriales y asesoría profesional, concebidas siempre como una startup eficiente, ágil y vanguardista con el 100% de su operación afincada en México y liderada por un vasto equipo de profesionales.
“Desde QuickBooks, uno de nuestros principales compromisos es mitigar los efectos de la pandemia, sobre todo apoyando con educación, recursos de accesibilidad a una herramienta que hoy más que nunca es importante para el ahorro del tiempo en tres ejes centrales: por las afectaciones, por la necesidad de preparación ante la contingencia y por la adaptación tecnológica paulatina. Estos apoyos los hemos lanzado de forma digital, a través de un micrositio para pymes, con información actualizada acerca de las problemáticas más apremiantes que han estado enfrentando los negocios, consejos útiles, referencias de apoyo, pero sobre todo conectándolos con expertos en cada uno de los temas para hacer sus negocios más prósperos en época de crisis.
“A la par de esto hemos hecho eventos semanales, sobre todo en la parte de abril y mayo que fue cuando la mayoría de los negocios estaban cerrados. Les ayudamos preparándolos y explicándoles cómo administrar sus recursos de manera eficiente, cuáles han sido las tendencias a la que nos enfrentábamos, cómo adaptar el modelo digital de una forma integral y tener un plan financiero (…); en resumen conocemos y entendemos muy bien desde hace muchos años cuáles son los desafíos de nuestros clientes y cómo se aceleró la digitalización, pero sobre todo estamos reiterando nuestra responsabilidad para que las pymes puedan, de manera más efectiva, impulsar y acelerar sus negocios en momentos de emergencia como el actual. QuickBooks les permite mantener las operaciones de su negocio aún a la distancia con ubicuidad y visibilidad, estando toda su información en la nube”, abunda Marilú Páez.
Se espera que la emergencia sanitaria derivada por el COVID-19, aunado a la subsecuente necesidad del trabajo remoto, aún mantenga su presencia e impacto sobre los negocios, por lo que se debe poner especial énfasis en las oportunidades derivadas de los cambios de hábito de la sociedad que han venido para quedarse. Como bien apunta la general manager de QuickBooks, pese a que los negocios son diversos y no hay una misma forma o manual para identificar cuál es la herramienta que se necesita, ser digital es una suerte de “mantra” para todos los negocios. Saber integrar la automatización, data y optimización que nos brindan las herramientas más seguras y eficaces se traduce invariablemente en una sólo ventaja competitiva frente a la competencia.
Conciliación de cuentas, ingresos-gastos, pago a proveedores, manejo de inventario, automatización de cobro… todas esas actividades, hasta hace poco, se han hecho prácticamente de forma manual, pero hoy las pymes mexicanas pueden optimizar su desempeño con diferentes herramientas para mejores resultados, de forma sencilla y amigable, a través de una aplicación o herramienta en escritorio, entablando una relación de oro con la satisfacción del cliente.
En este contexto, Marilú Páez es enfática al respecto: “Siempre tienes que ir anticipándote; conocer tus negocio, cuáles son sus necesidades hacia el futuro para saber cuál es la velocidad a la que quieres que vaya. Esta pandemia requiere reestructurar esos modelos tradicionales, romper los paradigmas y evolucionar esos esquemas en los que están cimentadas la mayor parte de las empresas. Pero sobre todo, lo que necesitan los negocios es apostar por una transición de fondo, con nuevas tendencias y adaptarlas al estilo de vida y de consumo. Y una vez que tienes estos cimientos puedes empezar a ver cómo mejorar tu negocio y tu presencia en digital, que es importante porque te ayudará a conectar mejor con tus clientes y proveedores”.
