La economía alemana se distingue por su liderazgo tecnológico y acceso privilegiado al financiamiento. La tasa de interés del bono alemán a 10 años es de -0.27%, mientras que la nuestra es de 6.47% anual. Los requisitos, trámites y tiempos para obtener un crédito en Alemania son menores que en México, pero es importante poder conceptualizar los proyectos subyacentes conforme a ciertas metodologías y reportar sobre su desarrollo de manera puntual y precisa.
México tiene la ventaja de su ubicación y fuerza laboral. Mientras que Alemania tiene una edad mediana de 43 años, en México es de 29 años. Su tasa de dependencia, es decir aquellos menores de 15 o mayores de 65 años, es del 68% con el decil 50-59 años como el dominante, contra la de México que es del 50% con el decil dominante en el rango de los 10 a 19 años.
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Empresas alemanas automotrices establecidas en México como Volkswagen, Audi, BMW, Daimler, Continental y Bosch requerirán en el futuro cercano reconvertir sus operaciones para sumarse a las tendencias de electro-movilidad y manejo autónomo. México tiene industrias emergentes como la biomédica, aeronáutica, equipos para energía renovable y agroindustrial, que son candidatas ideales para beneficiarse de la tecnología y financiamiento alemán.
Empresas como Cemex, Nemak, Corporación EG y Bocar han invertido en Alemania y atienden con éxito este mercado considerado uno de los mercados más demandantes del mundo. Su experiencia es crucial para que otras empresas mexicanas puedan integrarse a cadenas de valor internacionales.
El turismo alemán puede ser una fuente importante de reactivación económica. En 2019, 286 mil turistas alemanes visitaron nuestro país. La pandemia ha trastocado los arreglos y prácticas de este sector por lo que no puede esperarse que los flujos se recuperen de manera automática al pasar la emergencia sanitaria; será necesario reconstruir la vinculación con promotores turísticos, con la Asociación Alemana de Agentes de Viajes, directivos de las líneas aéreas y operadores de tours internacionales con miras a restablecer vuelos. Existen nichos importantes que incluyen las extensiones de viajes de negocios, el turismo médico y estancias extendidas para jubilados.
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Finalmente, el mercado alemán tiene potencial desaprovechado como destino de productos finales. Las exportaciones a Alemania representan tan solo el 2% del total. Más aún, el 62% de este comercio está concentrado en productos intermedios del sector automotriz. Esto a pesar de que el intercambio comercial bilateral se ha más que triplicado desde la entrada en vigor del TLCUEM en el año 2000 y que Alemania es el tercer destino más importante para México. Los primeros dos destinos, Estados Unidos y Canadá, concentran más del 90% del total. El caso de la inversión extranjera directa es similar ya que más de la mitad proviene de Norteamérica y sólo el 4% de Alemania.
Desarrollar Alemania como destino de exportación de productos finales y recuperar y potenciar su turismo, requiere un acompañamiento profesional en su desarrollo comercial, esquema logístico y cumplimiento normativo. Las diferencias económicas y poblacionales, lejos de distanciarnos, hacen que las economías de ambos países sean complementarias: por un lado, Alemania tiene la tecnología y el acceso al capital que México necesita, mientras que, por otro, México tiene la fuerza laboral, la competitividad en costos y el acceso preferencial a los mercados norteamericano y latinoamericanos que Alemania requiere.
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*Embajador Designado de México ante la República Federal de Alemania.
Twitter: @PacoQuiroga
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