Reuters.- Alemania adoptó el miércoles más medidas para diversificar sus suministros energéticos en un intento de reducir la dependencia de su proveedor clave, Rusia, anunciando un pedido de 1,500 millones de euros de gas natural licuado (GNL) no ruso y frenando su adiós al carbón.

“El pragmatismo debe estar por encima de cualquier compromiso político”, dijo el ministro de Economía, Robert Habeck, a la radio pública Deutschlandfunk, en unas declaraciones que habrían sido impensables para un representante de los Verdes hace una semana.

“Hay que garantizar la seguridad de los suministros”, añadió, refiriéndose al temor a los apagones y a racionamientos del gas para la calefacción.

Los comentarios de Habeck son la última señal de cómo la invasión rusa de Ucrania ha puesto en jaque la planeada transición de Alemania hacia la neutralidad del carbono, obligando al gobierno a reconsiderar sus previstos abandonos a la energía nuclear y el carbón.

Rusia es el mayor proveedor de gas a Alemania, con un 38%, según datos de la página web del Ministerio de Economía. El carbón y el gas representaron conjuntamente el 43% de la producción bruta de energía de Alemania el año pasado.

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Como parte de sus esfuerzos de diversificación, Alemania encargó a su centro de comercialización del mercado del gas la compra de GNL por 1,700 mdd fuera de Rusia, pese a que Moscú ha cumplido hasta ahora todas sus obligaciones de suministro contratadas, según informó el ministerio el miércoles.

En una carta dirigida a Trading Hub Europe a la que tuvo acceso Reuters, el ministerio dijo que es probable que se hagan más pedidos a medio y largo plazo.

En respuesta a la invasión rusa de Ucrania, Alemania ha detenido la certificación del gasoducto Nord Stream 2, construido para llevar gas ruso al país. También anunció planes de terminales de GNL y de aprovechamiento de las reservas nacionales de gas y carbón en caso de escasez de importaciones de gas.

Otra opción es prolongar la vida útil de las centrales de carbón.

“A corto plazo puede ser que, como precaución y para estar preparados para lo peor, tengamos que mantener las centrales de carbón en espera y quizás incluso dejarlas funcionar”, dijo Habeck.

RWE, el mayor productor de energía germano, dijo que está abierto a la idea de recurrir a las centrales de carbón actualmente en reserva, revivir las centrales paralizadas o retrasar los cierres previstos para este año en el marco de los planes de salida del carbón de Alemania.

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